/ martes 9 de julio de 2019

Otra visita del Dalai Lama a Zacatecas

El próximo 16 de octubre de 2019 estará nuevamente aquí en Zacatecas el Dalai Lama. En la visita primera a Zacatecas de ese admirable personaje, allá por octubre del 2013, tuve la oportunidad y la complacencia espiritual de estar presente en la conferencia que él dictó.

El sitio donde se llevó a cabo la plática, si mal no recuerdo, fue el del Palacio de Convenciones de Zacatecas, el cual estaba a reventar por, al igual que yo, personas interesadas en escuchar los conceptos de un hombre sabio, de un ser plenamente espiritualizado.

En esa oportunidad del 2013, un buen número de los presentes, cabe agregar con mucho agrado, eran conocidas(os) mías(os) entremezclados con el gran número de personas que acudió a la referida plática. Y comentábamos al terminar la alocución del Lama la sensación tan espiritualmente relajante que sentimos al escuchar sus palabras, al tratar de descifrar su mensaje, pero sobre todo por él lograr que nos pusiéramos a pensar y a tratar de imaginar sentidamente lo espiritual.

Total, que me tocó estar parado y apretujado por el dilecto público de ese encuentro durante la referida alocución del Dalai Lama, en la cual, aunque me dolían mucho los pies, tomé ese ejercicio como algo para tratar de acerar mi espíritu.

Para esto, al lado del Lama estaba el mismo obispo de Zacatecas quien asentía cuando escuchaba (había quien tradujera la charla, por cierto, de manera muy profesional) las afirmaciones espirituales del Lama, como la hacíamos la mayoría de las personas que allí estábamos.

Y me sorprende lo liberalizado que está el Lama al recientemente declarar que “(…) una mujer podría sucederlo, pero tendría que ser ´atractiva´, durante una larga entrevista con la cadena británica BBC”. Es decir, el mismo Lama junta lo espiritual con lo estético, con los que estoy, por si alguien me preguntase o le interesara saber mi opinión, completamente de acuerdo.

Sorprende gratamente en ese sentido lo, por decirlo así, “alivianado” del Lama que reconoce las potencialidades de las mujeres en el ámbito espiritual, pero también en lo “atractivas” que pueden ser en lo estrictamente material, vale decir: en lo estrictamente sensual.

“La verdadera belleza es la interna, eso es verdad, pero para el ser humano la apariencia también es importante”, aseguró el líder tibetano, quien incluso recomienda un poco de maquillaje, en unas declaraciones que generaron repudio en la red social Twitter, donde fue tachado como “misógino”. Como quiera, si se me llegara a preguntar de cuál lado estoy, diría sin dudas que del lado del Dalai Lama.

El próximo 16 de octubre de 2019 estará nuevamente aquí en Zacatecas el Dalai Lama. En la visita primera a Zacatecas de ese admirable personaje, allá por octubre del 2013, tuve la oportunidad y la complacencia espiritual de estar presente en la conferencia que él dictó.

El sitio donde se llevó a cabo la plática, si mal no recuerdo, fue el del Palacio de Convenciones de Zacatecas, el cual estaba a reventar por, al igual que yo, personas interesadas en escuchar los conceptos de un hombre sabio, de un ser plenamente espiritualizado.

En esa oportunidad del 2013, un buen número de los presentes, cabe agregar con mucho agrado, eran conocidas(os) mías(os) entremezclados con el gran número de personas que acudió a la referida plática. Y comentábamos al terminar la alocución del Lama la sensación tan espiritualmente relajante que sentimos al escuchar sus palabras, al tratar de descifrar su mensaje, pero sobre todo por él lograr que nos pusiéramos a pensar y a tratar de imaginar sentidamente lo espiritual.

Total, que me tocó estar parado y apretujado por el dilecto público de ese encuentro durante la referida alocución del Dalai Lama, en la cual, aunque me dolían mucho los pies, tomé ese ejercicio como algo para tratar de acerar mi espíritu.

Para esto, al lado del Lama estaba el mismo obispo de Zacatecas quien asentía cuando escuchaba (había quien tradujera la charla, por cierto, de manera muy profesional) las afirmaciones espirituales del Lama, como la hacíamos la mayoría de las personas que allí estábamos.

Y me sorprende lo liberalizado que está el Lama al recientemente declarar que “(…) una mujer podría sucederlo, pero tendría que ser ´atractiva´, durante una larga entrevista con la cadena británica BBC”. Es decir, el mismo Lama junta lo espiritual con lo estético, con los que estoy, por si alguien me preguntase o le interesara saber mi opinión, completamente de acuerdo.

Sorprende gratamente en ese sentido lo, por decirlo así, “alivianado” del Lama que reconoce las potencialidades de las mujeres en el ámbito espiritual, pero también en lo “atractivas” que pueden ser en lo estrictamente material, vale decir: en lo estrictamente sensual.

“La verdadera belleza es la interna, eso es verdad, pero para el ser humano la apariencia también es importante”, aseguró el líder tibetano, quien incluso recomienda un poco de maquillaje, en unas declaraciones que generaron repudio en la red social Twitter, donde fue tachado como “misógino”. Como quiera, si se me llegara a preguntar de cuál lado estoy, diría sin dudas que del lado del Dalai Lama.