/ jueves 14 de noviembre de 2019

Oxford o Cambridge

La Universidad Católica de Louvain la Neuve, en Bélgica, es una universidad que se separó en 1970 de otra universidad de origen flamenco llamada Leuven. Sus diferencias estribaban básicamente en la lengua (origen francés la una y flamenca la segunda). Ambas ahora son prestigiosas universidades que se repartieron: facultades, bibliotecas, profesores y hasta alumnado. Cosa parecida ocurrió con Oxford y Cambridge. La primera nació hacia el siglo XI en Oxford, Reino Unido, y tras un éxodo de algunos profesores que se movilizaron a Cambridge nació ésta convirtiéndose ambas en unas de las más antiguas y acreditadas universidades del mundo. Las dos cuentan con el mismo formato. El campus no existe como tal y están integradas por colegios (colleges) que fueron fundados respondiendo a momentos y políticas específicas. Oxford cuenta con 38 colegios y Cambridge con 31.

Las entidades educativas funcionan como verdaderas ciudades universitarias. Se forma a los estudiantes con cursos, talleres, clases, seminarios, seleccionados por el propio alumno y que corresponden a sus intereses reales a través de tutorías especializadas.

Además de contar con aulas y departamentos, las dos cuentan con museos y editoriales reputadas en todo el mundo académico. En la década de los años 70 la universidad de Oxford abrió sus puertas a academias en las que participaron mujeres, hecho insólito para su época.

Estas universidades han sido catapulta de grandes pensadores, científicos, sabios y premios nobel. No obstante el siglo XXI apunta a una política más inclusiva de la educación debido a la globalización y a la gran diversidad poblacional con que cuenta el Reino Unido y el crecimiento de la migración en la actualidad. En 2010 se publicó el conocido Libro Blanco que constituye una revolución en la educación británica, y que tiende a la importancia de la enseñanza, incorporando políticas más incluyentes, bajos costes debido a la crisis ocurrida en esos años e incorporación de miembros de las fuerzas armadas a la docencia.

En 2015 Oxford obtuvo por onceaba vez la calificación más alta en el ranking de mejores universidades y destacó en materias como: anatomía y fisiología, arqueología, arte y diseño, economía, inglés, francés, historia del arte, derecho, matemáticas, medicina, música y política. Ese mismo año se pronunció por ofertar mejores condiciones para aspirantes de bajos ingresos, incluyendo con esto a gran parte de la población estudiantil que optaba por otros recursos educativos.

Otra de las fortalezas de estas universidades es que están fuertemente interconectadas con todos los posibles empleadores de los egresados y que desde el comienzo de sus estudios entablan relaciones con cerca de cuatrocientas empresas e industrias distribuidas en más de cuarenta países para que el estudiante de nivel medio pueda avizorar una contratación incluso antes de concluir sus estudios. Huelga decir que los más interesados en sostener este nivel educativo son las empresas y las industrias que requieren mano de obra de alta calidad para hacer funcionar sus estándares de calidad y competitividad tal como se lo habrían propuesto desde la Primera Revolución Industrial y la ahora era digital.

La Universidad Católica de Louvain la Neuve, en Bélgica, es una universidad que se separó en 1970 de otra universidad de origen flamenco llamada Leuven. Sus diferencias estribaban básicamente en la lengua (origen francés la una y flamenca la segunda). Ambas ahora son prestigiosas universidades que se repartieron: facultades, bibliotecas, profesores y hasta alumnado. Cosa parecida ocurrió con Oxford y Cambridge. La primera nació hacia el siglo XI en Oxford, Reino Unido, y tras un éxodo de algunos profesores que se movilizaron a Cambridge nació ésta convirtiéndose ambas en unas de las más antiguas y acreditadas universidades del mundo. Las dos cuentan con el mismo formato. El campus no existe como tal y están integradas por colegios (colleges) que fueron fundados respondiendo a momentos y políticas específicas. Oxford cuenta con 38 colegios y Cambridge con 31.

Las entidades educativas funcionan como verdaderas ciudades universitarias. Se forma a los estudiantes con cursos, talleres, clases, seminarios, seleccionados por el propio alumno y que corresponden a sus intereses reales a través de tutorías especializadas.

Además de contar con aulas y departamentos, las dos cuentan con museos y editoriales reputadas en todo el mundo académico. En la década de los años 70 la universidad de Oxford abrió sus puertas a academias en las que participaron mujeres, hecho insólito para su época.

Estas universidades han sido catapulta de grandes pensadores, científicos, sabios y premios nobel. No obstante el siglo XXI apunta a una política más inclusiva de la educación debido a la globalización y a la gran diversidad poblacional con que cuenta el Reino Unido y el crecimiento de la migración en la actualidad. En 2010 se publicó el conocido Libro Blanco que constituye una revolución en la educación británica, y que tiende a la importancia de la enseñanza, incorporando políticas más incluyentes, bajos costes debido a la crisis ocurrida en esos años e incorporación de miembros de las fuerzas armadas a la docencia.

En 2015 Oxford obtuvo por onceaba vez la calificación más alta en el ranking de mejores universidades y destacó en materias como: anatomía y fisiología, arqueología, arte y diseño, economía, inglés, francés, historia del arte, derecho, matemáticas, medicina, música y política. Ese mismo año se pronunció por ofertar mejores condiciones para aspirantes de bajos ingresos, incluyendo con esto a gran parte de la población estudiantil que optaba por otros recursos educativos.

Otra de las fortalezas de estas universidades es que están fuertemente interconectadas con todos los posibles empleadores de los egresados y que desde el comienzo de sus estudios entablan relaciones con cerca de cuatrocientas empresas e industrias distribuidas en más de cuarenta países para que el estudiante de nivel medio pueda avizorar una contratación incluso antes de concluir sus estudios. Huelga decir que los más interesados en sostener este nivel educativo son las empresas y las industrias que requieren mano de obra de alta calidad para hacer funcionar sus estándares de calidad y competitividad tal como se lo habrían propuesto desde la Primera Revolución Industrial y la ahora era digital.