/ lunes 30 de abril de 2018

Pobreza salarial

En mi actual centro laboral tengo la encomienda de realizar un estudio sobre empleo, ingreso y demografía en Zacatecas, y encontré una interesante y recomendable publicación del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) titulado “Bajos salarios, informalidad y pobreza, la debilidad social del modelo económico” (http://idic.mx/2017/12/13/bajos-salarios-informalidad-y-pobreza-la-debilidad-social-del-modelo-economico/) argumentando que “Los resultados económicos han privilegiado la generación de un entorno que ha sido catalogado como estable, pero donde las condiciones generales de su mercado laboral no reflejan el nivel de bienestar que debería alcanzar la economía número 15 del mundo”.

De investigaciones y visión del desarrollo humano personales se coincide con dicho estudio respecto que la economía nacional y el bienestar ciudadano están disparejos, que el modelo económico neoliberal en las tres últimas décadas ocasiona un crecimiento de nuestra economía en promedio 2.5% anual, que de cada 100 empresas 96 son micro (aquella que da empleo a menos de diez personas), contratan a 40 de cada cien empleados y aportan el 9.8% de la producción bruta, en contraste la gran empresa (con más de 251 trabajadores) son 0.2 de 100 y dan trabajo a 29 de cada 100 pero aporta a la economía el 64.1%, el contraste entre micro y gran empresa es producto de política gubernamental orientada al gran capital. Respecto a la remuneración se lee que del 2012 al 2017 aumentaron quienes ganan poco y disminuyó quienes ganan más pues y quienes no reciben ingresos creció a 134 por cada mil mexicanos, 155 de mil mexicanos reciben un salario mínimo ($88.36 diarios), 217 de mil entre uno y dos salarios, 33 de mil entre dos y tres salarios, mientras que de tres a cinco bajó a 96 de cada mil, también bajó a 306 con ingresos entre tres a cinco salarios, es decir 42% de la población económicamente activa (Zacatecas es el 22.9%) no recibe ingresos o hasta un salario mínimo que es menor al bienestar esperado. Los empleos informales (aquellos sin salario fijo, ni prestaciones, ni plaza laboral establecida) alcanzan hasta 57% pero en estados del sur llega hasta el 80% de la población económicamente activa. Las personas con acceso a servicios de salud es 62% y predomina un grado escolar de últimos años de primaria.

De las cifras anteriores se desprende que si bien han aumentado el número de puestos laborales, éstos no son bien pagados y muchos sin prestaciones, por tanto la población debe buscar otras fuentes alternas de ingreso familiar o tener un puesto de trabajo pero desafortunadamente le reditúa menor capacidad de compra. A la par de crear más empleos se debe procurar que el pago sea mayor pues en México solo el 5% de trabajadores gana más de cinco salarios mínimos además de cumplir con prestaciones de ley. Está comprobado que a mayor capacidad de compra de población hay mayor consumo y con ello la economía mexicana estaría en mejor nivel. La estrategia empresarial y gubernamental debe ser abatir la pobreza salarial.

En mi actual centro laboral tengo la encomienda de realizar un estudio sobre empleo, ingreso y demografía en Zacatecas, y encontré una interesante y recomendable publicación del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) titulado “Bajos salarios, informalidad y pobreza, la debilidad social del modelo económico” (http://idic.mx/2017/12/13/bajos-salarios-informalidad-y-pobreza-la-debilidad-social-del-modelo-economico/) argumentando que “Los resultados económicos han privilegiado la generación de un entorno que ha sido catalogado como estable, pero donde las condiciones generales de su mercado laboral no reflejan el nivel de bienestar que debería alcanzar la economía número 15 del mundo”.

De investigaciones y visión del desarrollo humano personales se coincide con dicho estudio respecto que la economía nacional y el bienestar ciudadano están disparejos, que el modelo económico neoliberal en las tres últimas décadas ocasiona un crecimiento de nuestra economía en promedio 2.5% anual, que de cada 100 empresas 96 son micro (aquella que da empleo a menos de diez personas), contratan a 40 de cada cien empleados y aportan el 9.8% de la producción bruta, en contraste la gran empresa (con más de 251 trabajadores) son 0.2 de 100 y dan trabajo a 29 de cada 100 pero aporta a la economía el 64.1%, el contraste entre micro y gran empresa es producto de política gubernamental orientada al gran capital. Respecto a la remuneración se lee que del 2012 al 2017 aumentaron quienes ganan poco y disminuyó quienes ganan más pues y quienes no reciben ingresos creció a 134 por cada mil mexicanos, 155 de mil mexicanos reciben un salario mínimo ($88.36 diarios), 217 de mil entre uno y dos salarios, 33 de mil entre dos y tres salarios, mientras que de tres a cinco bajó a 96 de cada mil, también bajó a 306 con ingresos entre tres a cinco salarios, es decir 42% de la población económicamente activa (Zacatecas es el 22.9%) no recibe ingresos o hasta un salario mínimo que es menor al bienestar esperado. Los empleos informales (aquellos sin salario fijo, ni prestaciones, ni plaza laboral establecida) alcanzan hasta 57% pero en estados del sur llega hasta el 80% de la población económicamente activa. Las personas con acceso a servicios de salud es 62% y predomina un grado escolar de últimos años de primaria.

De las cifras anteriores se desprende que si bien han aumentado el número de puestos laborales, éstos no son bien pagados y muchos sin prestaciones, por tanto la población debe buscar otras fuentes alternas de ingreso familiar o tener un puesto de trabajo pero desafortunadamente le reditúa menor capacidad de compra. A la par de crear más empleos se debe procurar que el pago sea mayor pues en México solo el 5% de trabajadores gana más de cinco salarios mínimos además de cumplir con prestaciones de ley. Está comprobado que a mayor capacidad de compra de población hay mayor consumo y con ello la economía mexicana estaría en mejor nivel. La estrategia empresarial y gubernamental debe ser abatir la pobreza salarial.