/ viernes 11 de septiembre de 2020

Poe y el Coronavirus

En días pasados, al leer el cuento de Edgar Allan Poe titulado “La Máscara de la Muerte Roja”, inmediatamente me ubiqué en el presente ante el Covid-19. Hay que recordar que Poe fue un escritor, poeta, crítico y periodista estadounidense, (1809-1849) generalmente reconocido como uno de los maestros universales de los cuentos de terror y renovador de la novela gótica.

La narración aborda el aislamiento de la población por una terrible peste que al atacar a los seres humanos se generaban síntomas espantosos. Las víctimas sufrían por dolores agudos, mareo repentino y hematidrosis muriendo en menos de media hora. Un príncipe y otros nobles se han refugiado en una abadía para escapar de la “muerte roja” pues tienen la intención de esperar el fin de la plaga en el lujo y la seguridad detrás de las paredes de su refugio, después de haber cerrado las puertas y soldarlas.

Una noche, tras seis meses de aislamiento, el príncipe aburrido y fastidiado del encierro, se le ocurre realizar la mejor fiesta de disfraces. Mientras los invitados disfrutan de la fiesta, la gente continúa muriendo en las calles y casas, atacada por la enfermedad sin ningún tipo de ayuda.

El relato se desarrolla bajo una atmósfera de terror y drama (sello de Poe) ya que uno de los invitados tenía el padecimiento y comienza a contagiar a los asistentes de manera inesperada. El final del cuento, como todos sus trabajos es inesperado.

Me recordó el problema de salud a nivel mundial por el Coronavirus. En el cual se requiere que las personas permanezcan en sus hogares hasta que pase el periodo de incubación de la enfermedad. Este aislamiento se refiere a la separación física de las personas contagiadas de aquellas que están sanas.

Otra medida es el distanciamiento social, que consiste en alejarse de lugares concurridos y restringir la interacción entre las personas tomando cierta distancia física o evitando el contacto directo entre ellas. Este esquema se implementa cuando en una comunidad existen personas infectadas que, al no haber sido identificadas ni aisladas, pueden seguir transmitiendo la enfermedad. Esta acción implica el cierre de lugares donde hay mayor concentración de personas como escuelas, centros comerciales, sitios para eventos sociales, oficinas, entre otros.

Parecido al cuento de Poe, ante la peste, las personas tenían que aislarse para evitar ser contagiados y nos trasladamos a este siglo XXI, donde esta medida de confinarse, evita la exposición al coronavirus. Aquellas personas que se cansan del aislamiento y organizan fiestas, lamentablemente corren el riesgo de que una persona inicie el proceso de contagio con las consecuencias lamentables que todos conocemos. Es triste, pero ya se han registrado casos por este tipo de encuentros. Quizá Poe pensó en trasmitir un mensaje ante pandemias a través de dicha narración.

Finalmente, considero que la sombra del coronavirus se hará presente en varias editoriales. En los próximos meses, el mercado estará lleno de trabajos sobre el tema. Se presentarán a través de ensayos, folletos, cuentos, novelas, hasta en historietas.


En días pasados, al leer el cuento de Edgar Allan Poe titulado “La Máscara de la Muerte Roja”, inmediatamente me ubiqué en el presente ante el Covid-19. Hay que recordar que Poe fue un escritor, poeta, crítico y periodista estadounidense, (1809-1849) generalmente reconocido como uno de los maestros universales de los cuentos de terror y renovador de la novela gótica.

La narración aborda el aislamiento de la población por una terrible peste que al atacar a los seres humanos se generaban síntomas espantosos. Las víctimas sufrían por dolores agudos, mareo repentino y hematidrosis muriendo en menos de media hora. Un príncipe y otros nobles se han refugiado en una abadía para escapar de la “muerte roja” pues tienen la intención de esperar el fin de la plaga en el lujo y la seguridad detrás de las paredes de su refugio, después de haber cerrado las puertas y soldarlas.

Una noche, tras seis meses de aislamiento, el príncipe aburrido y fastidiado del encierro, se le ocurre realizar la mejor fiesta de disfraces. Mientras los invitados disfrutan de la fiesta, la gente continúa muriendo en las calles y casas, atacada por la enfermedad sin ningún tipo de ayuda.

El relato se desarrolla bajo una atmósfera de terror y drama (sello de Poe) ya que uno de los invitados tenía el padecimiento y comienza a contagiar a los asistentes de manera inesperada. El final del cuento, como todos sus trabajos es inesperado.

Me recordó el problema de salud a nivel mundial por el Coronavirus. En el cual se requiere que las personas permanezcan en sus hogares hasta que pase el periodo de incubación de la enfermedad. Este aislamiento se refiere a la separación física de las personas contagiadas de aquellas que están sanas.

Otra medida es el distanciamiento social, que consiste en alejarse de lugares concurridos y restringir la interacción entre las personas tomando cierta distancia física o evitando el contacto directo entre ellas. Este esquema se implementa cuando en una comunidad existen personas infectadas que, al no haber sido identificadas ni aisladas, pueden seguir transmitiendo la enfermedad. Esta acción implica el cierre de lugares donde hay mayor concentración de personas como escuelas, centros comerciales, sitios para eventos sociales, oficinas, entre otros.

Parecido al cuento de Poe, ante la peste, las personas tenían que aislarse para evitar ser contagiados y nos trasladamos a este siglo XXI, donde esta medida de confinarse, evita la exposición al coronavirus. Aquellas personas que se cansan del aislamiento y organizan fiestas, lamentablemente corren el riesgo de que una persona inicie el proceso de contagio con las consecuencias lamentables que todos conocemos. Es triste, pero ya se han registrado casos por este tipo de encuentros. Quizá Poe pensó en trasmitir un mensaje ante pandemias a través de dicha narración.

Finalmente, considero que la sombra del coronavirus se hará presente en varias editoriales. En los próximos meses, el mercado estará lleno de trabajos sobre el tema. Se presentarán a través de ensayos, folletos, cuentos, novelas, hasta en historietas.