/ miércoles 15 de agosto de 2018

¿Porqué perdió el PRD?

En estas semanas y en otras más por venir, abundan aspectos de la política nacional como objeto de nuestra reflexión individual y colectiva para aproximarnos a una explicación de lo que está sucediendo, en este caso, con el Partido de la RevoluciónDemocrática (PRD). Para esto, voy a entre comillar algunas cosas que dije el 17 de julio del 2007 como invitado del Comité Estatal del PRD y varios militantes de algunos municipios del estado.

“Lo que estaba en juego en esa lucha electoral era la Presidencia de la Republica para promover desde ahí uno de los dos proyectos de crecimiento económico y sus respectivas implicaciones políticas que también estaban en disputa”. Claro que nos referimos a la lucha electoral entre CuauhtémocCárdenas y Salinas de Gortari.

“El proyecto de Cuauhtémoc Cárdenas predominó en el PRD cuando se formó en 1989” y podemos describir algunos de sus rasgos: “a) Se organiza la vida económica en torno a la producción para el mercado interno y lo fortalece, b) Se produce un aumento en los salarios reales, c) Se abre la posibilidad de que las masas trabajadoras avancen en organización e incrementen sus ingresos, d) La escasa vida parlamentaria cobra mayor vigencia y las elecciones aparecen como si ese fuera el método de alternancia en el poder, e) Logra su mayor expresión la democracia y los partidos políticos afloran con la vitalidad de que son capaces en esas condiciones”.

“Es el mismo proyecto que en la práctica política del PRD se tornó inviable, y no dudo en pensar que, hasta 18 años después, algunos dirigentes perredistas empiezan a pensar que su proyecto ha sido derrotado”. El proyecto triunfador, (De la Madrid-Salinas) fue “borrando todo vestigio del proyecto derrotado, hasta reducir a sus impulsores a la impotencia: Los ha hecho dudar de sus propias conquistas, les ha restado ya fuerza argumentativa y fuerza moral, ya no saben los perredistas por que luchar y, por lo mismo, ya no confían en su propia organización. Cabe esperar que toquen fondo y tengan un punto de partida firme, para que retomen la iniciativa programática y organizativa, e inicien una ofensiva democrática a plenitud”.

El proyecto triunfador “No encontró límites ni resistencia alguna de parte de los partidos con un proyecto opositor. Al contrario, los partidos políticos como el PRD, se han venido acomodando a las condiciones creadas por este proyecto, más conocido como Neoliberalismo.

“¿Qué hacer?”. “La propuesta económica en un nuevo programa o en un programa reformado, bien pudiera priorizar el mercado interno, sin romper con el mercado internacional”. Además “Si el PRD inicia una ofensiva democrática plena, es decir sin exclusión, y se convence que los trabajadores, los desempleados, las mujeres, los indígenas, es decir todos los excluidos jueguen un papel central en la toma decisiones y en las transformaciones sociales, institucionales, y normativas; entonces estaremos hablando de un nuevo partido, con otro programa, otros principios que regirán la vida interna, otra forma de organizarse que se expresará en otros estatutos”.

Ya sabemos que nada de esto hizo el PRD, pero si lo hizo López Obrador. Los resultados están a la vista de todos los mexicanos, un PRD cuya existencia fue menguando y tuvo que aliarse con el PAN para garantizar su propio registro, las corrientes internas han disminuido; de 16 que eran al díade hoy solamente quedan 7 y el debate interno se ha intensificado principalmente sobre si se autodisuelven o se refundan. Un partido MORENA triunfante, un López Obrador como presidente electo con un amplio movimiento que lo apoyó por los puntos programáticos que manifestó en campaña.


En estas semanas y en otras más por venir, abundan aspectos de la política nacional como objeto de nuestra reflexión individual y colectiva para aproximarnos a una explicación de lo que está sucediendo, en este caso, con el Partido de la RevoluciónDemocrática (PRD). Para esto, voy a entre comillar algunas cosas que dije el 17 de julio del 2007 como invitado del Comité Estatal del PRD y varios militantes de algunos municipios del estado.

“Lo que estaba en juego en esa lucha electoral era la Presidencia de la Republica para promover desde ahí uno de los dos proyectos de crecimiento económico y sus respectivas implicaciones políticas que también estaban en disputa”. Claro que nos referimos a la lucha electoral entre CuauhtémocCárdenas y Salinas de Gortari.

“El proyecto de Cuauhtémoc Cárdenas predominó en el PRD cuando se formó en 1989” y podemos describir algunos de sus rasgos: “a) Se organiza la vida económica en torno a la producción para el mercado interno y lo fortalece, b) Se produce un aumento en los salarios reales, c) Se abre la posibilidad de que las masas trabajadoras avancen en organización e incrementen sus ingresos, d) La escasa vida parlamentaria cobra mayor vigencia y las elecciones aparecen como si ese fuera el método de alternancia en el poder, e) Logra su mayor expresión la democracia y los partidos políticos afloran con la vitalidad de que son capaces en esas condiciones”.

“Es el mismo proyecto que en la práctica política del PRD se tornó inviable, y no dudo en pensar que, hasta 18 años después, algunos dirigentes perredistas empiezan a pensar que su proyecto ha sido derrotado”. El proyecto triunfador, (De la Madrid-Salinas) fue “borrando todo vestigio del proyecto derrotado, hasta reducir a sus impulsores a la impotencia: Los ha hecho dudar de sus propias conquistas, les ha restado ya fuerza argumentativa y fuerza moral, ya no saben los perredistas por que luchar y, por lo mismo, ya no confían en su propia organización. Cabe esperar que toquen fondo y tengan un punto de partida firme, para que retomen la iniciativa programática y organizativa, e inicien una ofensiva democrática a plenitud”.

El proyecto triunfador “No encontró límites ni resistencia alguna de parte de los partidos con un proyecto opositor. Al contrario, los partidos políticos como el PRD, se han venido acomodando a las condiciones creadas por este proyecto, más conocido como Neoliberalismo.

“¿Qué hacer?”. “La propuesta económica en un nuevo programa o en un programa reformado, bien pudiera priorizar el mercado interno, sin romper con el mercado internacional”. Además “Si el PRD inicia una ofensiva democrática plena, es decir sin exclusión, y se convence que los trabajadores, los desempleados, las mujeres, los indígenas, es decir todos los excluidos jueguen un papel central en la toma decisiones y en las transformaciones sociales, institucionales, y normativas; entonces estaremos hablando de un nuevo partido, con otro programa, otros principios que regirán la vida interna, otra forma de organizarse que se expresará en otros estatutos”.

Ya sabemos que nada de esto hizo el PRD, pero si lo hizo López Obrador. Los resultados están a la vista de todos los mexicanos, un PRD cuya existencia fue menguando y tuvo que aliarse con el PAN para garantizar su propio registro, las corrientes internas han disminuido; de 16 que eran al díade hoy solamente quedan 7 y el debate interno se ha intensificado principalmente sobre si se autodisuelven o se refundan. Un partido MORENA triunfante, un López Obrador como presidente electo con un amplio movimiento que lo apoyó por los puntos programáticos que manifestó en campaña.