Un año sin temor a equivocarme donde se hizo una extensa difusión en su totalidad al día de muertos, con eventos muy atinados por parte de gobierno del estado y presidenciales municipales al preservar estas tradiciones tan significativas para los mexicanos en torno a la muerte, su misticismo, y temas que van de la mano con la muerte como la espiritualidad, la religión, las costumbres mezcladas con la influencia que ha tenido nuestro país.
La semana pasada, en mi calidad de docente de la materia “México, Historia y Sociedad” que tengo a bien impartir aproximadamente diez años, una de las actividades que más disfruto por estos días es precisamente la de hacer preservar nuestras tradiciones; con la lectura de calaveras literarias con todo y convivencia de degustar pan de muerto y chocolate que siempre será una grata experiencia, considero que desde el ámbito universitario, no debemos perder la identidad de quienes fuimos, quienes somos y hacia dónde vamos culturalmente hablando por la complejidad que vivimos hoy día y la influencia que tenemos por la globalización por el intercambio de cultura que vivimos gracias a los adelantos tecnológicos y demás inventos.
Este año en particular me gustó, por todos los eventos en torno al día de muertos, desde un desfile alusivo a la muerte, desde visitas guiadas en algún panteón en el mineral, hasta la proyección de una película de terror “El Exorcista” en un panteón en Zacatecas, es decir de todos gustos, colores y sabores. Sin faltar por supuesto los tradicionales concursos de disfraces de asociaciones como #JovenesChambeandoPorZacatecas y/o Henrys restaurante de conocido empresario zacatecano, hoy actual alcalde de Zacatecas, que hasta en el edificio que ocupa la presidencia municipal se dieron dulces a los niños disfrazados que acudieron al bien inmueble por parte de los burócratas y parte de una bella tradición.
Agradezco por tercer año consecutivo al padre Juan Diego Chávez García el acompañarme al noticiero que tengo a bien conducir en Canal 9 #MásNoticias, para hablarnos de la muerte y lo natural que debemos verla para bien o mal es lo más seguro que tenemos. Pues nos fascina, nos encanta, nos seduce, le tememos, la tenemos presente en grabados, caricaturas, en el cine, en la televisión, en el arte, en la literatura, en los mercados, en la comida, en las fiestas, en la vida misma, nos levantamos no sabemos si regresemos a casa por la noche, la tenemos presente con la muerte de algún familiar, en mi caso, lo vivo, duele y se aprende a vivir con ello.
