/ miércoles 2 de octubre de 2019

Proveeduría nacional, indispensable para el crecimiento económico

En la actualidad, la manufactura de cualquier producto requiere necesariamente una gran cadena de colaboración. Por citar un ejemplo, en la construcción de un automóvil se necesitan miles de componentes de diferentes proveedores, tanto nacionales como internacionales. A la suma del valor de los materiales y procesos que son de origen local se le conoce como grado de integración nacional.

Mientras más alto sea el grado de integración nacional de un producto, su manufactura y venta tendrán un mayor impacto positivo en la economía de nuestro país, ya que se fortalece el mercado interno y se generan más y mejores empleos.

Sin embargo, en muchas ocasiones las grandes empresas recurren a proveedores externos por diferentes razones, ya sea porque los proveedores nacionales no cuentan con suficiente capacidad de producción o no cubren ciertos requerimientos de calidad, porque en el mercado local no se consiguen algunos insumos especializados, o simplemente por una escasa vinculación con las mipymes nacionales.

Precisamente el desarrollo de cadenas de proveeduría nacionales representa una gran oportunidad para detonar el crecimiento económico de México. Para lograr este objetivo se requieren políticas públicas que favorezcan el contenido nacional, y una serie de medidas enfocadas en impulsar el desarrollo de las mipymes: capacitación en el uso de nuevas tecnologías y en trámites comerciales; certificación en estándares de calidad; financiamiento público y privado para mejorar su infraestructura y capacidad productiva; programas de vinculación con otras empresas nacionales y extranjeras.

Las grandes empresas también se benefician de contar con proveedores locales: mayor rapidez y menores costo de transporte; menor impacto ambiental; menores gastos en impuestos y aduanas; mayor fortaleza ante variaciones externas; un mejor control, trazabilidad y logística en su producción y cadena de suministros; trato directo con los proveedores y mayor rapidez en la solución de problemas; cumplimiento de reglas de origen de tratados comerciales y ventajas en las licitaciones nacionales.

Además, en un contexto en donde las dos grandes potencias económicas, China y Estados Unidos, se encuentran enfrentadas y endurecen sus reglas comerciales, las cadenas de proveeduría nacionales son una excelente oportunidad para evitar aranceles y aumentar las exportaciones a ambos países.

Recordemos que en México más del 99% de las unidades productivas son mipymes, y generan más del 75% del empleo nacional. Una manera de apoyarlas es mediante su capacitación, certificación y vinculación para que se conviertan en proveedores de calidad y se integran a cadenas productivas, con beneficios directos para la sociedad y las familias de México.

La meta es generar una sinergia productiva entre mipymes y grandes empresas, una colaboración que favorezca a todo el sector productivo y a la economía del país.

*Tesorero Nacional de Canacintra

En la actualidad, la manufactura de cualquier producto requiere necesariamente una gran cadena de colaboración. Por citar un ejemplo, en la construcción de un automóvil se necesitan miles de componentes de diferentes proveedores, tanto nacionales como internacionales. A la suma del valor de los materiales y procesos que son de origen local se le conoce como grado de integración nacional.

Mientras más alto sea el grado de integración nacional de un producto, su manufactura y venta tendrán un mayor impacto positivo en la economía de nuestro país, ya que se fortalece el mercado interno y se generan más y mejores empleos.

Sin embargo, en muchas ocasiones las grandes empresas recurren a proveedores externos por diferentes razones, ya sea porque los proveedores nacionales no cuentan con suficiente capacidad de producción o no cubren ciertos requerimientos de calidad, porque en el mercado local no se consiguen algunos insumos especializados, o simplemente por una escasa vinculación con las mipymes nacionales.

Precisamente el desarrollo de cadenas de proveeduría nacionales representa una gran oportunidad para detonar el crecimiento económico de México. Para lograr este objetivo se requieren políticas públicas que favorezcan el contenido nacional, y una serie de medidas enfocadas en impulsar el desarrollo de las mipymes: capacitación en el uso de nuevas tecnologías y en trámites comerciales; certificación en estándares de calidad; financiamiento público y privado para mejorar su infraestructura y capacidad productiva; programas de vinculación con otras empresas nacionales y extranjeras.

Las grandes empresas también se benefician de contar con proveedores locales: mayor rapidez y menores costo de transporte; menor impacto ambiental; menores gastos en impuestos y aduanas; mayor fortaleza ante variaciones externas; un mejor control, trazabilidad y logística en su producción y cadena de suministros; trato directo con los proveedores y mayor rapidez en la solución de problemas; cumplimiento de reglas de origen de tratados comerciales y ventajas en las licitaciones nacionales.

Además, en un contexto en donde las dos grandes potencias económicas, China y Estados Unidos, se encuentran enfrentadas y endurecen sus reglas comerciales, las cadenas de proveeduría nacionales son una excelente oportunidad para evitar aranceles y aumentar las exportaciones a ambos países.

Recordemos que en México más del 99% de las unidades productivas son mipymes, y generan más del 75% del empleo nacional. Una manera de apoyarlas es mediante su capacitación, certificación y vinculación para que se conviertan en proveedores de calidad y se integran a cadenas productivas, con beneficios directos para la sociedad y las familias de México.

La meta es generar una sinergia productiva entre mipymes y grandes empresas, una colaboración que favorezca a todo el sector productivo y a la economía del país.

*Tesorero Nacional de Canacintra