/ martes 11 de enero de 2022

Proyecciones 2022

Tras un intenso cierre de año 2021, complejo por la abrupta estadística que destanteó a propios y ausentes, comienza un 2022 que, sin dejar de ser confuso, conserva la esperanza e ilusión que cada inicio de año trae consigo, para intentar de nuevo ese sueño pendiente, esa meta imposible o ese proyecto inconcluso.

Es importante estar preparados para asumir los retos que nos presentará el 2022. No sólo porque la preparación nos brinda claridad y conciencia, pues ya ha quedado demostrado que tener seguridad ante las realidades que se nos manifiestan, nos hace tomar mejores decisiones para enfrentar adversidades u optar por nuevas oportunidades.

Inevitablemente, la crisis de salud acentuada por el Covid, continuará. Es una realidad que nos exige cuidado permanente pues el exceso de confianza, como en cualquier situación, nos seguirá despojando de buenos momentos. Así, como si de un ciclo interminable se tratara, viviremos un año más de pandemia, esperando que la ciencia, y algo más, den fin a éste y otros males.

Los pronósticos en materia económica apuntan a un mejor escenario: pese a que en el primer trimestre del año habrá un incremento de precios generalizado por la inflación, ésta logrará reducirse gradualmente hacia el 4.8% para el cierre del año, se mantendrá el grado de inversión ante las calificadoras internacionales y habrá un estimado de 650 mil nuevas plazas en el empleo formal del IMSS. Aunque se espera un notable crecimiento en las finanzas públicas y privadas, todavía no se alcanzará el nivel de actividad económica que existía antes de la pandemia.

De igual manera, será un año de suma trascendencia para el pueblo de México, puesto que serán entregados tres, de los tantos megaproyectos, del Gobierno Federal: el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, que contrario a lo que muchos señalaban, si es de primer nivel; el tren interurbano México – Toluca, que propiciará una mayor y mejor conectividad para las personas; y la Refinería de Dos Bocas, indudable potenciador de la economía que nos hará autosuficientes en materia energética.

Este año también habrá elecciones y, por supuesto, consulta popular para la revocación de mandato. Los conflictos entre los poderes persistirán, y volveremos a ser testigos de políticos con nula convicción y moral, y de otros, muy escasos, que si demuestran interés por atender las exigencias sociales, o por lo menos, eso aparentan.

Pese a lo caótico que pudiera parecer el inicio del 2022, sobre todo por los problemas que se arrastran del año anterior, y aunque pudiera sonar gastado, auguro para todos y todas un año lleno de éxitos. El escenario no será fácil, pero con trabajo, esfuerzo y muchas ganas por salir adelante, viviremos un futuro más próspero.

Tras un intenso cierre de año 2021, complejo por la abrupta estadística que destanteó a propios y ausentes, comienza un 2022 que, sin dejar de ser confuso, conserva la esperanza e ilusión que cada inicio de año trae consigo, para intentar de nuevo ese sueño pendiente, esa meta imposible o ese proyecto inconcluso.

Es importante estar preparados para asumir los retos que nos presentará el 2022. No sólo porque la preparación nos brinda claridad y conciencia, pues ya ha quedado demostrado que tener seguridad ante las realidades que se nos manifiestan, nos hace tomar mejores decisiones para enfrentar adversidades u optar por nuevas oportunidades.

Inevitablemente, la crisis de salud acentuada por el Covid, continuará. Es una realidad que nos exige cuidado permanente pues el exceso de confianza, como en cualquier situación, nos seguirá despojando de buenos momentos. Así, como si de un ciclo interminable se tratara, viviremos un año más de pandemia, esperando que la ciencia, y algo más, den fin a éste y otros males.

Los pronósticos en materia económica apuntan a un mejor escenario: pese a que en el primer trimestre del año habrá un incremento de precios generalizado por la inflación, ésta logrará reducirse gradualmente hacia el 4.8% para el cierre del año, se mantendrá el grado de inversión ante las calificadoras internacionales y habrá un estimado de 650 mil nuevas plazas en el empleo formal del IMSS. Aunque se espera un notable crecimiento en las finanzas públicas y privadas, todavía no se alcanzará el nivel de actividad económica que existía antes de la pandemia.

De igual manera, será un año de suma trascendencia para el pueblo de México, puesto que serán entregados tres, de los tantos megaproyectos, del Gobierno Federal: el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, que contrario a lo que muchos señalaban, si es de primer nivel; el tren interurbano México – Toluca, que propiciará una mayor y mejor conectividad para las personas; y la Refinería de Dos Bocas, indudable potenciador de la economía que nos hará autosuficientes en materia energética.

Este año también habrá elecciones y, por supuesto, consulta popular para la revocación de mandato. Los conflictos entre los poderes persistirán, y volveremos a ser testigos de políticos con nula convicción y moral, y de otros, muy escasos, que si demuestran interés por atender las exigencias sociales, o por lo menos, eso aparentan.

Pese a lo caótico que pudiera parecer el inicio del 2022, sobre todo por los problemas que se arrastran del año anterior, y aunque pudiera sonar gastado, auguro para todos y todas un año lleno de éxitos. El escenario no será fácil, pero con trabajo, esfuerzo y muchas ganas por salir adelante, viviremos un futuro más próspero.