/ miércoles 15 de julio de 2020

Pugna informativa en política

En política es normal la lucha entre adversarios para obtener el poder o mantenerlo, un mecanismo fundamental es utilizar a favor la información que orienta la opinión pública, pero en México esta lucha adquiere elementos conflictivos.

Entre los mecanismos principales está resaltar incapacidad del grupo que gobierna o en su caso publicar la capacidad de gobernanza. Otro problema más que ya tenemos los ciudadanos comunes lo ocasiona la clase política tanto en partidos, simpatizantes de éstos y ciudadanos que no pertenecen a ningún partido pero critican, a veces sin fundamento o hacen burla de políticos demostrando con ello su bajo valor intelectual o moral. Hay personas y periodistas que argumentan, critican o sugieren de política sanitaria, económica o electoral sin tener conocimiento básico de inmunología y estadística, argumentan de finanzas, de macroeconomía, dinámica de correlación de fuerzas, pero sin lógica y a veces sin honestidad.

Ejemplo la campaña contraria a todo lo que sea o resulte de la denominada “Cuarta Transformación” (4T), muchas veces leemos o escuchamos mensajes con odio, discriminación (principalmente a “chairos”), con desconocimiento de la situación real de nuestra economía y del desarrollo en contextos internacional y nacional, o de dificultades heredadas por el neoliberalismo económico, hay quienes defienden que esta forma de trabajo entre gran capital y poder político es libre empresa y que no deben cuestionarse tales procedimientos. Leemos que el gran capital mexicano está muy molesto porque ahora ya pagan impuestos comenzando con los pendientes y pagan campañas de golpeteo. Hay empleados de gobierno o de empresas cuyo ingreso promedio es de quince mil pesos mensuales que son los más férreos defensores de estos grandes empresarios. Esta gente se autoerigen como jueces para emitir como incuestionables sus conclusiones en inmunología, en microeconomía de regiones de subsistencia o desarrollo organizacional.

Por otra parte, los miembros y defensores de la 4T emiten mensajes donde exhiben corrupción, mala toma de decisiones gubernamentales anteriores, refieren la pasividad de ciudadanos simpatizantes de regímenes priístas o panistas reclamandoles que antes toleraron o solaparon esos malos manejos de élites económicas y políticas, así como no hicieron nada ante incremento de pobreza en más de la mitad de mexicanos.

Aquí se propone: que la ciudadanía en general no haga caso a mensajes o publicaciones políticas que contengan resentimiento, odio, incoherencia intelectual o descalificación a otros. Con ello pudiera elevarse el nivel de debate político ciudadano.

En política es normal la lucha entre adversarios para obtener el poder o mantenerlo, un mecanismo fundamental es utilizar a favor la información que orienta la opinión pública, pero en México esta lucha adquiere elementos conflictivos.

Entre los mecanismos principales está resaltar incapacidad del grupo que gobierna o en su caso publicar la capacidad de gobernanza. Otro problema más que ya tenemos los ciudadanos comunes lo ocasiona la clase política tanto en partidos, simpatizantes de éstos y ciudadanos que no pertenecen a ningún partido pero critican, a veces sin fundamento o hacen burla de políticos demostrando con ello su bajo valor intelectual o moral. Hay personas y periodistas que argumentan, critican o sugieren de política sanitaria, económica o electoral sin tener conocimiento básico de inmunología y estadística, argumentan de finanzas, de macroeconomía, dinámica de correlación de fuerzas, pero sin lógica y a veces sin honestidad.

Ejemplo la campaña contraria a todo lo que sea o resulte de la denominada “Cuarta Transformación” (4T), muchas veces leemos o escuchamos mensajes con odio, discriminación (principalmente a “chairos”), con desconocimiento de la situación real de nuestra economía y del desarrollo en contextos internacional y nacional, o de dificultades heredadas por el neoliberalismo económico, hay quienes defienden que esta forma de trabajo entre gran capital y poder político es libre empresa y que no deben cuestionarse tales procedimientos. Leemos que el gran capital mexicano está muy molesto porque ahora ya pagan impuestos comenzando con los pendientes y pagan campañas de golpeteo. Hay empleados de gobierno o de empresas cuyo ingreso promedio es de quince mil pesos mensuales que son los más férreos defensores de estos grandes empresarios. Esta gente se autoerigen como jueces para emitir como incuestionables sus conclusiones en inmunología, en microeconomía de regiones de subsistencia o desarrollo organizacional.

Por otra parte, los miembros y defensores de la 4T emiten mensajes donde exhiben corrupción, mala toma de decisiones gubernamentales anteriores, refieren la pasividad de ciudadanos simpatizantes de regímenes priístas o panistas reclamandoles que antes toleraron o solaparon esos malos manejos de élites económicas y políticas, así como no hicieron nada ante incremento de pobreza en más de la mitad de mexicanos.

Aquí se propone: que la ciudadanía en general no haga caso a mensajes o publicaciones políticas que contengan resentimiento, odio, incoherencia intelectual o descalificación a otros. Con ello pudiera elevarse el nivel de debate político ciudadano.