/ miércoles 24 de junio de 2020

Pugna presidencial e Instituto Nacional Electoral

Estos días leemos de una pugna entre el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y el Instituto Nacional Electoral (INE) que puede volverse contraproducente a la construcción, aún, de nuestra democracia.

Las últimas publicaciones periodísticas son:

El Sol de México (22/junio/2020) nos informa que el Presidente López Obrador expresó que el INE es “Un aparato costosísimo y nunca garantizaron elecciones limpias”, “… es el más caro del mundo y que algunos de sus integrantes fueron incluidos como parte de un supuesto Bloque Opositor Amplio contra Morena y el Presidente”; Lorenzo Córdova Vianello, Consejero Presidente del INE, responde “la situación de emergencia no debe ser pretexto para vulnerar a la democracia ni para mermar la división de poderes o debilitar a los organismos autónomos. Menos aún para confundir a las autoridades electorales con actores o posturas políticas como irresponsablemente está tratando de hacerse”, “en una democracia hay árbitros y éstos están por encima de los actores políticos, por lo que confió que, como buen demócrata (refiere a AMLO), aceptará los resultados del próximo año para no sumar un problema de gobernabilidad a su gobierno”.

Esta diferencia de años entre INE y ahora es 4T o Morena que supuestamente pretende tener hegemonía partidista combinada con el poder político y gubernamental en el país, como en la época dominante del priísmo, y así se interpreta su propuesta de ley para modificar los tiempos de duración de consejeros electorales que presentó el 26 de noviembre 2019. Por otra parte, tenemos un INE cuyos principales consejeros son propuestos por partidos políticos para tener mayoría al momento de votaciones clave dentro del INE a favor de partidos políticos, aunado que los consejeros están molestos por disminución de sus altos salarios, tienen pues una visión y quizá ánimos contrarios al gobierno de AMLO.

Los mexicanos hemos anhelado verdadera democracia desde la revolución en 1910 hasta la fecha para tener calidad de vida, por tanto no es conveniente que ante el creciente encono entre grupos conservadores antiAMLO y las combativas huestes de la izquierda electorera nos lleven a una crisis de gobierno con afán de ostentar el poder del 2021 en delante. A nadie nos conviene un gobierno federal golpeado políticamente como tampoco un INE sin autonomía y débil para organizar, conducir y dar credibilidad a procesos electorales. Debe haber cordura entre las partes.

Estos días leemos de una pugna entre el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y el Instituto Nacional Electoral (INE) que puede volverse contraproducente a la construcción, aún, de nuestra democracia.

Las últimas publicaciones periodísticas son:

El Sol de México (22/junio/2020) nos informa que el Presidente López Obrador expresó que el INE es “Un aparato costosísimo y nunca garantizaron elecciones limpias”, “… es el más caro del mundo y que algunos de sus integrantes fueron incluidos como parte de un supuesto Bloque Opositor Amplio contra Morena y el Presidente”; Lorenzo Córdova Vianello, Consejero Presidente del INE, responde “la situación de emergencia no debe ser pretexto para vulnerar a la democracia ni para mermar la división de poderes o debilitar a los organismos autónomos. Menos aún para confundir a las autoridades electorales con actores o posturas políticas como irresponsablemente está tratando de hacerse”, “en una democracia hay árbitros y éstos están por encima de los actores políticos, por lo que confió que, como buen demócrata (refiere a AMLO), aceptará los resultados del próximo año para no sumar un problema de gobernabilidad a su gobierno”.

Esta diferencia de años entre INE y ahora es 4T o Morena que supuestamente pretende tener hegemonía partidista combinada con el poder político y gubernamental en el país, como en la época dominante del priísmo, y así se interpreta su propuesta de ley para modificar los tiempos de duración de consejeros electorales que presentó el 26 de noviembre 2019. Por otra parte, tenemos un INE cuyos principales consejeros son propuestos por partidos políticos para tener mayoría al momento de votaciones clave dentro del INE a favor de partidos políticos, aunado que los consejeros están molestos por disminución de sus altos salarios, tienen pues una visión y quizá ánimos contrarios al gobierno de AMLO.

Los mexicanos hemos anhelado verdadera democracia desde la revolución en 1910 hasta la fecha para tener calidad de vida, por tanto no es conveniente que ante el creciente encono entre grupos conservadores antiAMLO y las combativas huestes de la izquierda electorera nos lleven a una crisis de gobierno con afán de ostentar el poder del 2021 en delante. A nadie nos conviene un gobierno federal golpeado políticamente como tampoco un INE sin autonomía y débil para organizar, conducir y dar credibilidad a procesos electorales. Debe haber cordura entre las partes.