/ lunes 13 de enero de 2020

Rayos de sol

CERESO.- Hace tiempo se decía que un gobernador reacondicionaba y construía más Ceresos que escuelas, porque era más probable que cuando terminara su encargo un día caería ahí que regresar a la escuela.

NUEVO.- Hoy, sin embargo, es necesaria la construcción de un nuevo Cereso, o que los internos de alta peligrosidad que están en el lugar sean trasladados a un Centro de máxima o, al menos, mediana seguridad.

BOMBA.- Como el gobernador Alejandro Tello dijo, el Cereso de Cieneguillas es, hoy, una “bomba de tiempo” que en cualquier momento puede explotar.

ESCAPE.- No hay que olvidar que en 2009, de ese mismo centro penitenciario, escaparon 53 internos y se fueron por la puerta principal, salían, regresaban y hasta a la cámara sonreían, hoy se puede decir, a 11 años de aquello, que la mayoría no regresaron a su encierro.

ENCIERRO.- Ahí aplica aquello del preso que le preguntaba a su compañero de celda por qué estaba encerrado, y la respuesta del compañero fue “por lo mismo que tú, porque no me dejan salir”. Bueno, en este caso ni permiso pidieron, o al menos se cree.

DESTINO.- Algunos fueron asesinados afuera al seguir su carrera criminal, otros se desaparecieron, a pesar de que había recompensa por todos y cada uno de ellos, y muy pocos, alrededor de 20, fueron los recapturados, prácticamente nada ha pasado desde entonces.

OPERATIVO.- En aquel entonces las investigaciones concluyeron que en el operativo participaron al menos 10 vehículos y 20 personas que portaban uniformes de la desaparecida Agencia Federal de Investigación (AFI); de la Policía Federal (PF) y de la Procuraduría General de la República (PGR).

MINUTOS.- Bastaron sólo cinco minutos para que la operación de evasión de los 26 internos del fuero común y 27 del fuero federal se consumara.

DELITOS.- Desde entonces, la situación se ha agravado por el tipo de internos que deben de estar en ese penal, cada vez por delitos más fuertes y generalmente del orden federal, en su mayoría relacionados con el narcotráfico.

SEGURIDAD.- Por eso, cuando uno de los custodios le preguntó a un interno por qué él no se había escapado con sus compañeros, éste respondió que adentro comía tres veces al día, podía usar hasta teléfono celular en el interior, hasta mezcal podía beber, y afuera la delincuencia estaba muy fuerte, así que ahí estaba más seguro.

DESAPARECIDA.- Tampoco hay que olvidar que una ex directora del Cereso fue sustraída por grupos criminales que llegaron a su casa y a la fecha se desconoce el destino que tuvo.

EXPLOSIONES.- La riña suscitada en fin de año es sólo una prueba de la bomba de tiempo que hay al interior, y va a seguir explotando en pequeñas dosis o en grandes.

CERESO.- Hace tiempo se decía que un gobernador reacondicionaba y construía más Ceresos que escuelas, porque era más probable que cuando terminara su encargo un día caería ahí que regresar a la escuela.

NUEVO.- Hoy, sin embargo, es necesaria la construcción de un nuevo Cereso, o que los internos de alta peligrosidad que están en el lugar sean trasladados a un Centro de máxima o, al menos, mediana seguridad.

BOMBA.- Como el gobernador Alejandro Tello dijo, el Cereso de Cieneguillas es, hoy, una “bomba de tiempo” que en cualquier momento puede explotar.

ESCAPE.- No hay que olvidar que en 2009, de ese mismo centro penitenciario, escaparon 53 internos y se fueron por la puerta principal, salían, regresaban y hasta a la cámara sonreían, hoy se puede decir, a 11 años de aquello, que la mayoría no regresaron a su encierro.

ENCIERRO.- Ahí aplica aquello del preso que le preguntaba a su compañero de celda por qué estaba encerrado, y la respuesta del compañero fue “por lo mismo que tú, porque no me dejan salir”. Bueno, en este caso ni permiso pidieron, o al menos se cree.

DESTINO.- Algunos fueron asesinados afuera al seguir su carrera criminal, otros se desaparecieron, a pesar de que había recompensa por todos y cada uno de ellos, y muy pocos, alrededor de 20, fueron los recapturados, prácticamente nada ha pasado desde entonces.

OPERATIVO.- En aquel entonces las investigaciones concluyeron que en el operativo participaron al menos 10 vehículos y 20 personas que portaban uniformes de la desaparecida Agencia Federal de Investigación (AFI); de la Policía Federal (PF) y de la Procuraduría General de la República (PGR).

MINUTOS.- Bastaron sólo cinco minutos para que la operación de evasión de los 26 internos del fuero común y 27 del fuero federal se consumara.

DELITOS.- Desde entonces, la situación se ha agravado por el tipo de internos que deben de estar en ese penal, cada vez por delitos más fuertes y generalmente del orden federal, en su mayoría relacionados con el narcotráfico.

SEGURIDAD.- Por eso, cuando uno de los custodios le preguntó a un interno por qué él no se había escapado con sus compañeros, éste respondió que adentro comía tres veces al día, podía usar hasta teléfono celular en el interior, hasta mezcal podía beber, y afuera la delincuencia estaba muy fuerte, así que ahí estaba más seguro.

DESAPARECIDA.- Tampoco hay que olvidar que una ex directora del Cereso fue sustraída por grupos criminales que llegaron a su casa y a la fecha se desconoce el destino que tuvo.

EXPLOSIONES.- La riña suscitada en fin de año es sólo una prueba de la bomba de tiempo que hay al interior, y va a seguir explotando en pequeñas dosis o en grandes.