/ viernes 22 de mayo de 2020

Referente periodístico │ Deben ser llamados a cuentas

Informe preliminar de la auditoría

Un año, tres meses y como unos 21 días le quedan al gobierno de Alejandro Tello Cristerna, tiempo insuficiente para limpiar la corrupción que por sexenios se enquistó en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado de Zacatecas (Issstezac). Será muy complicado, insisto, por el poco tiempo, para dejar un instituto fuerte, viable y transparente.

El tiempo se le vino encima.

La corrupción tiene varios rostros, no todo ha sido desvíos de recursos, pago indebido de favores, incrementó exorbitantes a los salarios y pensiones, entre otras malas prácticas. El Issstezac dejó de ser la “caja chica” del Gobierno de Zacatecas desde hace varios años, pero aun así seguía la corrupción en cualquiera de sus modalidades.

Las cosas por su nombre.

Ante este escenario, me parece, que varios directores que han pasado por el Issstezac deberían llamados a cuentas, porque han responsabilidad en el déficit que hoy tiene el instituto. Es claro que su recuperación no será rápida ni sencilla. Y cuando nos referimos que varios directores tienen que ser llamados a cuenta, eso incluye al actual: Marco Vinicio Flores Guerrero.

Todos deben una explicación.

El informe preliminar de auditoría

El informe preliminar que realizó la Auditoría Superior del Estado (ASE) que encabeza Raúl Brito Berúmen se encuentra en la LXIII Legislatura del Estado y sin conocerse públicamente, es claro, que sólo confirma lo que ha sido un secreto a voces: el Issstezac es sinónimo de corrupción.

Nada nuevo pues encontraron.

En medio de esta discusión es claro que la viabilidad financiera está muy debilitada, los recursos están literalmente agotados y la reserva técnica, según el propio informe apenas sería de un año y meses. Es suma, el Issstezac es una bomba de tiempo.

Por decir lo menos.

Reitero, cuando digo que los directores deberían ser llamados a cuentas, no es para que digan sus vivencias, sino para que respondan por sus anomalías. En algunos casos, para que regresen lo que se llevaron.

Cada quién sabe su historia.

La reserva técnica se acaba

Dentro del mismo informe, yace también el dato que la reserva técnica del Issstezac apenas si alcanzaría para un año y meses más lo que pondría en aprietos, aún más al Instituto. Sombrío es el panorama que se observa.

Cuidado. Mucho cuidado.

A lo que pretendemos llegar, es que para rescatar al Issstezac se requiere de tiempo, recursos, esfuerzo y una serie de estrategias, -muchas de ellas impopulares- pero sobre todo la voluntad política del Ejecutivo, porque lo peor que le puede pasar a Tello Cristerna es que le quieran cargar el muertito.

Sobre aviso no hay engaño.

En resumen, el informe preliminar de la enésima auditoría al Issstezac ya se encuentra en poder de los diputados que, conociéndolos, poco o nada podrán hacer. Dicho de otra manera, el rescate total del Issstezac se ve lejano y con la pandemia del Covid-19 encima, pues mucho menos.

El tiempo juega en contra.


Hasta el lunes.

Informe preliminar de la auditoría

Un año, tres meses y como unos 21 días le quedan al gobierno de Alejandro Tello Cristerna, tiempo insuficiente para limpiar la corrupción que por sexenios se enquistó en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado de Zacatecas (Issstezac). Será muy complicado, insisto, por el poco tiempo, para dejar un instituto fuerte, viable y transparente.

El tiempo se le vino encima.

La corrupción tiene varios rostros, no todo ha sido desvíos de recursos, pago indebido de favores, incrementó exorbitantes a los salarios y pensiones, entre otras malas prácticas. El Issstezac dejó de ser la “caja chica” del Gobierno de Zacatecas desde hace varios años, pero aun así seguía la corrupción en cualquiera de sus modalidades.

Las cosas por su nombre.

Ante este escenario, me parece, que varios directores que han pasado por el Issstezac deberían llamados a cuentas, porque han responsabilidad en el déficit que hoy tiene el instituto. Es claro que su recuperación no será rápida ni sencilla. Y cuando nos referimos que varios directores tienen que ser llamados a cuenta, eso incluye al actual: Marco Vinicio Flores Guerrero.

Todos deben una explicación.

El informe preliminar de auditoría

El informe preliminar que realizó la Auditoría Superior del Estado (ASE) que encabeza Raúl Brito Berúmen se encuentra en la LXIII Legislatura del Estado y sin conocerse públicamente, es claro, que sólo confirma lo que ha sido un secreto a voces: el Issstezac es sinónimo de corrupción.

Nada nuevo pues encontraron.

En medio de esta discusión es claro que la viabilidad financiera está muy debilitada, los recursos están literalmente agotados y la reserva técnica, según el propio informe apenas sería de un año y meses. Es suma, el Issstezac es una bomba de tiempo.

Por decir lo menos.

Reitero, cuando digo que los directores deberían ser llamados a cuentas, no es para que digan sus vivencias, sino para que respondan por sus anomalías. En algunos casos, para que regresen lo que se llevaron.

Cada quién sabe su historia.

La reserva técnica se acaba

Dentro del mismo informe, yace también el dato que la reserva técnica del Issstezac apenas si alcanzaría para un año y meses más lo que pondría en aprietos, aún más al Instituto. Sombrío es el panorama que se observa.

Cuidado. Mucho cuidado.

A lo que pretendemos llegar, es que para rescatar al Issstezac se requiere de tiempo, recursos, esfuerzo y una serie de estrategias, -muchas de ellas impopulares- pero sobre todo la voluntad política del Ejecutivo, porque lo peor que le puede pasar a Tello Cristerna es que le quieran cargar el muertito.

Sobre aviso no hay engaño.

En resumen, el informe preliminar de la enésima auditoría al Issstezac ya se encuentra en poder de los diputados que, conociéndolos, poco o nada podrán hacer. Dicho de otra manera, el rescate total del Issstezac se ve lejano y con la pandemia del Covid-19 encima, pues mucho menos.

El tiempo juega en contra.


Hasta el lunes.