/ miércoles 10 de noviembre de 2021

Referente periodístico │ La presunción de inocencia

La presunción de inocencia

En el escándalo de la Estafa legislativa donde se denunció que 25 de 30 exdiputados cometieron presuntos actos de corrupción por 200 millones de pesos, hoy varios de ellos son Secretarios en el gobierno de David Monreal Ávila; debe prevalecer la presunción de inocencia hasta en tanto una autoridad no se pronuncie al respecto. Bajo este precepto jurídico “nadie es culpable, hasta en tanto no se pruebe lo contrario”.

Y en esta estamos…

Por lo pronto, hoy el polémico diputado de Morena, Ernesto González Romo, acude ante la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) que encabeza el histórico Pablo Gómez para interponer la denuncia correspondiente y se investigue a estos 25 exdiputados de la LXIII Legislatura del Estado.

Esto es lo que debió ocurrir primero.

Es evidente que mientras continúen las especulaciones sobre la estafa legislativa, éstas no bajarán de tono, hasta en tanto una autoridad no se pronuncie al respecto para responsabilizar a los presuntos señalados o los exima de cualquier acto de corrupción. Sin embargo, la sospecha está.

Hoy Ernesto González los denunciará.

El silencio de los inocentes

Para la opinión pública no pasará nada, para otro sector se está cocinando un acuerdo político para que los señalados salgan ilesos, más no limpios, al final del día la mancha de que hubo corrupción va a permanecer. En el país de la impunidad se percibe que no pasará nada.

Hasta ahora todo es subjetivo.

Bajo esta suposición, este día el acusador, Ernesto González Romo, tiene su cita en la UIF donde interpondrá el expediente respectivo de la Estafa legislativa por la desaparición de 200 millones de pesos y que, se supone, quedaron en manos de 25 exlegisladores.

Debe prevalecer la presunción de inocencia.

Por cierto, ayer nos dimos a la tarea de buscar a varios exdiputados que no contestaron la llamada ni tampoco los mensajes, cuando en el pasado reciente, lo hacían a la primera y sin el menor rubor.

Hoy algunos ya ni contestan. ¿Por qué?

¿Quién pierde con todo esto?

Incluso, los dirigentes de las cámaras empresariales de la Coparmex, Canirac, Canadevi y AHMZ han repudiado el circo legislativo que se está observando con la estafa legislativa

Puro show es el que se está viendo.

Más allá de lo que la autoridad como la UIF o la Auditoría Superior del Estado (ASE) diga, al final del día, este tipo de acontecimiento le pega al Ejecutivo, David Monreal Ávila. ¿Por qué?, porque tiene, por los menos, cuatros diputados que entran en la sospecha de la corrupción.

Pero adentro no lo están leyendo así.

En suma, decíamos ayer si el diputado Ernesto González Romo logra con las pruebas desnudar la corrupción sus bonos se irán a las nubes, sino no es así, él será quien enfrente a la justicia por daño moral. De manera que el proceso será muy largo, antes de ver una resolución judicial.

Vaya espectáculo circense.

La presunción de inocencia

En el escándalo de la Estafa legislativa donde se denunció que 25 de 30 exdiputados cometieron presuntos actos de corrupción por 200 millones de pesos, hoy varios de ellos son Secretarios en el gobierno de David Monreal Ávila; debe prevalecer la presunción de inocencia hasta en tanto una autoridad no se pronuncie al respecto. Bajo este precepto jurídico “nadie es culpable, hasta en tanto no se pruebe lo contrario”.

Y en esta estamos…

Por lo pronto, hoy el polémico diputado de Morena, Ernesto González Romo, acude ante la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) que encabeza el histórico Pablo Gómez para interponer la denuncia correspondiente y se investigue a estos 25 exdiputados de la LXIII Legislatura del Estado.

Esto es lo que debió ocurrir primero.

Es evidente que mientras continúen las especulaciones sobre la estafa legislativa, éstas no bajarán de tono, hasta en tanto una autoridad no se pronuncie al respecto para responsabilizar a los presuntos señalados o los exima de cualquier acto de corrupción. Sin embargo, la sospecha está.

Hoy Ernesto González los denunciará.

El silencio de los inocentes

Para la opinión pública no pasará nada, para otro sector se está cocinando un acuerdo político para que los señalados salgan ilesos, más no limpios, al final del día la mancha de que hubo corrupción va a permanecer. En el país de la impunidad se percibe que no pasará nada.

Hasta ahora todo es subjetivo.

Bajo esta suposición, este día el acusador, Ernesto González Romo, tiene su cita en la UIF donde interpondrá el expediente respectivo de la Estafa legislativa por la desaparición de 200 millones de pesos y que, se supone, quedaron en manos de 25 exlegisladores.

Debe prevalecer la presunción de inocencia.

Por cierto, ayer nos dimos a la tarea de buscar a varios exdiputados que no contestaron la llamada ni tampoco los mensajes, cuando en el pasado reciente, lo hacían a la primera y sin el menor rubor.

Hoy algunos ya ni contestan. ¿Por qué?

¿Quién pierde con todo esto?

Incluso, los dirigentes de las cámaras empresariales de la Coparmex, Canirac, Canadevi y AHMZ han repudiado el circo legislativo que se está observando con la estafa legislativa

Puro show es el que se está viendo.

Más allá de lo que la autoridad como la UIF o la Auditoría Superior del Estado (ASE) diga, al final del día, este tipo de acontecimiento le pega al Ejecutivo, David Monreal Ávila. ¿Por qué?, porque tiene, por los menos, cuatros diputados que entran en la sospecha de la corrupción.

Pero adentro no lo están leyendo así.

En suma, decíamos ayer si el diputado Ernesto González Romo logra con las pruebas desnudar la corrupción sus bonos se irán a las nubes, sino no es así, él será quien enfrente a la justicia por daño moral. De manera que el proceso será muy largo, antes de ver una resolución judicial.

Vaya espectáculo circense.