/ jueves 13 de agosto de 2020

Referente periodístico │ Tello no se meterá

El priismo se desconcierta

Tradicionalmente, en vísperas de cualquier sucesión (por lo menos un año antes), los gobernadores (as) en turno, se metían de lleno a la elección. Lo hizo Ricardo Monreal Ávila, Amalia Dolores García Medina y Miguel Alonso Reyes. Es claro, que Alejandro Tello Cristerna no lo hará. Lo que menos quiere son dolores de cabeza, situación que al priismo lo tiene desconcertado.

Y no es para menos.

Y si en una de esas, el mandatario Tello Cristerna intentara meterse a la sucesión, me parece, que lo haría por encimita, por su forma de ver la política, es decir, difícilmente lo hará como lo hicieron -por lo menos- sus últimos tres antecesores. Basta ver la historia de 1998 a la fecha.

Todos se metieron.

Arturo Romo Gutiérrez y Genaro Borrego Estrada y los anteriores a ellos, no tuvieron esa necesidad (de involucrarse en la sucesión), no se metieron tampoco porque eran los tiempos del PRI total, donde la “oposición” era insignificante, no representaba riesgo de nada. Elegían a su sucesor.

Y ponían la maquinaría a jalar.

Tello, el principal activo

En entregas anteriores hemos consignado que -para bien o para mal- el gobernador Alejandro Tello Cristerna es y sigue siendo el principal activo político estatal en este momento para el PRI, no hay otra figura representativa que les pueda ayudar para la sucesión del 2021.

Es en serio, no tienen a nadie.

Incluso, la propia figura de Miguel Alonso Reyes en este momento no es conveniente, pero si lo requieren tendrán que pensarlo dos veces. La irritación social de un sector de la sociedad zacatecana persiste en contra el exmandatario. El PRI debe pensarlo bien antes de invitar a MAR.

Así se está leyendo.

La senadora Claudia Anaya Mota (aspirante a suceder a Tello) y Carlos Pavón son los únicos legisladores federales con los que cuenta el PRI zacatecano, aunque, para ser francos, al segundo no se le ve muy metido en el partido. Tello Cristerna, es con mucho pues el principal activo.

Son tiempos complejos.

La definición se asoma

De acuerdo a los tiempos electorales, la definición del candidato (a) a gobernador en el PRI, podría darse hasta el próximo año, situación que los pondría en desventaja contra la alianza de enfrente que, sólo espera el momento justo para aparecer. La construcción de la alianza marcha al parejo.

La definición podría adelantarse.

Como es del dominio público, tres son los aspirantes a la candidatura: Adolfo Bonilla Gómez, Claudia Anaya Mota y Roberto Luévano Ruiz (que no quita el dedo del renglón).

En ese orden se deben poner.

Así las cosas, es complicado ver a un gobernador en turno no estar tan involucrado en la sucesión de 2021, no al menos, como lo hicieron sus últimos tres antecesores. Son estilos, se entiende.

El PRI debe replantear la estrategia.

Hasta mañana.

El priismo se desconcierta

Tradicionalmente, en vísperas de cualquier sucesión (por lo menos un año antes), los gobernadores (as) en turno, se metían de lleno a la elección. Lo hizo Ricardo Monreal Ávila, Amalia Dolores García Medina y Miguel Alonso Reyes. Es claro, que Alejandro Tello Cristerna no lo hará. Lo que menos quiere son dolores de cabeza, situación que al priismo lo tiene desconcertado.

Y no es para menos.

Y si en una de esas, el mandatario Tello Cristerna intentara meterse a la sucesión, me parece, que lo haría por encimita, por su forma de ver la política, es decir, difícilmente lo hará como lo hicieron -por lo menos- sus últimos tres antecesores. Basta ver la historia de 1998 a la fecha.

Todos se metieron.

Arturo Romo Gutiérrez y Genaro Borrego Estrada y los anteriores a ellos, no tuvieron esa necesidad (de involucrarse en la sucesión), no se metieron tampoco porque eran los tiempos del PRI total, donde la “oposición” era insignificante, no representaba riesgo de nada. Elegían a su sucesor.

Y ponían la maquinaría a jalar.

Tello, el principal activo

En entregas anteriores hemos consignado que -para bien o para mal- el gobernador Alejandro Tello Cristerna es y sigue siendo el principal activo político estatal en este momento para el PRI, no hay otra figura representativa que les pueda ayudar para la sucesión del 2021.

Es en serio, no tienen a nadie.

Incluso, la propia figura de Miguel Alonso Reyes en este momento no es conveniente, pero si lo requieren tendrán que pensarlo dos veces. La irritación social de un sector de la sociedad zacatecana persiste en contra el exmandatario. El PRI debe pensarlo bien antes de invitar a MAR.

Así se está leyendo.

La senadora Claudia Anaya Mota (aspirante a suceder a Tello) y Carlos Pavón son los únicos legisladores federales con los que cuenta el PRI zacatecano, aunque, para ser francos, al segundo no se le ve muy metido en el partido. Tello Cristerna, es con mucho pues el principal activo.

Son tiempos complejos.

La definición se asoma

De acuerdo a los tiempos electorales, la definición del candidato (a) a gobernador en el PRI, podría darse hasta el próximo año, situación que los pondría en desventaja contra la alianza de enfrente que, sólo espera el momento justo para aparecer. La construcción de la alianza marcha al parejo.

La definición podría adelantarse.

Como es del dominio público, tres son los aspirantes a la candidatura: Adolfo Bonilla Gómez, Claudia Anaya Mota y Roberto Luévano Ruiz (que no quita el dedo del renglón).

En ese orden se deben poner.

Así las cosas, es complicado ver a un gobernador en turno no estar tan involucrado en la sucesión de 2021, no al menos, como lo hicieron sus últimos tres antecesores. Son estilos, se entiende.

El PRI debe replantear la estrategia.

Hasta mañana.