/ jueves 18 de febrero de 2021

Referente periodístico | 4T, más cuidado

Fu un acto de influyentismo

Aunque primero confronta con su tardía postura, pero fue oportuno que Verónica Díaz Robles saliera a precisar qué pasó con esos 33 zacatecanos (as) influyentes que se vacunaron en la comunidad de Bañón, en Villa de Cos.

Acción que irritó a la sociedad.

Este acontecimiento debe servir para dos cosas. 1) para que no vuelva a ocurrir, porque molesta a la ciudadanía y, 2) deben ser sancionados aquellos que permitieron este acto de influyentismo a todas luces.

Contraviene a la 4T.

Que quede claro, no es contra quienes recibieron la vacuna, sino contra el discurso contradictorio de la 4T. El propio presidente Andrés Manuel López Obrador pidió no "saltarse la fila" y, en Zacatecas lo desobedecen.

Como ahí qué señores.

Castigo a los responsables

Más allá de cómo ocurrieron las cosas, me parece, que la delegada de Programas para el Desarrollo, Díaz Robles debe, además, de cuidar muy bien la campaña de vacunación en la parte que le corresponde, sancionar a quiénes permitieron ese acto de influyentismo.

Delegada. Por sentido elemental.

Incluso, Verónica Robles puede o no sancionar, pero entonces, contravendría los principios de AMLO, de "no robar, no mentir y no traicionar al pueblo".

Aquí se violaron dos preceptos. Mínimo.

Ahora bien, en descargo de quiénes se vacunaron, no se trata de "crucificarlos", no es así, sino de hacerles ver que hay miles de personas que están en desventaja de buscar ese beneficio, porque no tienen los recursos para trasladarse. Creo que ganó la desesperación.

A esperar su turno.

Cuidado con los privilegios

La delegada de Programas para el Desarrollo, Verónica Díaz Robles debe saber a estas alturas que la corrupción tiene varios rostros y, uno de ellos, es el influyentismo. Y los que vimos con los 33 zacatecanos (as) que se vacunaron fue eso un acto de influyentismo.

La sociedad así lo leyó.

La reacción a este fue tal, que el alcalde de Fresnillo, Saúl Monreal Ávila exigió en su conferencia de los miércoles la destitución inmediata de este penoso acontecimiento.

¿Quién dio la autorización?

En suma, sólo esperemos que esto no se politice más de lo que ya está, porque hasta el gobernador Alejandro Tello Cristerna le entró al tema repudió este acto de influyentismo. Incluso, hasta conocidos y vecinos de él aparecen la lista de los 33.

A respetar pues el turno de cada quien...

Hasta mañana.

Fu un acto de influyentismo

Aunque primero confronta con su tardía postura, pero fue oportuno que Verónica Díaz Robles saliera a precisar qué pasó con esos 33 zacatecanos (as) influyentes que se vacunaron en la comunidad de Bañón, en Villa de Cos.

Acción que irritó a la sociedad.

Este acontecimiento debe servir para dos cosas. 1) para que no vuelva a ocurrir, porque molesta a la ciudadanía y, 2) deben ser sancionados aquellos que permitieron este acto de influyentismo a todas luces.

Contraviene a la 4T.

Que quede claro, no es contra quienes recibieron la vacuna, sino contra el discurso contradictorio de la 4T. El propio presidente Andrés Manuel López Obrador pidió no "saltarse la fila" y, en Zacatecas lo desobedecen.

Como ahí qué señores.

Castigo a los responsables

Más allá de cómo ocurrieron las cosas, me parece, que la delegada de Programas para el Desarrollo, Díaz Robles debe, además, de cuidar muy bien la campaña de vacunación en la parte que le corresponde, sancionar a quiénes permitieron ese acto de influyentismo.

Delegada. Por sentido elemental.

Incluso, Verónica Robles puede o no sancionar, pero entonces, contravendría los principios de AMLO, de "no robar, no mentir y no traicionar al pueblo".

Aquí se violaron dos preceptos. Mínimo.

Ahora bien, en descargo de quiénes se vacunaron, no se trata de "crucificarlos", no es así, sino de hacerles ver que hay miles de personas que están en desventaja de buscar ese beneficio, porque no tienen los recursos para trasladarse. Creo que ganó la desesperación.

A esperar su turno.

Cuidado con los privilegios

La delegada de Programas para el Desarrollo, Verónica Díaz Robles debe saber a estas alturas que la corrupción tiene varios rostros y, uno de ellos, es el influyentismo. Y los que vimos con los 33 zacatecanos (as) que se vacunaron fue eso un acto de influyentismo.

La sociedad así lo leyó.

La reacción a este fue tal, que el alcalde de Fresnillo, Saúl Monreal Ávila exigió en su conferencia de los miércoles la destitución inmediata de este penoso acontecimiento.

¿Quién dio la autorización?

En suma, sólo esperemos que esto no se politice más de lo que ya está, porque hasta el gobernador Alejandro Tello Cristerna le entró al tema repudió este acto de influyentismo. Incluso, hasta conocidos y vecinos de él aparecen la lista de los 33.

A respetar pues el turno de cada quien...

Hasta mañana.