/ viernes 19 de febrero de 2021

Referente periodístico | Irritación social

Se actuará contra responsables

Sin duda, la vacunación de 33 zacatecanos (as) influyentes que irritó a la sociedad fue la nota en la semana que termina. La noticia, para variar, fue una nota nacional. Y fue, precisamente, el doctor Hugo López-Gatell Ramírez quien exigió las sanciones correspondientes a los que autorizaron, no la vacunación como tal, sino el que ciudadanos se hayan “brincado la fila”.

El influyentismo fue lo que molestó.

Los 33 zacatecanos (as) merecen todo el respeto, tienen, como todo mexicano (a) el derecho a ser vacunados como ya ocurrió. Lo “inmoral”, en todo caso fue, aprovechar el influyentísimo para vacunarse antes que otros. ¿Pero quién o quiénes aprobaron ese acto de privilegio?

Deben ser sancionados.

Dejar pasar este acto de privilegio, es provocar una especie de anarquía, en donde la gente que pueda, entonces se trasladará a donde sea necesario para vacunarse, poniendo en riesgo muchas cosas en tiempos de pandemia. Ese es el tema, insistir, los 33 beneficiarios merecen todo el respeto.

Pero se saltaron la fila y eso molestó.

Se enfrentan alcalde y delegada

No hay que olvidar, que el control, por así decirlo, de la campaña de vacunación contra el Covid está a cargo del Gobierno de México, a través del IMSS e ISSSTE, por lo que, las Secretarias de Salud de los estados poco o nada han podido hacer. Dependen totalmente de lo que instruya la 4T.

Ha faltado sensibilidad.

Dicha insensibilidad, ha provocado una confrontación entre el presidente municipal de Fresnillo, Saúl Monreal Ávila y la Delegada de Programas para el Desarrollo en Zacatecas, Verónica Díaz robles. Para el político fresnillense hubo un acto de influyentismo al vacunar a 33 zacatecanos (as) pudientes.

Y creo que tiene razón.

Al repudio, se sumaron el gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna y la senadora Geovanna Bañuelos de la Torre, quienes exigieron se sancione a quien o quienes autorizaron que 33 zacatecanos (as) se hayan “brincado la fila”.

Zacatecas también se irritó.

La delegada debe actuar

En medio de esta discusión, el Subsecretario de Salud Pública de México, el doctor Hugo López Gatell-Ramírez exigió sean sancionados aquellos que autorizaron no la aplicación de la vacuna como tal, sino el hecho que se hayan “brincado la fila”, que se hayan adelantado a otros.

Esto último es lo que verdaderamente irritó.

Así las cosas, se ve complicado que la delegada Verónica Díaz Robles le haga caso al doctor López-Gatell Ramírez. Dicho con propiedad, estamos ante un caso de impunidad.

No se espera mucho.

En suma, la noticia que 33 ciudadanos (as) se “brincaron la fila” provocó la irritación social, a ver, si luego, este hecho no se refleja en las elecciones del 6 de junio. Tal vez por eso, se enojó Saúl Monreal Ávila quien reclamó fuertemente este acto de influyentismo a todas luces.

Hasta el lunes.

Se actuará contra responsables

Sin duda, la vacunación de 33 zacatecanos (as) influyentes que irritó a la sociedad fue la nota en la semana que termina. La noticia, para variar, fue una nota nacional. Y fue, precisamente, el doctor Hugo López-Gatell Ramírez quien exigió las sanciones correspondientes a los que autorizaron, no la vacunación como tal, sino el que ciudadanos se hayan “brincado la fila”.

El influyentismo fue lo que molestó.

Los 33 zacatecanos (as) merecen todo el respeto, tienen, como todo mexicano (a) el derecho a ser vacunados como ya ocurrió. Lo “inmoral”, en todo caso fue, aprovechar el influyentísimo para vacunarse antes que otros. ¿Pero quién o quiénes aprobaron ese acto de privilegio?

Deben ser sancionados.

Dejar pasar este acto de privilegio, es provocar una especie de anarquía, en donde la gente que pueda, entonces se trasladará a donde sea necesario para vacunarse, poniendo en riesgo muchas cosas en tiempos de pandemia. Ese es el tema, insistir, los 33 beneficiarios merecen todo el respeto.

Pero se saltaron la fila y eso molestó.

Se enfrentan alcalde y delegada

No hay que olvidar, que el control, por así decirlo, de la campaña de vacunación contra el Covid está a cargo del Gobierno de México, a través del IMSS e ISSSTE, por lo que, las Secretarias de Salud de los estados poco o nada han podido hacer. Dependen totalmente de lo que instruya la 4T.

Ha faltado sensibilidad.

Dicha insensibilidad, ha provocado una confrontación entre el presidente municipal de Fresnillo, Saúl Monreal Ávila y la Delegada de Programas para el Desarrollo en Zacatecas, Verónica Díaz robles. Para el político fresnillense hubo un acto de influyentismo al vacunar a 33 zacatecanos (as) pudientes.

Y creo que tiene razón.

Al repudio, se sumaron el gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna y la senadora Geovanna Bañuelos de la Torre, quienes exigieron se sancione a quien o quienes autorizaron que 33 zacatecanos (as) se hayan “brincado la fila”.

Zacatecas también se irritó.

La delegada debe actuar

En medio de esta discusión, el Subsecretario de Salud Pública de México, el doctor Hugo López Gatell-Ramírez exigió sean sancionados aquellos que autorizaron no la aplicación de la vacuna como tal, sino el hecho que se hayan “brincado la fila”, que se hayan adelantado a otros.

Esto último es lo que verdaderamente irritó.

Así las cosas, se ve complicado que la delegada Verónica Díaz Robles le haga caso al doctor López-Gatell Ramírez. Dicho con propiedad, estamos ante un caso de impunidad.

No se espera mucho.

En suma, la noticia que 33 ciudadanos (as) se “brincaron la fila” provocó la irritación social, a ver, si luego, este hecho no se refleja en las elecciones del 6 de junio. Tal vez por eso, se enojó Saúl Monreal Ávila quien reclamó fuertemente este acto de influyentismo a todas luces.

Hasta el lunes.