Tello debe sanear SAMA
Por salud mental, por tranquilidad misma, me parece, que el Gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna debería sanear, hasta donde sea posible la Secretaría del Agua y Medio Ambiente (SAMA). Tal vez, la Secretaría que más engañó al Ejecutivo del Estado, la que permanentemente le mintió, la Secretaría de las observaciones y probable corrupción, la de los malos Secretarios.
Y el gobernador lo sabe.
Le quedan con hoy, once meses de gobierno, tiempo suficiente para poner orden en SAMA. Considero que no debe esperar a que la Auditoría Superior del Estado (ASE) entregue los resultados finales de las auditorías.
Una Secretaría con nulos resultados.
Tanto Víctor Armas Zagoya y ahora Luis Fernando Maldonado fueron incapaces de llevar a feliz puerto, lo que pudo ser la obra del quinquenio: el fallido proyecto de la Presa de Milpillas. En cambio, hubo mentiras, anomalías y dejaron ver mal al gobierno de Tello Cristerna.
Lo traicionaron.
Tendrán que ser llamados a cuentas
Lo peor que le pudiera ocurrir al mandatario una vez que deje el cargo, es ser flanco de críticas y acusaciones por culpa de quienes dirigieron, tal vez, la Secretaría más improductiva de la actual administración y, a eso también se le llama corrupción por tolerar tanta ineficacia.
Tello tiene la palabra.
En el fallido proyecto de la Presa de Milpillas, por más que lo quieran ocultar se ha gastado recursos inútilmente que ya no regresarán al erario. Deberían llamar a cuentas a los responsables. Mínimo.
El gobernador debería impulsarlo.
Es público que la corrupción tiene varios rostros, uno de ellos, es permitir funcionarios ineficientes y mentirosos, como fue el caso de la Secretaría del Agua y Medio Ambiente. De manera que, insistir, que, con hoy, el mandatario tiene sólo 11 meses para sanear SAMA.
Si no, le cargarán lo que ahí surja.
Antes de irse…
El más optimista de los escenarios, nos recuerda que 11 meses le quedan a Alejandro Tello Cristerna para que concluya su gobierno y sane a la Secretaría más improductiva.
El tiempo apremia.
En cambio, el más pesimista de los escenarios, nos dice, que el Ejecutivo igual y no quiera meterse en dificultades y dejar en manos de la ASE todo lo que ahí salte que, en cualquier escenario tendrá el gobernador que cargar con esa pesada losa del fallido proyecto de la Presa de Milpillas.
¿O no señor?
En conclusión, antes de irse, el gobernador debería poner orden en esa Secretaría. Dudo mucho que la Secretaría de la Función Pública (SFP) de Gabriela Rodríguez lo vaya a hacer.
