Hace unos días, iniciaron las campañas electorales en algunas entidades donde los ciudadanos podrán elegir a los titulares del poder ejecutivo estatal. Los ciudadanos de Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas, Aguascalientes, Durango y Quintana Roo, irán a las urnas en un momento histórico que atraviesa el país, y sin duda los resultados serán la antesala del proceso que habrá en 2024, donde se renovará al primer mandatario de nuestra nación.
Hay elementos en dichos procesos electorales que es importante tener en cuenta, por ejemplo, está el hecho de que en cuatro de esos seis estados, únicamente se elegirá gobernador, sin que exista renovación de ayuntamientos, ni congresos locales, y en este supuesto se encuentra Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas y Aguascalientes. Por otra parte, en Durango, los electores votarán para renovar sus alcaldes, y en Quintana Roo, sus diputados locales.
Sin embargo, desde el arranque de campaña se ve venir un solo objetivo en común de la antinatural alianza “Vamos por México”, quien a pesar de sus magros resultados, se niega a desparecer, y hablamos del interés por cuotas de poder que en el caso del PRIANRD, es lo que los mantiene unidos. Es evidente que no existe un interés genuino por la defensa de un ideal, pues desde el primer minuto de campañas, se ha expuesto una intensa guerra de lodo en contra del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pero el golpeteo es también a MORENA, a sus militantes, y a todo lo que representa la cuarta transformación, y esto, a pesar de que los actores políticos participantes suscribieron el “Acuerdo por la Integridad del Proceso Electoral”. Y es que para ellos, como en cada proceso electoral, hay una especie de amnesia política y pareciera que se dicen entre si: “Borraremos de nuestra mente todo lo que le fallamos a México”
Afortunadamente los 11.7 millones de mexicanos que son convocados a las urnas, tienen la última palabra, y si las cosas no se enturbian al más viejo estilo del PRIAN, se avizora que cinco de las seis gubernaturas sean para MORENA, y hasta el momento, según se ve, una es para el PAN; por otra parte, el PRI perdería en todas las entidades y se quedaría solamente con dos de los cuatro estados donde gobierna, esto de acuerdo a los últimos estudios demoscópicos de polls.mx
Ya lo dije al inicio de este artículo, estimado lector, vale la pena estar atentos y dar seguimiento a estos procesos electorales que darán mucho de qué hablar, en la antesala de una elección presidencial del 2024, en la que, sin duda, MORENA, tiene las más amplias posibilidades de dar continuidad al proyecto de transformación de la vida política en México, y consolidar los ideales de lucha de la izquierda, por los que en años hemos luchado.
Por su atención, muchas gracias.
