/ lunes 22 de febrero de 2021

Resistencia al cambio

Hay notorio incremento en la pugna de una derecha e izquierda electorera derechizada muy críticas al régimen de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y a la Cuarta Transformación (4T). Entendible en el contexto de próximo proceso electoral 2021.

El triunfo de AMLO era previsible desde meses antes de las elecciones del 2018, para los conservadores de la actual situación política y económica les resulta un escenario pesimista, sin embargo la dinámica que desarrolla AMLO de inclusión y búsqueda de consensos ha generado cierta estabilidad en el ámbito financiero y económico nacional e internacional, aceptación ciudadana entre el 60 al 78% según el medio que publique, las élites empresariales son escuchadas y ello proporciona cierto grado de certidumbre pero también hay grandes empresarios que ahora deben pagar impuestos y evidentemente están muy molestos invirtiendo grandes cantidades monetarias en política contraria a AMLO. Similarmente están partidos opositores que desean posicionarse electoralmente a como dé lugar.

Bajo este esquema es como surgen comentarios y fuertes confrontaciones de quienes pretenden que las cosas no cambien tanto o quieren continuar su modus vivendi y modus operandi, como si el ciudadano común no hubiese exigido otro escenario de bienestar con un “ya basta” a través del voto.

Los estrategas que trabajan para élites de poder evalúan este tipo de factores y quizá consideren la teoría de la elección racional a nivel sociedad y por ello hasta ahora son moderadas y cuidadas sus exigencias de no cambiar el modelo político-electoral ni el modelo económico neoliberal. Contrariamente hay ciudadanos que no desean mantener este estado de cosas, pues sería como si políticamente nada hubiera pasado en México, ya no desean preservar la dinámica de concentración de la riqueza en solo mil familias a expensas de pobreza en 60 millones de mexicanos o que el muy rico empresariado sea intocable o la partidocracia mexicana siga cada vez más ambiciosa, vividora del presupuesto e incompetente por los escasos resultados entregados según un breve análisis costo-beneficio desde la visión ciudadana.

Si AMLO no mejora poco a poco y en los hechos la calidad de vida de los mexicanos, entonces él y su gente sufrirán una crisis de credibilidad y gobernabilidad, pero sobre todo llevarían a una severa crisis al sistema político mexicano y quizá hasta del Estado-Nación pues es mucha la esperanza y expectativa, y por otro hay odio y rencor con resistencia al cambio.


Hay notorio incremento en la pugna de una derecha e izquierda electorera derechizada muy críticas al régimen de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y a la Cuarta Transformación (4T). Entendible en el contexto de próximo proceso electoral 2021.

El triunfo de AMLO era previsible desde meses antes de las elecciones del 2018, para los conservadores de la actual situación política y económica les resulta un escenario pesimista, sin embargo la dinámica que desarrolla AMLO de inclusión y búsqueda de consensos ha generado cierta estabilidad en el ámbito financiero y económico nacional e internacional, aceptación ciudadana entre el 60 al 78% según el medio que publique, las élites empresariales son escuchadas y ello proporciona cierto grado de certidumbre pero también hay grandes empresarios que ahora deben pagar impuestos y evidentemente están muy molestos invirtiendo grandes cantidades monetarias en política contraria a AMLO. Similarmente están partidos opositores que desean posicionarse electoralmente a como dé lugar.

Bajo este esquema es como surgen comentarios y fuertes confrontaciones de quienes pretenden que las cosas no cambien tanto o quieren continuar su modus vivendi y modus operandi, como si el ciudadano común no hubiese exigido otro escenario de bienestar con un “ya basta” a través del voto.

Los estrategas que trabajan para élites de poder evalúan este tipo de factores y quizá consideren la teoría de la elección racional a nivel sociedad y por ello hasta ahora son moderadas y cuidadas sus exigencias de no cambiar el modelo político-electoral ni el modelo económico neoliberal. Contrariamente hay ciudadanos que no desean mantener este estado de cosas, pues sería como si políticamente nada hubiera pasado en México, ya no desean preservar la dinámica de concentración de la riqueza en solo mil familias a expensas de pobreza en 60 millones de mexicanos o que el muy rico empresariado sea intocable o la partidocracia mexicana siga cada vez más ambiciosa, vividora del presupuesto e incompetente por los escasos resultados entregados según un breve análisis costo-beneficio desde la visión ciudadana.

Si AMLO no mejora poco a poco y en los hechos la calidad de vida de los mexicanos, entonces él y su gente sufrirán una crisis de credibilidad y gobernabilidad, pero sobre todo llevarían a una severa crisis al sistema político mexicano y quizá hasta del Estado-Nación pues es mucha la esperanza y expectativa, y por otro hay odio y rencor con resistencia al cambio.