/ martes 24 de diciembre de 2019

Santa Claus

La figura de dicho personaje está inspirada en la existencia de un santo conocido como Nicolás de Bari, nativo de Patara provincia de Licia en la actual Turquía, quien fuera obispo de la Ciudad de Mira, también en Asia Menor. Santa Claus es una contracción del nombre latino Santus Nicolás con que se conocía a aquel benefactor anónimo que aprovechaba la oscuridad de la noche para dejarle regalos a la gente que se los merecía por ser buenos o sus buenas acciones.

A Nicolás de Bari le tocó vivir la persecución de los cristianos prescrita por el emperador romano Dioclesiano (243-313) en el año 303. A partir del cual fue hecho prisionero, aunque logró conservar su vida para beneficiarse del Edicto de Milán (313) que decretaba que la libertad y la tolerancia religiosa en todos los territorios del Imperio Romano. La biografía de San Nicolás ha sido aderezada con algunas leyendas a través de las cuales se pondera su bondad, su espíritu caritativo y su desapego a los bienes materiales. Se dice, por ejemplo que heredó una gran fortuna que empleó para beneficiar los más necesitados.

San Nicolás transformado en Sinterklass, era un dadivoso personaje que gustaba de dar regalos a los niños el 6 de diciembre, día de su fiesta; además, fue adoptado como patrón de la ciudad de Amsterdam, activo puerto comercial que no tardo en dejar de sentir la influencia de las tradiciones de los pobladores en muchos de los territorios a los que llegaban sus navegantes y colonos.

De esta manera, la costumbre comenzó a filtrarse en la Gran Bretaña donde tomó la forma de Father Christmas y de forma más tardía, a los territorios con población holandesa, como la Nueva Amsterdam hoy Manhattan en Nueva York.

Pero San Nicolás tuvo lugar en la Gran Manzana, metrópoli cuyo pasado es retratado por el escritor neoyorquino Whashington Irving (1783-1859) en La historia de Nueva York en la que son retomadas las costumbres de los holandeses asentados en aquella ciudad. Con la intención de hacer un cuadro satírico de ellas, incluyendo lo referente a Sinterklaas, a quien describe como un hombre mayor, grueso, generoso y sonriente que iba vestido de sombrero de ala y pipa holandesa. Tenía además un caballo volador que arrastraba un trineo en el que cargaba los regalos que repartía a los niños, arrojándolos por las chimeneas de las casas.

Krampus es la antítesis de San Nicolás, es el símbolo del mal genio, proveniente de una tradición pagana de antiguos pueblos germánicos. Representa junto a San Nicolás la eterna lucha del bien y del mal. Lo pintan con pelambre negro, cuernos, pezuñas de macho cabrío, garras, colmillos en pocas palabras con una imagen grotesca que representa el lado siniestro de la Navidad. Cada quien recibe lo que siembra para bien o para mal, me quedo con la imagen del Santa Claus de los refrescos de cola y el personaje de las películas de Hollywood. Dispongamos esta noche a esperar a Santa Claus y recibir nuestros regalos conforme lo dice la tradición.. (La información corresponde a la revista algarabía número 147 Editorial Otras Inquisiciones S.A. de C.V)

La figura de dicho personaje está inspirada en la existencia de un santo conocido como Nicolás de Bari, nativo de Patara provincia de Licia en la actual Turquía, quien fuera obispo de la Ciudad de Mira, también en Asia Menor. Santa Claus es una contracción del nombre latino Santus Nicolás con que se conocía a aquel benefactor anónimo que aprovechaba la oscuridad de la noche para dejarle regalos a la gente que se los merecía por ser buenos o sus buenas acciones.

A Nicolás de Bari le tocó vivir la persecución de los cristianos prescrita por el emperador romano Dioclesiano (243-313) en el año 303. A partir del cual fue hecho prisionero, aunque logró conservar su vida para beneficiarse del Edicto de Milán (313) que decretaba que la libertad y la tolerancia religiosa en todos los territorios del Imperio Romano. La biografía de San Nicolás ha sido aderezada con algunas leyendas a través de las cuales se pondera su bondad, su espíritu caritativo y su desapego a los bienes materiales. Se dice, por ejemplo que heredó una gran fortuna que empleó para beneficiar los más necesitados.

San Nicolás transformado en Sinterklass, era un dadivoso personaje que gustaba de dar regalos a los niños el 6 de diciembre, día de su fiesta; además, fue adoptado como patrón de la ciudad de Amsterdam, activo puerto comercial que no tardo en dejar de sentir la influencia de las tradiciones de los pobladores en muchos de los territorios a los que llegaban sus navegantes y colonos.

De esta manera, la costumbre comenzó a filtrarse en la Gran Bretaña donde tomó la forma de Father Christmas y de forma más tardía, a los territorios con población holandesa, como la Nueva Amsterdam hoy Manhattan en Nueva York.

Pero San Nicolás tuvo lugar en la Gran Manzana, metrópoli cuyo pasado es retratado por el escritor neoyorquino Whashington Irving (1783-1859) en La historia de Nueva York en la que son retomadas las costumbres de los holandeses asentados en aquella ciudad. Con la intención de hacer un cuadro satírico de ellas, incluyendo lo referente a Sinterklaas, a quien describe como un hombre mayor, grueso, generoso y sonriente que iba vestido de sombrero de ala y pipa holandesa. Tenía además un caballo volador que arrastraba un trineo en el que cargaba los regalos que repartía a los niños, arrojándolos por las chimeneas de las casas.

Krampus es la antítesis de San Nicolás, es el símbolo del mal genio, proveniente de una tradición pagana de antiguos pueblos germánicos. Representa junto a San Nicolás la eterna lucha del bien y del mal. Lo pintan con pelambre negro, cuernos, pezuñas de macho cabrío, garras, colmillos en pocas palabras con una imagen grotesca que representa el lado siniestro de la Navidad. Cada quien recibe lo que siembra para bien o para mal, me quedo con la imagen del Santa Claus de los refrescos de cola y el personaje de las películas de Hollywood. Dispongamos esta noche a esperar a Santa Claus y recibir nuestros regalos conforme lo dice la tradición.. (La información corresponde a la revista algarabía número 147 Editorial Otras Inquisiciones S.A. de C.V)