Un gran número de personas considera que el adquirir una póliza de seguro automotriz implica un gasto innecesario. El pensar que no se está expuesto a un riesgo en un grave error. Vale la pena una reflexión: ¿Qué pasará si se sufre un accidente, te roban de auto o tu dañas un vehículo o a personas? Las consecuencias van desde el deterioro económico o patrimonial hasta problemas legales.
Poseer y/o conducir un auto nos brinda ciertas comodidades, pero se tienen responsabilidades, tanto para el prójimo como para nosotros. Como conductor, es necesario estar al pendiente de los riesgos a los que estamos expuestos y deberíamos tener cubiertos, así como haceros cargo de lo que podemos llegar a ocasionar.
Existen varias razones para tener tu auto asegurado. Primeramente cuida tu inversión. No obstante la unidad sufre una depreciación anual, vale la pena proteger esa pate del patrimonio. La mejor opción es asegurar tu unidad y garantizar una indemnización en caso de robo o pérdida total o parcial por daños (inclusive daños causados por fenómenos naturales).
Un seguro de esta naturaleza cuenta con asistencia legal. Cuando nos vemos involucrados en un accidente de tránsito estamos rodeados de papeleos legales, términos y acuerdos que en muchas ocasiones desconocemos. El no tener contratado un seguro no solo acarrearías con los daños, sino con todos los gastos que se deriven del mismo. Sin una adecuada asesoría legal podrías llegar a situaciones legales insospechadas.
Se cuenta con una cobertura de responsabilidad civil, que se encarga de brindar protección ante daños causados a bienes o terceras personas. Se puede clasificar en daños a bienes de terceros y lesiones o muerte a una o más personas.
Con la finalidad de eliminar la brecha entre lo que contratas y lo que esperas recibir, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), cuenta con información y datos sobre el seguro de auto, y te invita a comparar costos y coberturas. Vale la pena consultar su página web a través del simulador de este tipo de seguros.
Finalmente, antes de contratar tu póliza de seguro no olvides: Verificar las coberturas y servicios adicionales que se ofrecen, así como los montos de deducibles que se cobran. Firmar de recibido, asentando la fecha respectiva. Leer detenidamente los datos contenidos en la carátula de la póliza. Revisar con detalle las condiciones generales de la póliza, en especial las exclusiones de las coberturas. Preguntar todas tus dudas.
