Empezar pensando como deseo vivir mi vida es tan importante para sentirse cómodo, en paz con uno mismo y en nuestro entorno, eligiendo las oportunidades que se nos presenten de acuerdo a las capacidades físicas, económicas y sociales.
Al tomar la decisión de hacerlo, sabemos que siempre será un desafío personal, pero se puede iniciar tratando de aclarar cuál es la visión de la meta a la que se quiere llegar, aún si los objetivos van cambiando en el transcurso del proceso.
Un adolescente o adulto si desea mejorar su vida para sentirse pleno y feliz, intentaría no ser perfecto, solamente superarse sin intentar modificar lo que es imposible.
En realidad resulta interesante observar las disyuntivas que se presentan para realización de las ilusiones, no basta desearlo hay que empezar con una actitud positiva aunque también se sienta incertidumbre o dudas, en este caso son naturales, habría que ser tenaz sin exigirse demasiado en la transición.
Lo deseable sería centrar la atención en lo que se quiere hacer o dejar de hacer, con confianza y seguridad, para mejorar la calidad de vida, por ajustes en diferentes áreas, evaluando las alternativas que se presenten al desarrollar el ingenio, obteniendo inicialmente pequeños logros, cuando se establecen prioridades responsables, porque también existen las obligaciones.
Probablemente lo mejor sería abandonar la apatía entendiendo qué es lo que realmente necesito, con sensatez elaborar una lista, revisarla y decidir por dónde hacer cambios, para empezar a recuperarte individualizándote, en armonía con familia y amigos, es fortalecernos al seleccionar la manera de vivir, sin ignorar el beneficio común.
Es una nueva experiencia por otros motivos, enfrentando miedos para alcanzar lo que quieres, dentro de las normas morales, siendo capaz de cubrir los objetivos con la esperanza de que cada día sea útil y una diferente emoción para ti.
Curiosamente pensamos en nuestro tiempo como ilimitado, pero lo cierto es que pasa y no se va a recuperar, por consiguiente se tiene el derecho de ser feliz, elegir los compromisos o actividades donde deseemos participar, para dejar de sentir una obligación insalvable, terminando por incomodarnos.
Las expectativas personales no deberían sobrepasar los límites de una buena convivencia, habremos de prevenir que al definirte como individuo, se lastimen los sentimientos de los demás por el nuevo proyecto que nos convenga o guste. En este caso la revaloración da como resultado una elevación de autoestima, mejorándonos como ser humano.
Eventualmente deberán darse explicaciones a otras personas, sobre los cambios que se van a realizar con paciencia y empatía, porque sus comentarios pueden ser bien intencionados, pero nuestra actitud mal entendida. Concluyendo, una buena comunicación es necesaria para restablecer los lazos afectivos, mencionando la satisfacción propia y lo que significa seleccionar la manera de vivir.