Nuevamente se hace alusión a un tema que por desgracia sigue prevaleciendo en todas las esferas de la sociedad, pues las formas de expresión de la envidia son numerosas: Críticas, ofensas, dominación, rechazo, difamación, agresiones, rivalidad, venganzas, etc. A escala individual, la envidia suele formar parte de muchos trastornos psicológicos y de personalidad. En suma, cuanto más débil, insatisfecha o narcisista es una persona, tanto más envidiará a la gente que posea lo que a ella le falta. La envidia sólo se cura concienciando y resolviendo las propias carencias y facultades, a través de un proceso de crecimiento emocional.
La persona madura no envidia a nadie.- Cabe agregar aquí, lo que me compartió el medico Ginecobstera Jorge Luis Calderón Aguilera, de manera puntual y objetiva, en una amena conversación sostenida con el respecto al tema en mención, "la envidia es un sentimiento muy ingrato, muy malo, es el peor de los pecados capitales, pues en comparación con otros como la gula, el glotón disfruta, el avaro también disfruta contando su dinero y pertenencias, y así los otros pecados, en cambio el envidioso sufre por no tener o contar con lo que está envidiando, además sufre al afectar con difamar y atacar de formas diversas a quien envidia, llegando también a tener sentimiento de culpa".
De igual manera suscribo, lo compartido en su muro de Facebook por el buen amigo Conrado Briseño Guzmán, Cronista de La Banda Sinfónica del estado de Zacatecas, "la envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren. Schopenhauer”.
En la página de Facebook del librero de Gutenberg, se encuentra esta o estas definiciones; “La envidia: Es aquello que se siembra en el corazón por falta de logros personales, algunas veces se maquilla de amabilidad, se pone perfume de cortesía y sale a la calle disfrazada de buena voluntad. Es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual.
El envidioso se molesta ante la satisfacción ajena, solamente se siente tranquilo al contemplar la miseria de otros, por lo tanto, es estéril todo empeño en satisfacerlo. Cuando una persona progresa, alégrate de sus frutos y veras como mañana con esfuerzo y sin envidia, conseguirás el doble”.
Efectivamente, la envidia es sentir tristeza porque a otro le va bien o sentir alegría cuando a otro le va mal, se es envidioso cuando se compara con los demás y siempre está viendo que hace o tiene y tú no, te molesta que el vecino tiene más suerte que tú, Cuando a un compañero lo ascendieron o le ofrecieron mejor puesto, manifiestas tu egoísmo difamando o criticando, solo por citar algunos ejemplos, pues existen infinidad de casos.