Esta semana por diversas cuestiones tuve que usar algo que verdaderamente amo de las prendas de vestir y esos son los tacones, no cualquier tipo de tacón, soy bastante selecta en esta vestimenta para mis pies, tienen que ser suficientemente perfectos para ellos.
Todo iba muy bien hasta que me mandaron a varios eventos en donde no tenía que caminar mucho, así que me atreví a usarlos.
Pero las calles de Zacatecas no se hicieron para los tacones altos, de hecho, no se hicieron para los tacones, deje usted de que anda caminando como pollo espinado por las diferentes imperfecciones del suelo, las tapas se quedan atoradas por los hoyos de las calles, y... no me pasó a mí, pero en uno de esos eventos me tocó ver a dos mujeres, guapas, elegantes, impecables llegar caminando ayudadas por otras personas y pasito a pasito, ¿qué les pasó? –pensé a mis adentros-, uno de esos malvados hoyos del suelo se había atorado con el tacón y éste se desprendió del zapato; y a la otra dama, se le dobló el tobillo al caminar, el dolor la invadió.
Muy entaconadas pero sí sufrimos en estas calles de adoquín, tú quieres caminar derecha, erguida y simplemente no puedes, las prominentes subidas y bajadas, la lluvia que luego deja el suelo mojado... no, no son buena combinación para los tacones y nosotras, las que gustamos de usarlos.
Se dice que usar tacones es malo, porque, aunque te endereza la postura, el peso recae en tus rodillas y en los tobillos, ocasionando caídas y posteriores lesiones que pueden llegar a ser quirúrgicas y en otros casos con el paso del tiempo la columna es la que sufre más.
No las quiero desanimar a ya no usarlos, de hecho, los traumatólogos recomiendan que los zapatos que usemos si deben de tener algo de tacón de cinco centímetros máximo... lo demás son vanidad.
Y si a eso le sumamos que los diseñadores no son tan buenos para hacer calzado de piso bonitos, estéticos, delicados, finos... la gran mayoría parecen chalupas tipo pantufla, que he de decir que, si son muy cómodas, sin embargo no combinan con cualquier cosa, más que con un pantalón, les confieso que yo si los uso, porque esos son muy buenos para recorrer distancias largas o lugares en donde se requieren, como fábricas.
La cosa es que, si a usted le gusta usar tacones, no deje de hacerlo, pero también cuide su salud, todo con moderación y si de plano siente que todo le tiembla cuando los usa, mejor no se los ponga, porque hasta una caída fuerte podría tener.
En fin, yo no dejaré de usarlos y las personas que me conocen saben que tengo gustos muy buenos en los zapatos, pero también saben que la mayoría de las veces me gusta la comodidad de las chalupas.
Usted haga lo que mejor le plazca.
Nos leemos el próximo lunes para olvidar lo sabe de...
