/ martes 3 de septiembre de 2019

Testamento… ¿vale la pena?

El testamento es un documento por el que el testador determina el destino de todos sus bienes, derechos y obligaciones o de parte de ellos, para después de su muerte. Es idóneo para garantizar que se cumplan las decisiones sobre el futuro de los bienes y derechos de una persona cuando fallece. Se podría decir que permite evitar “problemas y dolores de cabeza” a los herederos.

Un aspecto importante que más se desea para la familia es: la herencia de un buen patrimonio y lo que menos se quiere es dejar pleitos o conflictos que lleven a un juicio sucesorio intestamentario, el cual puede resultar difícil para los promoventes y costoso.

En nuestro país, anualmente se lleva a cabo la campaña “Septiembre, Mes del Testamento”, una iniciativa que lleva algunos años en el cual de manera conjunta, tanto la Secretaría de Gobernación, como los gobiernos locales y el Notariado Mexicano realizan tareas que permitan fortalecer la cultura testamentaria.

No es difícil tramitarlo, en realidad cualquier persona mayor de 16 años puede llevarlo a efecto, siempre y cuando se encuentre en pleno uso de sus facultades mentales. Para realizarlo no necesitas tener testigos, sólo los necesitan las personas con alguna discapacidad (visual, motriz, sordera o del habla). Las condiciones para elaborar este tipo de testamentos se encuentran establecidas en el Código Civil de cada entidad federativa.

Lo interesante de esta campaña, es aprovechar que durante el mes de septiembre, podrás adquirir hasta con un 50% menos de su costo real. Hay que recordar que los precios pueden variar en cada entidad federativa.


El testamento facilita el proceso de sucesión, ya que para disponer de los bienes en caso de no existir un testamento se deberá tramitar la sucesión a través de un proceso judicial en el que un juez determinará quiénes son los herederos y en qué porcentaje recibirán los bienes.

Este proceso suele tener un costo para los familiares, por ello, siempre será más sencillo si ya se cuenta con un testamento.

Hacer tu testamento es sinónimo de tranquilidad, no significa que vas a morir, representa un acto de responsabilidad para mantener la armonía y seguridad de la familia y evitar posibles conflictos legales a tu muerte.


Por todo lo anterior, debemos considerar todas las ventajas que conlleva realizar tu testamento. Pero…¿Cómo debemos iniciar este trámite? Únicamente es acercarse a tu notario más cercano. Hay que recordar que es un procedimiento muy fácil, no costoso y rápido.

Los testamentos tienen diferentes clasificaciones: Público Abierto, Público Cerrado, Público Simplificado, Ológrafo y los llamados especiales. Debes preguntar a tu Notario que trámite es el que conviene a tus intereses.

El testamento es un documento por el que el testador determina el destino de todos sus bienes, derechos y obligaciones o de parte de ellos, para después de su muerte. Es idóneo para garantizar que se cumplan las decisiones sobre el futuro de los bienes y derechos de una persona cuando fallece. Se podría decir que permite evitar “problemas y dolores de cabeza” a los herederos.

Un aspecto importante que más se desea para la familia es: la herencia de un buen patrimonio y lo que menos se quiere es dejar pleitos o conflictos que lleven a un juicio sucesorio intestamentario, el cual puede resultar difícil para los promoventes y costoso.

En nuestro país, anualmente se lleva a cabo la campaña “Septiembre, Mes del Testamento”, una iniciativa que lleva algunos años en el cual de manera conjunta, tanto la Secretaría de Gobernación, como los gobiernos locales y el Notariado Mexicano realizan tareas que permitan fortalecer la cultura testamentaria.

No es difícil tramitarlo, en realidad cualquier persona mayor de 16 años puede llevarlo a efecto, siempre y cuando se encuentre en pleno uso de sus facultades mentales. Para realizarlo no necesitas tener testigos, sólo los necesitan las personas con alguna discapacidad (visual, motriz, sordera o del habla). Las condiciones para elaborar este tipo de testamentos se encuentran establecidas en el Código Civil de cada entidad federativa.

Lo interesante de esta campaña, es aprovechar que durante el mes de septiembre, podrás adquirir hasta con un 50% menos de su costo real. Hay que recordar que los precios pueden variar en cada entidad federativa.


El testamento facilita el proceso de sucesión, ya que para disponer de los bienes en caso de no existir un testamento se deberá tramitar la sucesión a través de un proceso judicial en el que un juez determinará quiénes son los herederos y en qué porcentaje recibirán los bienes.

Este proceso suele tener un costo para los familiares, por ello, siempre será más sencillo si ya se cuenta con un testamento.

Hacer tu testamento es sinónimo de tranquilidad, no significa que vas a morir, representa un acto de responsabilidad para mantener la armonía y seguridad de la familia y evitar posibles conflictos legales a tu muerte.


Por todo lo anterior, debemos considerar todas las ventajas que conlleva realizar tu testamento. Pero…¿Cómo debemos iniciar este trámite? Únicamente es acercarse a tu notario más cercano. Hay que recordar que es un procedimiento muy fácil, no costoso y rápido.

Los testamentos tienen diferentes clasificaciones: Público Abierto, Público Cerrado, Público Simplificado, Ológrafo y los llamados especiales. Debes preguntar a tu Notario que trámite es el que conviene a tus intereses.