/ miércoles 6 de octubre de 2021

Tres tecnologías para gobernar

Los gobernadores de Nuevo León, Zacatecas, Chihuahua, San Luis Potosi y Nayarit asumieron funciones y con ello el gran reto de gobernar estados quebrados. ¿Puede la tecnología ayudarles a cambiar el destino de sus entidades?

Las tecnologías no obran milagros ayudan a construirlos. Pero parte del “milagro” es la voluntad política para hacerlos. Analicemos tres soluciones que pueden ayudar a los gobiernos estatales a cambiar su futuro.

La primer tecnología a la que deben apostar es el gobierno electrónico. La tendencia a usar las tecnologías de información y comunicación para transformar la administración pública lleva varias décadas; los países continúan innovando y generando nuevas ideas para mejorar la manera de administrar su estados. México va muy retrasado en esta dinámica. Con grandes esfuerzos los estados tienen un sitio web decente para dar a conocer sus resultados de gestión.

Pero el gobierno digital o electrónico tiene más herramientas para cobrar mejor los impuestos como: plataformas de información, kioscos, cobro en línea, etc. Además de herramientas para gastar mejor los recursos públicos: tableros de control de gastos, sistemas informáticos, control de procesos y de metas.

En el campo de la administración electrónica hay herramientas para ahorrar y evitar el papeleo a través de la firma electrónica, la construcción de la oficina virtual gubernamental como alternativa a las oficinas físicas, entre otras.

La segunda solución es el gobierno abierto y toda la tecnología a su alrededor. No debemos quedarnos con el concepto que sólo lo vincula con la transparencia y la rendición de cuentas. Es mucho más.

Hoy en día las actuales tecnologías de gobierno abierto buscan construir puentes con los datos abiertos gubernamentales y los datos privados, generando riqueza a partir de nuevos negocios con la generación, articulación y desarrollo de los datos. Apostarle a la gobernanza de los datos que generan millones de usuarios y que están al alcance de unos cuantos, puede ser la diferencia entre seguir en el atraso tecnológico o convertirse en la punta de lanza de nuevos negocios.

Usar la transparencia gubernamental como excusa y como camino en lugar de cerrarla para abrir los datos, generar alianzas con otros actores para innovar en nuevos productos digitales, áreas de negocio, contenidos, etc.

La tercera solución para los nuevos gobernadores es el uso inteligente de las redes sociales digitales. Las redes son un cambio en el paradigma de la comunicación gubernamental. Quien entienda esta transformación tiene la llave para conectar con los ciudadanos y convertirlos de simpatizantes a colaboradores del gobierno.

Es un cambio drástico en tres aspectos: el mensaje, la velocidad y la interacción. En el mensaje es más corto, preciso para alcanzar ciertos grupos sociales y constante con una dosis diaria, que permita mantener informados a los ciudadanos, convencidos y contentos.

La velocidad de transmisión del mensaje significa llegar a más con menos. Más ciudadanos, menos tiempo. Y la interacción será enviar mensajes para construir comunidades, dejar atrás la vieja estrategia uni-direccional y construir una relación bi-direccional. Responder mensajes para tejer redes de colaboración entre ciudadanos y gobiernos.

Estas tres tecnologías: e-gobierno, gobierno abierto y redes sociales son cruciales para cualquier gobierno estatal que quiera enfrentar los problemas complejos que se avecinan. Romper el paradigma de gobernar como antes para gobernar hacia el futuro pasa por el uso intensivo de tecnología, al menos hasta que llegue la primera inteligencia artificial gubernamental que los sustituya.

Los gobernadores de Nuevo León, Zacatecas, Chihuahua, San Luis Potosi y Nayarit asumieron funciones y con ello el gran reto de gobernar estados quebrados. ¿Puede la tecnología ayudarles a cambiar el destino de sus entidades?

Las tecnologías no obran milagros ayudan a construirlos. Pero parte del “milagro” es la voluntad política para hacerlos. Analicemos tres soluciones que pueden ayudar a los gobiernos estatales a cambiar su futuro.

La primer tecnología a la que deben apostar es el gobierno electrónico. La tendencia a usar las tecnologías de información y comunicación para transformar la administración pública lleva varias décadas; los países continúan innovando y generando nuevas ideas para mejorar la manera de administrar su estados. México va muy retrasado en esta dinámica. Con grandes esfuerzos los estados tienen un sitio web decente para dar a conocer sus resultados de gestión.

Pero el gobierno digital o electrónico tiene más herramientas para cobrar mejor los impuestos como: plataformas de información, kioscos, cobro en línea, etc. Además de herramientas para gastar mejor los recursos públicos: tableros de control de gastos, sistemas informáticos, control de procesos y de metas.

En el campo de la administración electrónica hay herramientas para ahorrar y evitar el papeleo a través de la firma electrónica, la construcción de la oficina virtual gubernamental como alternativa a las oficinas físicas, entre otras.

La segunda solución es el gobierno abierto y toda la tecnología a su alrededor. No debemos quedarnos con el concepto que sólo lo vincula con la transparencia y la rendición de cuentas. Es mucho más.

Hoy en día las actuales tecnologías de gobierno abierto buscan construir puentes con los datos abiertos gubernamentales y los datos privados, generando riqueza a partir de nuevos negocios con la generación, articulación y desarrollo de los datos. Apostarle a la gobernanza de los datos que generan millones de usuarios y que están al alcance de unos cuantos, puede ser la diferencia entre seguir en el atraso tecnológico o convertirse en la punta de lanza de nuevos negocios.

Usar la transparencia gubernamental como excusa y como camino en lugar de cerrarla para abrir los datos, generar alianzas con otros actores para innovar en nuevos productos digitales, áreas de negocio, contenidos, etc.

La tercera solución para los nuevos gobernadores es el uso inteligente de las redes sociales digitales. Las redes son un cambio en el paradigma de la comunicación gubernamental. Quien entienda esta transformación tiene la llave para conectar con los ciudadanos y convertirlos de simpatizantes a colaboradores del gobierno.

Es un cambio drástico en tres aspectos: el mensaje, la velocidad y la interacción. En el mensaje es más corto, preciso para alcanzar ciertos grupos sociales y constante con una dosis diaria, que permita mantener informados a los ciudadanos, convencidos y contentos.

La velocidad de transmisión del mensaje significa llegar a más con menos. Más ciudadanos, menos tiempo. Y la interacción será enviar mensajes para construir comunidades, dejar atrás la vieja estrategia uni-direccional y construir una relación bi-direccional. Responder mensajes para tejer redes de colaboración entre ciudadanos y gobiernos.

Estas tres tecnologías: e-gobierno, gobierno abierto y redes sociales son cruciales para cualquier gobierno estatal que quiera enfrentar los problemas complejos que se avecinan. Romper el paradigma de gobernar como antes para gobernar hacia el futuro pasa por el uso intensivo de tecnología, al menos hasta que llegue la primera inteligencia artificial gubernamental que los sustituya.