Donald Trump ya fue presidente de los Estados Unidos e iniciará un nuevo período gubernamental a partir de enero del 2025. Su amenaza de imponer aranceles de 25 por ciento a los productos de México, Canadá y China no es nueva. Lo hizo en el año 2018. Este planteamiento fue su estrategia para llegar a un acuerdo migratorio con nuestro país. Sin embargo, su actuar ha generado convulsiones en el ámbito financiero.
En este contexto, nuestro país se registraron tres impactos: El Peso se depreció al cotizar el martes 20.51 por dólar, es decir, una pérdida del 1.17 por ciento frente al precio de referencia del lunes. La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) rompió el soporte de 50 mil puntos.
La mañana de este martes, el principal índice del mercado accionario nacional tocó las 49 mil 574 unidades, el nivel más bajo desde el pasado 6 de noviembre de este año. Empresas mexicanas como Peñoles, Inbursa y Cemex, sufrieron severa caída en sus acciones.
Pero ¿qué es un arancel? es un impuesto o gravamen que se aplica sólo a los bienes que son importados o exportados. El más usual es el que se cobra sobre las importaciones. Esta medida es utilizada comúnmente en el comercio exterior y negocios internacionales.
¿Para qué sirven? Se utilizan como fuente de ingresos para el gobierno, generando fondos a través de los impuestos sobre las importaciones. También busca que los productos locales sean más competitivos. Además, los aranceles pueden regular el comercio internacional al equilibrar la balanza comercial y promover la producción interna.
El planteamiento “Trumpista” podría tener importantes repercusiones económicas y políticas, donde expertos advierten sobre un posible aumento de la inflación tanto en Estados Unidos como México.
De imponerse éstos los aranceles, sin que nadie los detenga, podrían encarecer significativamente productos básicos como alimentos, automóviles y bienes electrónicos, con afectaciones en los consumidores, según economistas.
Los expertos destacan que de cumplirse la aplicación desmedida de estos aranceles, las economías tanto de Estados como de nuestro país sufrirían procesos inflacionarios que detendrían inversiones con serias afectaciones industriales que el consumidor final, tendría que pagar los costos. “Pagar los platos rotos”dice el conocido y popular refrán.
Ya la presidenta Claudia Sheinbaum manifestó que “se requiere de cooperación y entendimiento económico recíproco a estos grandes desafíos. A un arancel, vendrá otro en respuesta y así hasta que pongamos en riesgo empresas comunes”, o sea “ojo por ojo…” La pregunta es: ¿Atenderá éste llamado el próximo Presidente de E.U.?