Es una problemática ejercida por hombres y/o mujeres con episodios de agresión, transgrediendo el orden genérico de forma indistinta. El “amor” que une a los jóvenes en el noviazgo, cediendo al maltrato emocional, se inicia psicológicamente, es difícil percibirlo por ser sutil, siendo aceptado debido a una necesidad de cariño y comprensión, para evitar la soledad. Haciéndose más común en este tiempo con los adolescentes, presentando índices alarmantes, el cual va en incremento.
El concepto de la violencia, se define como un ataque intencional o no para una persona, de forma física, sexual o psicológica. Es una conducta con omisiones o actitudes que dañan, teniendo como finalidad dominar y mantener el control, utilizando estrategias como devaluar haciendo un comentario incómodo, insultos, chantajes, golpes, un jaloneo, bofetada, que pueden verse inicialmente como juego, después como un probable accidente o llegar a la muerte.
Cuando se cree románticamente “el amor duele”, impide ver el rumbo que lleva la relación, por estar enamorados no piensan objetivamente idealizando a su pareja, creyendo que esta situación pasará, se tolera y perdona, considerando son demostraciones de amor. En la dinámica de las relaciones de noviazgo existen algunos patrones, como cuando se padece violencia esporádica, moderada o severa, con coerción, aceptando la manipulación o acoso, produciéndose una situación traumática, angustiante, debido a que la violencia es ejercida por un ser querido, se niega, justifica y llega hasta la culpa, esperando cambie.
Violencia de tipo psicológico:
· El maltrato pasivo; cuando se omiten los cuidados o se propicia el abandono emocional.
· Acoso ejercido con críticas, amenazas, mentiras y acciones que impiden las actividades a otra persona.
· Acoso afectivo; realizada con mimos, caricias, llorando, amenazando (hasta con el suicidio) y disculpándose “todo lo hago por cariño”.
El proceso de manipulación, producida sin percibirse por ser una agresión insospechada, disfrazada de protección y buena intención. Es preciso no confundir maltrato y ofensas con el interés de la pareja controladora que exige explicaciones, pide detalles, vigila, revisa tus pertenencias, presiona, decide de acuerdo a su conveniencia, limita y trata de dominar con diversos recursos.
· Violencia física empujones, puntapiés, mordeduras, estrangulamiento, arañazos, etc.
· Chantaje emocional se propicia al afectar el comportamiento, con enojo, tristeza, mostrando cansancio, gritos, insultos e intimidaciones.
Señales para identificar datos preocupantes: usar fuerza física o psicológica, pudiendo ser objeto de acoso, siendo más comunes las que utilizan los hombres para obtener relaciones íntimas y en la mujer hay formas de control y manipulación matizados con ideales románticos. El hombre sufre mayormente una ruptura y la edad más vulnerable está en la adolescencia.
La persona violenta difícilmente cambiará, tiene que ver con su historia de vida y familia, no por lo que hagas o dejes de hacer. Esta situación se observa en todos los estratos sociales.
Cuando el hombre o la mujer se faltan al respeto, entonces no hay un comportamiento cordial y amoroso. La violencia en las relaciones de jóvenes plantea retos importantes, el objetivo es aportar una reflexión porque algunos se aman de manera agresiva, requiriendo una atención psicológica para no permitir el maltrato con tácticas terapéuticas para elevar la autoestima y hacer conciencia de no permitir ni en juego la agresión.