/ jueves 12 de julio de 2018

Vivencias de un agrónomo

Pues verán que así fuimos trabajando todo el año 1989, aparentemente unidos la Dirección de Fruticultura y la Delegación de Conafrut. En algunos casos, haciendo buen equipo entre los técnicos de ambas dependencias, pero en otros, con muchas dificultades. Quizá ustedes estarán de acuerdo conmigo que cuando algo que trae su propia “corriente”, se une con otra “corriente”, siempre hay desajustes, desacuerdos y hasta torbellinos (se me hace que exageré un poco). Por ejemplo, por citar algo, al juntarse las aguas de dos ríos, siempre hay remolinos y aguas peligrosas, hasta que más adelante, ya en el nuevo rio, las aguas se tranquilizan. Otro ejemplo muy conocido; en donde se juntan las aguas del Océano Atlántico con las del Océano Pacífico (la última punta), se producen grandes marejadas.

De manera que les confieso mis estimados lectores (2 o 3), que en ocasiones yo pensaba: cómo se le fue ocurriendo a mi Gobernador Borrego Estrada que nos uniéramos ambas dependencias (tan agusto que trabajábamos en la Dirección de Fruticultura).

Pero bueno, así fue, y a “echarle ganas” (palabra que muchos usamos y expresamos, pero es hueca, no se traduce en nada). Hicimos juntos demostraciones de campo hacia fruticultores de las diversas regiones del Estado, sobre técnicas frutícolas, como: poda invernal, injertación, poda verde, raleo de fruta, índice fisiológico de madurez para distintas frutas.

Insistí con el personal técnico de ambas dependencias, ubicados en sus propias regiones de trabajo, que estuvieran muy alertas y monitoreando la aparición y presencia de las principales plagas y enfermedades en los cultivos frutícolas; por ejemplo: Frailecillo en Manzano; Trips en Durazno, Vid y Ciruelo; Temolillo en casi todos los frutales; Araña Roja (no es araña ni roja) en Durazno; Picudo en Guayaba; Gusano blanco en Nopal Tunero; Verrucosis en Durazno; Cenicilla en Manzano, etc.

También teníamos que informar a oficinas Centrales de Conafrut (ubicadas en Querétaro), sobre algunas estadísticas: superficies actualizadas con frutales en cada región; nuevas plantaciones, avance de cosechas; rendimientos unitarios y precios regionales para las diversas frutas; etc. De manera que yo insistía con el personal de la Delegación Conafrut que dieran su información verídica y muy apegada a la realidad, a fin de no enviar mentiras a Oficinas Centrales. Ustedes estarán de acuerdo conmigo que ha sido costumbre muy socorrida en todas las dependencias, por lo menos del sector, informar cifras muy “alegres” (como le gusta al jefe superior); y así va la cadena de mentiras.

En conjunto participamos con Stands DIRFRUT-CONAFRUT en las principales ferias y exposiciones de Zacatecas, Fresnillo y Jerez; dando a conocer el trabajo que se estaba realizando, y exponiendo muestras de frutas que los productores nos facilitaban para tal efecto.

Uno de mis principales “dolores de cabeza” me lo daba un vivero frutícola que la Delegación Conafrut estaba instalando (antes de mi llegada) en un terreno con suelo de muy mala calidad, y con peor ubicación, allá por el rumbo de Rancho Grande, Fresnillo. Ese terreno lo cedió el Gobierno del Estado de Zacatecas en comodato a la Delegación (no llegué a conocer los antecedentes). Pero el mayor problema me lo daba el encargado del mismo. Era el Ing. José Luis Rocha, que informaba sobre avances de trabajo que no eran verdad. Pedía recursos para materiales, herramientas, refacciones, gasolina, para pago de trabajo, etc. En una visita que yo hice al lugar (batallé para llegar), me encontré con la realidad que no correspondía a lo que informaba.

Estuve trabajando muy cerca con él, pero se volvía pretextos y mentiras; de manera que poco se avanzó en ese vivero, que como les platiqué, estaba en un suelo de muy mala calidad.

Así, a “sombrerazos”, como dice el refrán ranchero, fuimos llegando a finales de 1989, cuando se comenzó a escuchar que estaban en vías de desaparición varias dependencias federales, entre ellas la CONAFRUT; pero solo eran rumores. Sin embargo, ya entrado el año 1990, siendo Presidente de la República el Lic. Carlos Salinas de Gortari, el rumor se convirtió en realidad: Desaparecía y entraba en liquidación la Conafrut, con todas las Delegaciones Estatales, entre ellas la de Zacatecas . . . y ahí se me vino un gran problema por resolver; pero tuve un ángel salvador. La próxima semana les platico.


Pues verán que así fuimos trabajando todo el año 1989, aparentemente unidos la Dirección de Fruticultura y la Delegación de Conafrut. En algunos casos, haciendo buen equipo entre los técnicos de ambas dependencias, pero en otros, con muchas dificultades. Quizá ustedes estarán de acuerdo conmigo que cuando algo que trae su propia “corriente”, se une con otra “corriente”, siempre hay desajustes, desacuerdos y hasta torbellinos (se me hace que exageré un poco). Por ejemplo, por citar algo, al juntarse las aguas de dos ríos, siempre hay remolinos y aguas peligrosas, hasta que más adelante, ya en el nuevo rio, las aguas se tranquilizan. Otro ejemplo muy conocido; en donde se juntan las aguas del Océano Atlántico con las del Océano Pacífico (la última punta), se producen grandes marejadas.

De manera que les confieso mis estimados lectores (2 o 3), que en ocasiones yo pensaba: cómo se le fue ocurriendo a mi Gobernador Borrego Estrada que nos uniéramos ambas dependencias (tan agusto que trabajábamos en la Dirección de Fruticultura).

Pero bueno, así fue, y a “echarle ganas” (palabra que muchos usamos y expresamos, pero es hueca, no se traduce en nada). Hicimos juntos demostraciones de campo hacia fruticultores de las diversas regiones del Estado, sobre técnicas frutícolas, como: poda invernal, injertación, poda verde, raleo de fruta, índice fisiológico de madurez para distintas frutas.

Insistí con el personal técnico de ambas dependencias, ubicados en sus propias regiones de trabajo, que estuvieran muy alertas y monitoreando la aparición y presencia de las principales plagas y enfermedades en los cultivos frutícolas; por ejemplo: Frailecillo en Manzano; Trips en Durazno, Vid y Ciruelo; Temolillo en casi todos los frutales; Araña Roja (no es araña ni roja) en Durazno; Picudo en Guayaba; Gusano blanco en Nopal Tunero; Verrucosis en Durazno; Cenicilla en Manzano, etc.

También teníamos que informar a oficinas Centrales de Conafrut (ubicadas en Querétaro), sobre algunas estadísticas: superficies actualizadas con frutales en cada región; nuevas plantaciones, avance de cosechas; rendimientos unitarios y precios regionales para las diversas frutas; etc. De manera que yo insistía con el personal de la Delegación Conafrut que dieran su información verídica y muy apegada a la realidad, a fin de no enviar mentiras a Oficinas Centrales. Ustedes estarán de acuerdo conmigo que ha sido costumbre muy socorrida en todas las dependencias, por lo menos del sector, informar cifras muy “alegres” (como le gusta al jefe superior); y así va la cadena de mentiras.

En conjunto participamos con Stands DIRFRUT-CONAFRUT en las principales ferias y exposiciones de Zacatecas, Fresnillo y Jerez; dando a conocer el trabajo que se estaba realizando, y exponiendo muestras de frutas que los productores nos facilitaban para tal efecto.

Uno de mis principales “dolores de cabeza” me lo daba un vivero frutícola que la Delegación Conafrut estaba instalando (antes de mi llegada) en un terreno con suelo de muy mala calidad, y con peor ubicación, allá por el rumbo de Rancho Grande, Fresnillo. Ese terreno lo cedió el Gobierno del Estado de Zacatecas en comodato a la Delegación (no llegué a conocer los antecedentes). Pero el mayor problema me lo daba el encargado del mismo. Era el Ing. José Luis Rocha, que informaba sobre avances de trabajo que no eran verdad. Pedía recursos para materiales, herramientas, refacciones, gasolina, para pago de trabajo, etc. En una visita que yo hice al lugar (batallé para llegar), me encontré con la realidad que no correspondía a lo que informaba.

Estuve trabajando muy cerca con él, pero se volvía pretextos y mentiras; de manera que poco se avanzó en ese vivero, que como les platiqué, estaba en un suelo de muy mala calidad.

Así, a “sombrerazos”, como dice el refrán ranchero, fuimos llegando a finales de 1989, cuando se comenzó a escuchar que estaban en vías de desaparición varias dependencias federales, entre ellas la CONAFRUT; pero solo eran rumores. Sin embargo, ya entrado el año 1990, siendo Presidente de la República el Lic. Carlos Salinas de Gortari, el rumor se convirtió en realidad: Desaparecía y entraba en liquidación la Conafrut, con todas las Delegaciones Estatales, entre ellas la de Zacatecas . . . y ahí se me vino un gran problema por resolver; pero tuve un ángel salvador. La próxima semana les platico.


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