Y todavía les sigo platicando sobre el proceso de liquidación de la Delegación Estatal de Conafrut – bastante complejo por cierto -. Referente a revisión de activos, todo quedó resuelto a satisfacción de oficinas centrales de CONAFRUT. No faltó nada. ¡Uf que alivio! Esta popular expresión la digo porque mi paso como Delegado de esa dependencia federal fue muy corto, y yo no tenía muchos antecedentes que digamos, pero salimos bien.
La venta autorizada de bienes muebles - no era mucho – mediante Licitación Pública Nacional para Enajenación de Bienes Muebles, se hizo correctamente – no fue nada fácil – El pago de los mismos fue directamente a cuenta de Conafrut a nivel central, y también estuvo completo, así que íbamos avanzando, siempre con la ayuda de mi colaboradora Chahua, y consultando a Oficinas Centrales para no incurrir en errores involuntarios. El terreno en comodato en donde se trabajaba para instalar el Vivero “Suave Patria”, allá por la región de Rancho Grande, Fresnillo, no llegó a nada, y se regresó al mismo gobierno estatal.
En cuanto al personal de la Delegación Estatal, todo se liquidó de acuerdo a la Ley, tomando en cuenta salario, y antigüedad.
Hubo la oportunidad de incorporar a algunas personas a la Secretaría de Desarrollo Rural Integral (SEDRI) entre ellas, a Isaura Aguilar Gallegos, al T.F Jesús Alvares Gómez y al Ing. Adolfo García Romo.
Finalmente, todo quedó terminado a satisfacción, otra vez ¡Uf, que alivio! de acuerdo al Decreto Presidencial de Liquidación de la Comisión Nacional de Fruticultura y sus respectivas delegaciones.
Yo, todavía como Delegado, insistía a Oficinas Centrales para que me indicaran la fecha para la firma del finiquito final, pero nada, no llegaba ningún aviso en ese sentido, y realmente ya deseaba que quedara concluido para atender otras actividades y trabajos en la Dirección de Fruticultura – Gobierno del Estado.
En esos días tuve ocasión de saludar al C. Gobernador, durante una gira de trabajo a la que me invitaron. Me preguntó ¿cómo va el proceso de liquidación de la Delegación Conafrut? Le contesté que bien, ya está todo terminado de nuestra parte, y solo falta la firma del finiquito final. Muy bien – fue su respuesta -, siga insistiendo.
Pasados algunos días – y nada – Entonces Chahua me sugirió que estaba dispuesta para irse a Querétaro (ya mencioné que en esa ciudad estaban las oficinas centrales de CONAFRUT), con toda la documentación (copias, etc), para “pucharle” al famoso finiquito, pues de otra manera así seguiríamos, pues recuérdese que 32 delegaciones estatales estaban en el mismo proceso. Para ello, gastos, pasajes y viáticos, todavía contábamos con recursos autorizados por Oficinas Centrales, previa Solicitud.
¡Magnífico! Chahua. Ve y me vas informando sobre cómo va la “cosa”. Pasó algo más de un mes, cuando me habló para decirme que todo estaba listo, que me fuera a Querétaro a firmar, mediante el cual la Delegación de Zacatecas quedaba totalmente liquidada, y sin ninguna observación. Ya en oficinas centrales me entere que Zacatecas era la primera Delegación en llegar a ese paso final. Muchas delegaciones tenían serios problemas, y como ya lo he escrito, todo se debió al trabajo conocedor, concienzudo y leal de mi colaboradora Isaura Aguilar Gallegos (Chahua). Recuerdo que el Delegado de Tamaulipas me dijo: Ingeniero Enríquez, no se imagina como nos ha ayudado Chahuita a mí y a otros delegados.
Pues ahí terminaron mis Vivencias como Delegado Estatal de CONAFRUT. Definitivamente de todo se aprende; sobre todo de lo difícil que es juntar dos aguas que traen su propio caudal y corriente.
Mientras todo esto pasaba y ocupaba buena parte de mi tiempo y atención; en la Dirección de Fruticultura contaba con eficaces colaboradores que mantenían el ritmo y cuidado que habíamos llevado – éramos buen equipo-; entre ellos menciono al Ing. Dagoberto González Orozco, y lógicamente a mi leal asistente Ernestina Mauricio (Q.E.P.D)
Y la semana próxima pasaré a otros temas. Gracias por acompañarme
