Don Juan José Méndez Barraza cumplió el 10 de agosto sus primeros 107 años de vida. Ya no queda nadie de sus contemporáneos. No está de más decir que no solamente muy pocas personas alcanzan a ver a sus bisnietos llegar a los 20 años, sino de llegar a esta edad en relativamente buen estado de salud.
Como muchos de sus contemporáneos, no tuvo profesión, pero, en cambio, cultivó múltiples oficios. Lo primero que hizo fue alternar, tarea obligada para los niños pueblerinos, y no se diga del medio rural, la escuela con el trabajo de campo. La escuela, sin embargo, era competencia desleal de las necesidades, así que la dejó en edad temprana.
Recuerda, eso sí, con profunda emoción, a una maestra a la que llamaban Mento. Supone Don Juan José que se llamaría Sacramento. La crisis alimentaria consecutiva a la Revolución “mis abuelos le llamaron el ‘año de la necesidad’”, lo encontró casi en pañales, si acaso los hubiera habido en su casa. Trabajó colocando rieles entre El Paso y Santa Fe, en Nuevo México.
Después de lo que él pensó sería un breve retorno, su madre le pidió no volver. Lo mismo ocurrió después de un par de años de trabajar en la Huasteca Potosina, construyendo carreteras en una constructora -ya se acostumbraba a pagar así la sumisión política-, propiedad de Saturnino Cedillo.
Cultivar la tierra
Antes de cultivar la tierra por cuenta propia, acompañando a su padre, hizo múltiples viajes a pie hasta Tequila, Jalisco. Era un camino difícil, de los llamados de herradura, con la ventaja de que no había los baches de ahora. El motivo de esos viajes era luchar en favor de la supervivencia: traer tequila para su venta en Tlaltenango, Jerez, Fresnillo y su natal Villanueva.
Luego llegó su acceso al ejido, el cultivo de la tierra y el apego a la ganadería. Estas actividades apenas rebasaban las necesidades inmediatas, pero su rendimiento no tan precario como para que no le permitiera ofrecer educación superior a sus hijas e hijos.
Fiel lector
A la fecha, hay que comentarle las novedades, aunque sigue extrañando su ejemplar diario de El Sol De Zacatecas. Su familia consta de once hijos, más treinta nietos y más de una decena de bisnietos.
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