Sobre las estrategias que se implementaron para el desarrollo cultural en el estado de Zacatecas por parte de la administración saliente, artistas reflexionaron sobre las gestiones y las políticas culturales que se implementaron, y compartieron algunas experiencias y opiniones acerca de los avances y logros que hubo respecto al tema.
“Nos queda a deber mucho” dijo el dramaturgo, actor y director de teatro Guillermo Zapata, quien desde su vivencia, agregó que históricamente se viene arrastrando una serie de actitudes que en lugar de favorecer y estimular al arte zacatecano -como los trámites burocráticos- van alejando a los creadores en lugar de hacer un trabajo conjunto.
“La pandemia reflejó la falta de apoyo”, y aunque hubo programas y convocatorias, debería existir un trato más digno. Dijo que los pagos que se brindan a los artistas locales son muy bajos en comparación de lo que se les da a las compañías de otros lugares que vienen a participar, y no hay apoyo para la difusión del teatro y de otras disciplinas, “esto genera un efecto de desgano y apatía, no hay motivación”.
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El artista visual Francisco Javier de la Torre “Pinchi Necro” añadió que, “uno como artista no puede esperarse a estar viviendo de las becas”, por eso su trabajo es independiente y apuesta a la industria privada que da más libertad de conciencia y de expresión. “Quieren hacer del arte un entretenimiento y no un discurso”.
Al igual que Óscar Édgar, fundador de Rey Chanate, quien apuntó “yo, en lo que tengo de mi carrera como artista, que ya son 24 años, he trabajado siempre solo, de la mano de mis amigos y nunca he sido un dependiente. Yo trabajo con quien me invita”.
A lo largo de los últimos años, se ha visto el cierre de programas para la descentralización de la cultura y propuestas a comunidades marginadas, también comentó la teatrera Karla Ríos.
En cuanto a festivales, el artista Pedro López Recéndez, manifestó que las actividades son monótonas y repetitivas, “no hubo un avance, una proyección sobre los artistas del estado”.
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Destacó que la mayoría de los creadores trabajan por medios propios y gestiones personales, exponiendo en espacios alternativos que no son institucionales. “Nuestro trabajo es crear, hacer los proyectos, generar la cultura, lo de ellos es facilitarnos las cosas, ser gestores para que la cultura tenga más movilidad”.
Nueva Ley de Cultura
La pandemia por Covid-19 visibilizó la precariedad laboral del gremio cultural, y ante esto surgió el Movimiento No Vivimos del Aplauso Zacatecas, que en diversas manifestaciones exigió sus derechos.
Una de las necesidades fue reformar la ley que rige la vida cultural en el estado, ante esto, hace algunos días la LXIII Legislatura aprobó una nueva Ley de Cultura para Zacatecas.
Al respecto, uno de los voceros del movimiento, Martín Letechipía, declaró que aunque fue un avance, faltó discusión y análisis, “a mí me preocupa que quedó fuera la cultura popular”, por ejemplo, y tampoco aborda la niñez, ni los festivales independientes.
“Es una ley que sigue dándole prioridad al Instituto Zacatecano de Cultura” y opinó que no se cumplió con tener una serie de más reuniones con los creadores, “la ley desde mi punto de vista debe ser para proteger y beneficiar al ciudadano de a pie, al ciudadano común y corriente”.
De lo contrario, Noé Germán Rendón, especialista en la disciplina teatral dijo que “no hay ningún reproche” y la nueva ley abre muchas ventanas, sobre todo con el mecenazgo, que es lo que llamó su interés.
Los planteamientos del Plan Estatal de Desarrollo fueron abordados
Por su parte, Alfonso Vázquez Sosa, director del Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde” comentó que todos los programas y planteamientos que llegaron al Plan Estatal de Desarrollo fueron abordados. “Las metas que se plantearon al inicio del quinquenio fueron atendidas, logradas no en su totalidad”, dijo.
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Fueron dos rubros en los que hubo dificultad para lograr las metas establecidas: el número de visitas proyectadas a los museos, porque un año estuvieron cerrados por la pandemia, y el número de talleres de iniciación a las artes que también se vieron interrumpidos.
Dentro de las metas -dijo- se aumentaron los estímulos a creadores, además de los que ya se realizaban como Pecdaz, Pacmyc, y programa editorial. Con la modificación que se hizo al manual de gastos de operaciones del instituto, se permitió la modalidad de estímulos a la interpretación para artistas.
Sobre los festivales que restan en el año, informó que todos están contemplados en el plan operativo anual, son programados y tienen un presupuesto asignado. La actual administración realizaría el de blues y jazz, y el del folclor, por lo que quedarían por realizarse con nuevos directivos el de día de muertos, barroco, Manuel M. Ponce, teatro de calle y el de navidad.
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Agregó que luego del informe del Gobernador Alejandro Tello, “nosotros estaremos dando cuenta de manera más particular de los indicadores, los avances y logros del instituto de cultura”, concluyó.
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