Tiernos y adorables, así resultan los famosos muñecos tejidos denominados “amigurumis” una tendencia de “peluches” elaborados en la técnica de crochet o ganchillo.
Se trata de una moda japonesa, que propone la creación de figurillas de animales en diversos formatos y bajo la utilización de lana o hilo de algodón.
La artesana Gloria María García, oriunda del municipio de Guadalupe, Zacatecas, quien gusta por el arte del tejido y desde hace cinco años aprendió a fabricar los “amigurumis”.
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El trabajo que ahora le permite generar ingresos, lo aprendió en una escuela de tejido, y tras perfeccionar su labor, ahora se dedica a la venta de estos muñequillos. Desde gatos, pollos, tortugas, abejas, hasta cactus y una que otra figura personalizada o de caricatura, es lo que realiza a través de su creatividad.
Con aguja e hilo
Lo que se presenta como un juguete especialmente para los infantes, también ha ganado fama entre los adultos, como un motivo de colección.
El proceso para realizar una pieza, en el caso de una muñeca, por ejemplo, le lleva a Gloria María hasta ochos días para tejerla, usando simples materiales como agujas de crochet o ganchillo, e hilo de diversos colores.
Una de las características para su elaboración, según explicó, es ajustar bien los tejidos y rellenarlo, ya sea de algodón o de algunos pedazos de tela para que adquiera volumen y forma.
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La versatilidad y creatividad, le ha permitido comercializar estos muñecos en diversos corredizos artesanales, atendiendo a un público que ya gusta por ellos y paga por adquirirlos; en un tamaño medio, cada pieza oscila entre los 380 pesos.
Un significado profundo
Lo que a simple vista se percibe como un juguete, según la cultura japonesa, estos “peluches” alimentan el espíritu. En su mayoría, son parte de la infancia de los pequeños, por lo que se convierten en un acompañante y confidente, más que un objeto simplemente para jugar.
En varios casos, se les otorga un nombre y son considerados seguros, ya que al ser elaborados totalmente a mano, se cuida que no contengan piezas que signifiquen un riesgo para los niños, además que son lavables.
Para Gloria, una forma de obtener ingresos
Los “peluches tejidos” además de desarrollar la creatividad de Gloria María, le ha permitido venderlos y obtener un ingreso extra.
Pertenece a varios grupos de la tercera edad, en donde ha aprendido a trabajar la pintura y el bordado en listón, ampliando la oferta de sus productos.
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Aunque no cuenta con un taller formal, pues elabora cada pieza desde su casa, se dedica a participar en diversos corredizos artesanales que en su mayoría, se instalan en el centro de Zacatecas.
Una de sus últimas ofertas en este tipo de espacios, fue hace algunas semanas en el portal de las flores, y aunque esperaba tener la oportunidad de continuar promoviendo su trabajo para el Festival Cultural, esto quedó suspendido por la contingencia del Covid-19. Aprovechando el medio, invitó a que apoyen a los creativos locales y consuman lo hecho en Zacatecas.
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