Fue durante la Edad Media cuando la palabra Salas aparece documentada como un nombre personal, destacando las palabras Sallas, Salas, Sanlo o Sanla, mismas que se referían a un nombre propio, mucho antes de que se derivara de nombre propio a apellido.
Se sabe también que contó con ramas especiales en Burgos, Sevilla, Santander, y que pasó fronteras para establecerse en Chile y en Perú.
Los especialistas en el origen de los apellidos manifiestan que el apellido Salas es procedente de salla, un nombre germánico antiguo.
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El escudo de armas del apellido Salas muestra un campo de oro en el que aparece un castillo en su color, de donde sale un león natural justo en lo alto de sus almenas, mismo que asoma medio campo a la cola, también aparecen tres veneras de plata.
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