El arte de realizar artículos con cuero, es parte del trabajo artesanal que realiza desde hace 15 años René Hernández de la Fuente, en el municipio de Zacatecas, en la técnica de talabartería, que además se ha convertido en su estilo de vida.
Gracias al esfuerzo que ha realizado a lo largo de este tiempo, mantiene vigente esta rama artesanal que consiste en la práctica de cincelado “que es como el repujado del aluminio, o el tallado de la madera pero aquí lo hacemos en cuero”, explicó.
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Sus productos van desde cinturones, carteras, monederos, monturas, fundas, entre otras piezas con la principal característica que son elaboradas a mano, “yo aprendí con otra persona y luego de enseñarme puse mi taller”, recordó.
Su trabajo ha permanecido en el gusto e interés de su familia y sus hijos también realizan esta actividad, inculcando la tradición de generación en generación, por lo que ahora promueve la talabartería en su taller “La cueva” que se ubica en Calzada Luis Moya.
La creatividad que imprime en cada artesanía, ha llevado a René Hernández a concursar en importantes certámenes de arte popular a nivel estatal y nacional, e incluso ha sido acreedor a algunos reconocimientos.
Entre su oferta, de lo más vendido son los cinturones y las bolsas que aunque varían en sus precios, hay artículos que pueden llegar a tener un costo elevado según el bordado y el material con el que se realice.
La labor que se le conoce como bordado con pita o con plata en un cinto, por ejemplo, puede llegar a costar hasta los 40 mil pesos, y son piezas que adquieren más para la cultura charra; aunque desde su taller “se ha implementado una técnica en la que no es necesario ser charro o vaquero para poder usarlo, hacemos técnicas casuales y bolsas para el diario y para todo tipo de público”, dijo.
El esfuerzo y las horas que le lleva elaborar cada producto, es inigualable, pues lejos de ser un trabajo, son historia e identidad, por lo que invitó al público a apoyar al sector artesanal.
La artesanía después de la pandemia
Hace algunos días, René Hernández formó parte del corredizo artesanal que se instaló en el Festival del Folclor, y consideró que tras el poco turismo no hubo las ventas que se hubieran querido, a comparación de otras ediciones, aunque celebró el regreso presencial de este tipo de expo ventas a la capital.
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Para estar en constante actualización, sobre todo después de la pandemia por Covid-19, destacó que es importante el uso de las plataformas digitales para difundir su trabajo y poder comercializar desde las redes sociales.
Compartió que una gran parte de sus clientes radican en Estados Unidos, e incluso en otros estados de México, por lo que las herramientas tecnológicas lo han ayudado en dar más promoción. Por ahora, espera estar en el próximo corredizo artesanal en el Congreso Nacional Charro en Zacatecas.
Se practica en varios municipios
La talabartería es una rama artesanal que se ha mantenido a lo largo del tiempo en México y que se resiste a desaparecer; en lo que respecta a nuestro estado, esta actividad es frecuente en municipios como Miguel Auza, Valparaíso, Jerez, Tepetongo, Villanueva, Momax, Tlaltenango, Teúl de González Ortega y Zacatecas.
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