Manuel Gallardo, mejor conocido como Tote, es un artista callejero que viaja por el mundo llevando una misión humanitaria de ayudar con su arte a las niñas y los niños más desprotegidos.
“Cuando uno viaja quiere introducirse en las comunidades, vivir con ellos, sufrir con ellos”, dijo en entrevista para el Sol de Zacatecas, el artista quien por más de 30 años ha visitado más de 70 países del mundo.
En una labor que refleja y visualiza los problemas de infantes en situación de vulnerabilidad, Tote visita orfanatos y centros de niños con cáncer para enseñarlos a pintar con los dedos bajo la técnica de óleo sobre cristal.
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En su actividad diaria que ha traspasado fronteras, desde África, Asia y Europa, con mochila en mano y con la misión clara de querer ayudar, el artista viajero llegó a América Latina para emprender una nueva travesía que comienza en México.
Hace algunos días, arribó a Zacatecas para compartir su arte con los pequeños que se encuentran en Villa Infantil Sagrado Corazón de Jesús y del Convento de las Madres Clarisas.
“Esto yo lo hago porque me nace” dijo, sin intención de ser un personaje, pues sólo trata de dar un mensaje, “para que a la gente se le despierte un granito de humanidad”.
“Ser humanitario es no ser indiferente”
Nacido en Venezuela y con 56 años de edad, desde joven dejó su lugar de origen para emprender un nuevo camino como artista que comenzó en Italia y luego se expandió por gran parte de Europa, aunque por cosas del destino llegó a Sudáfrica y fue ahí donde comenzó a enseñar a los niños a pintar.
En una vida de riesgos y aventuras, y tras llegar a Asia, fue Camboya el lugar que despertó su parte humanitaria al ver tantas tragedias, y comenzó en un orfanatorio a apoyar a los centros de protección de menores.
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Para costear sus viajes, hospedajes, comidas y material para pintar, vende sus obras por las calles del mundo, “nunca nadie me ha ayudado, yo vendo mis cuadros, gano mi dinero y me voy a los centros y orfanatos”.
Hasta el momento, ha estado en muchos lugares del planeta llevando arte y siempre se ha arriesgado visitando sitios lejanos y en condiciones precarias. “El ser humanitario es no ser indiferente” comentó, pues el trayecto de vida que ha realizado también ha inspirado a algunas personas a ayudar al prójimo.
Continuará su travesía por México
Luego de estar en Zacatecas ayudando a niñas y niños, quienes le han dejado una gran lección de vida, informó que espera continuar su paso por México para llegar a Guadalajara.
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Luego viajará a la Selva Lacandona, a Guatemala, Nicaragua y Honduras “hasta donde llegue y sin límites”, con el objetivo de apoyar a los “olvidados por la sociedad” y seguir compartiendo sus conocimientos como artista a los más pequeños.
“Pienso llegar hasta no sé dónde” refirió, al destacar que su actividad toma relevancia ya que ayuda a los huérfanos del mundo siendo un “forastero”.
En las últimas horas se ha sentado frente a la Catedral Basílica de Zacatecas a pintar y vender sus cuadros, transmitiendo su mensaje de humanidad. Para conocer más sobre lo que realiza, se pueden consultar sus redes sociales como “Newartglassrevolution”.
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