/ viernes 11 de enero de 2019

Cambiar el color de los ojos es posible con una técnica láser

Por 5 900 euros Francis Ferrari se dedica a cambiar el color de ojos

¿Un verde "tropical"? ¿Un marrón canela? ¿O mejor un "cautivador" azul riviera? Los clientes de un médico de la ciudad francesa de Estrasburgo pueden elegir entre estos y otros colores para sus ojos.

Por 5.900 euros por persona Francis Ferrari se dedica a cambiar el color de ojos de la gente que acude a su consulta, una práctica que según algunos expertos entraña riesgos.

"Es el sueño de mucha gente", dice este oftalmólogo de 59 años. "Hace un par de años todavía no lo tenía claro, pero ahora..." Desde su primera paciente en diciembre de 2013 asegura haber realizado la intervención 140 veces, hasta ahora supuestamente sin complicaciones.

Pero, ¿cómo se cambia el color de ojos? Ferrari lo hace con ayuda de la técnica láser. Con el llamado láser de femtosegundo crea dentro de la córnea una cavidad con forma de anillo con un hueco para la pupila. A través de dos pequeñas incisiones, Ferrari introduce los pigmentos deseados en la córnea usando una pequeña espátula falciforme.

Durante la intervención los pacientes permanecen despiertos, únicamente se les administra un colirio anestesiante. El color más demandado es el azul riviera, cuenta Ferrari que explica que el 70 por ciento de sus clientes son mujeres. El efecto es parecido al que proporcionan las lentes de contacto de colores, asegura.

Pero, ¿por qué hay gente que quiere cambiar su color de ojos? Un francés de 37 años que no quiere revelar su nombre está sentado en la sala de espera de la clínica del doctor Ferrari un día antes de su intervención. Preguntado acerca de sus motivos, explica: "Corresponde a ese deseo de tener un aspecto que encaje más con la idea que uno tiene de sí mismo". Él quiere pasar de unos ojos marrones a unos azul claro para conseguir una "mirada más brillante y fascinante".

Otra clienta, una chica alemana pelirroja de 24 años dice que se quiere operar por su amor por los colores. "Me gusta todo lo que es colorido", cuenta y compara la intervención con su color de pelo. "Se puede probar simplemente."

Sin embargo, la intervención no es reversible, indica Walter Sekundo, director de la clínica oftalmológica de la Universidad de Marburgo en Alemania. "De alguna manera se tatúa la córnea", explica. Pero el experto no lo ve un peligro para la salud ya que los colores están autorizados desde el punto de vista médico y el láser de femtosegundo es muy preciso.

El aparato de alta tecnología no corta la córnea desde fuera sino que más bien provoca innumerables diminutas explosiones en su interior. Así se crea la cavidad que después se rellena con color. Otras técnicas que se emplean para cambiar el color de ojos son mucho más peligrosas, alerta Sekundo.

Así te lo contamos: Por 5.900 euros por persona Francis Ferrari se dedica a cambiar el color de ojos

Por ejemplo, en Panamá los cirujanos colocan implantes de iris con resultados dudosos. Los implantes se sitúan en la cámara anterior del ojo, el pequeño espacio que hay entre la córnea y el iris. Sekundo asegura que está técnica entraña graves riesgos ya que puede derivar en cataratas o glaucoma. Algunos pacientes incluso llegan a perder la vista.

Pero el experto alemán también ve un problema a largo plazo en el método empleado por el doctor Ferrari en Estrasburgo. En operaciones oftalmológicas como cataratas los cirujanos saben que deben dilatar la pupila lo máximo posible para obtener una buena visión del ojo. Si la córnea está tatuada, se complica la inspección del ojo ya que la zona coloreada tapa parte de la pupila dilatada.

Martin Spitzer, director de Oftalmología de la clínica universitaria Hamburg-Eppendorf (UKE) es bastante más escéptico. Opina que falta experiencia sobre la técnica así como estudios especiales sobre la seguridad del colorante. Además, el resultado cosmético posiblemente deje que desear porque con la técnica no se puede imitar la verdadera estructura del iris.

Actualmente no existen pruebas sobre si la intervención restringe la capacidad de manejar por la noche. "Yo desaconsejaría la intervención debido a los pocos datos de los que se dispone hasta ahora", dice Spitzer, que considera que la técnica debe ser evaluada primero por estudios científicos independientes.

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"Es el sueño de mucha gente", dice este oftalmólogo de 59 años. "Hace un par de años todavía no lo tenía claro, pero ahora..." Desde su primera paciente en diciembre de 2013 asegura haber realizado la intervención 140 veces, hasta ahora supuestamente sin complicaciones.

Pero, ¿cómo se cambia el color de ojos? Ferrari lo hace con ayuda de la técnica láser. Con el llamado láser de femtosegundo crea dentro de la córnea una cavidad con forma de anillo con un hueco para la pupila. A través de dos pequeñas incisiones, Ferrari introduce los pigmentos deseados en la córnea usando una pequeña espátula falciforme.

Durante la intervención los pacientes permanecen despiertos, únicamente se les administra un colirio anestesiante. El color más demandado es el azul riviera, cuenta Ferrari que explica que el 70 por ciento de sus clientes son mujeres. El efecto es parecido al que proporcionan las lentes de contacto de colores, asegura.

Pero, ¿por qué hay gente que quiere cambiar su color de ojos? Un francés de 37 años que no quiere revelar su nombre está sentado en la sala de espera de la clínica del doctor Ferrari un día antes de su intervención. Preguntado acerca de sus motivos, explica: "Corresponde a ese deseo de tener un aspecto que encaje más con la idea que uno tiene de sí mismo". Él quiere pasar de unos ojos marrones a unos azul claro para conseguir una "mirada más brillante y fascinante".

Otra clienta, una chica alemana pelirroja de 24 años dice que se quiere operar por su amor por los colores. "Me gusta todo lo que es colorido", cuenta y compara la intervención con su color de pelo. "Se puede probar simplemente."

Sin embargo, la intervención no es reversible, indica Walter Sekundo, director de la clínica oftalmológica de la Universidad de Marburgo en Alemania. "De alguna manera se tatúa la córnea", explica. Pero el experto no lo ve un peligro para la salud ya que los colores están autorizados desde el punto de vista médico y el láser de femtosegundo es muy preciso.

El aparato de alta tecnología no corta la córnea desde fuera sino que más bien provoca innumerables diminutas explosiones en su interior. Así se crea la cavidad que después se rellena con color. Otras técnicas que se emplean para cambiar el color de ojos son mucho más peligrosas, alerta Sekundo.

Así te lo contamos: Por 5.900 euros por persona Francis Ferrari se dedica a cambiar el color de ojos

Por ejemplo, en Panamá los cirujanos colocan implantes de iris con resultados dudosos. Los implantes se sitúan en la cámara anterior del ojo, el pequeño espacio que hay entre la córnea y el iris. Sekundo asegura que está técnica entraña graves riesgos ya que puede derivar en cataratas o glaucoma. Algunos pacientes incluso llegan a perder la vista.

Pero el experto alemán también ve un problema a largo plazo en el método empleado por el doctor Ferrari en Estrasburgo. En operaciones oftalmológicas como cataratas los cirujanos saben que deben dilatar la pupila lo máximo posible para obtener una buena visión del ojo. Si la córnea está tatuada, se complica la inspección del ojo ya que la zona coloreada tapa parte de la pupila dilatada.

Martin Spitzer, director de Oftalmología de la clínica universitaria Hamburg-Eppendorf (UKE) es bastante más escéptico. Opina que falta experiencia sobre la técnica así como estudios especiales sobre la seguridad del colorante. Además, el resultado cosmético posiblemente deje que desear porque con la técnica no se puede imitar la verdadera estructura del iris.

Actualmente no existen pruebas sobre si la intervención restringe la capacidad de manejar por la noche. "Yo desaconsejaría la intervención debido a los pocos datos de los que se dispone hasta ahora", dice Spitzer, que considera que la técnica debe ser evaluada primero por estudios científicos independientes.

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