Lo higos son una de las frutas más deliciosas que existen, y es que los puedes comer directo de las ramas del árbol, postres o en una deliciosa mermelada. Pero más allá de la exquisitez de esta fruta, debes saber que para que la flor de la higuera (que no es visible), se convierta en fruto se necesita del “sacrificio” de una avispa.
La higuera también llamada Ficus carica (nombre científico), es un árbol llega a crecer hasta 10 metros de altura, y todo en él se emplea, ya que el tronco libera un jugo gris (látex), su follaje se emplea en infusión para tratar diversas dolencias y el fruto es comestible, describe la Comisión Nacional para el Conocimiento y Usos de la Biodiversidad Mexicana.
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¿Has escuchado alguna vez que dentro de los higos hay avispas?
Pues esto no es falso del todo, los higos en su interior tienen avispas muertas, aunque el cuerpo del bicho es absorbido por el árbol para poder llegar a ser lo que conocemos como higo.
“Cuando las flores femeninas dentro de la fruta inmadura están listas para la polinización, el higo emite un aroma atractivo que atrae solo avispas femeninas del tipo específico para ese árbol. La avispa encuentra el higo por su aroma y lucha por entrar a través de la pequeña abertura al final del higo. Es un pasaje tan estrecho que la avispa generalmente pierde sus alas y pedazos de antenas”, describe el Servicio Forestal de Estados Unidos.
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“El ovario de algunas flores está fuera del alcance de la avispa, por lo que no puede poner sus huevos en ellas y esas semillas pueden alcanzar la madurez. Habiendo cumplido la misión de su vida, la avispa hembra muere dentro del higo. Los huevos se convierten en larvas que crecen dentro de las semillas. Después de completar su desarrollo completo en unas pocas semanas, emergen del interior de las semillas”.
El hecho de que dentro de los higos en un momento haya muerto una avispa no vuelve al fruto peligroso o riesgoso de comer; todo lo contrario, los higos son ricos en vitamina K, magnesio, potasio y fibra.
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