El 13 de mayo de 1917 se registró la primera aparición de la Virgen de Fátima; Lucía Dos Santos, Jacinta y Francisco Marto fueron los tres pastores a los que la Virgen se les apareció mientras cuidaban un rebaño de ovejas en Cova de Iria, Fátima, Portugal.
Los niños dijeron haber visto una nube sobre la que estaba parada una mujer, con un resplandor que parecía provenir del Sol, la mujer sostenía en sus manos -que estaban en posición de oración- un rosario de cuentas brillantes como perlas y una cruz de plata.
Lucía y Jacinta podían verla y escucharla, en tanto que Jacinto solo podía verla. Desde la primera aparición hasta el mes de octubre, la virgen se les apareció a los pastores los días 13 de cada mes.
Durante las apariciones de la Virgen de Fátima -llamada así por el lugar donde tuvieron lugar las apariciones- los niños recibieron tes secretos o profecías, que tiempo después serían dados a conocer al Vaticano.
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Profecías la Virgen de Fátima
Los mensajes de la Virgen a los niños fueron considerados premonitorios por el Vaticano y ya se han cumplido. San Juan Pablo II afirmó que las profecías eran “revelaciones privadas cuyo propósito es ayudar a vivir más plenamente de acuerdo a las enseñanzas de Cristo”.
Las profecías de la Virgen de Fátima se dividieron en tres partes, que luego serían reveladas.
Los dos primeros secretos fueron dados a conocer en partes en agosto de 1914, mientras que al tercero sólo tuvieron acceso algunos pontífices y fue hecho público por San Juan Pablo II en el año 2000; había sido escrito por Lucía y revelado 83 años después.
El infierno existe
La primera y la segunda profecías hablan sobre las visiones que los niños tuvieron del infierno, así como las peticiones que la Virgen hizo para salvar almas.
Visteis el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si se hace lo que os voy a decir, se salvarán muchas almas y tendrán pazes lo que dijo la advocación de la virgen María a los pastores.
Rusia y las guerras
Una de las profecías se vincula con la Revolución Rusa. Era el año 1917 y desde febrero en ese país estaban ocurriendo acontecimientos que terminaron con la Revolución de octubre y, luego, la conformación de la Unión Soviética.
“Si se escuchan mis peticiones, Rusia se convertirá y tendrán paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia”, les dijo la Virgen a los tres pastores.
El atentado contra un Papa
La tercera parte de los secretos o profecías hacía referencia a un atentado al Papa Juan Pablo II, mismo que sucedió en mayo de 1981 cuando en la Plaza de San Pedro le dispararon con una arma de fuego.
Entre las interpretaciones que se hicieron del tercer secreto, llegaron a la conclusión de que hombre vestido de blanco no es otro que el Papa, quien es víctima de un ataque con arma de fuego. El pasaje de la revelación recordó el atentado que sufriera Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981. Al respecto, el Papa diría que "una mano materna guió la trayectoria de la bala" salvándole la vida. Años después se conocería que Sor Lucía coincidiría con él.
La muerte de los tres pastores
Francisco, uno de los tres pastores, falleció en 1919 a los 10 años de edad a causa de la pandemia de gripa en 1918.
Jacinta, que padecía de pleuresía (inflamación del revestimiento de los pulmones y el tórax), no podía ser anestesiada debido al mal estado de su corazón, y falleció el 20 de febrero de 1920 a los nueve años de edad.
Lucía ingresó a la Orden de las Carmelitas Descalzas y se convirtió en monja, dio a conocer en 1941 los dos primeros secretos. Solo los Papas tuvieron acceso al tercero de los secretos hasta que Juan Pablo II la dio a conocer. Sor Lucía murió a los 97 años, el 13 de febrero del año 2005.
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