La sal es un condimento que se utiliza en la cocina para potenciar el sabor de los platillos, pero algunos países o culturas la sal tiene otro uso; la sal es fuente de algunas supersticiones.
Se cree que derramar sal en la mesa es un mal augurio; incluso los sumerios, los egipcios, los asirios y, más tarde, los griegos, acostumbraban a tomar un poco de sal y echarla por encima del hombro izquierdo, cada vez que alguien la derramaba.
Existen varios mitos que indican que derramar sal en la mesa, tirarla en el piso o pasarla de mano en mano es de mala suerte, incluso un refrán dice “derramar la sal, es mala señal”.
En México es muy común escuchar o usar la frase “estoy salado”, y tiene una connotación negativa, se refiere a tener mala suerte y a que cosas malas sucedan, desde familiares, laborales y amorosas.
Contrario a esto, en algunos países la sal es símbolo de buena suerte; por ejemplo, en China la sal es considerada de buen augurio y según los chinos es buena para alejar fantasmas de los hogares.
Te recomendamos: Cuándo ver en México la superluna de Ciervo y por qué se llama así
En Japón, los escenarios de los teatros se riegan con un poco de sal antes de iniciar las funciones, para así evitar las malas acciones de los espíritus.
Los judíos y los musulmanes creen que la sal les protege del ojo del diablo.
La sal a lo largo de la historia ha tenido otras funciones, los romanos pagaban a los funcionarios públicos con sal, este pago recibía el nombre de “salarium”, de donde deriva el término salario para el pago que recibe un empleado.
│Escucha nuestro podcast│