/ lunes 18 de febrero de 2019

Viagra, usos sin abusos

Algunos toman el medicamento para contrarrestar los efectos del alcohol

La Viagra, tal y como la conocemos, surgió casi por casualidad. Los investigadores trataban de encontrar un medicamento para la angina de pecho, pero no obtuvieron los resultados que pretendían. Sin embargo, durante los ensayos clínicos constataron que los voluntarios que tomaban el fármaco experimentaron un efecto inesperado: erecciones.

Pocos años más tarde llegaba a las farmacias la Viagra, un medicamento que hizo posible que hombres con disfunción eréctil pudieran mantener relaciones sexuales.

Provoca la dilatación de los vasos sanguíneos

“Viagra es el nombre comercial de un fármaco cuyo principio activo es el sildenafilo y está indicado para personas con disfunción eréctil, es decir, con una patología. Por lo tanto, debe utilizarse de manera racional, siguiendo las indicaciones del médico previo diagnóstico individual”, explica Yolanda López, farmacéutica adjunta de la farmacia Belén Rueda Bernaldo de Madrid (España).

Pero, ¿cómo funciona? Pues bien, lo que hace este fármaco es producir una dilatación de los vasos sanguíneos. Los especialistas del Servicio de Salud del Reino Unido manifiestan que, tras haber tomado el medicamento, se produce un incremento temporal del flujo sanguíneo hacia el pene cuando el hombre se excita sexualmente.

Además, el sildenafilo tiene otro uso menos conocido, pues también se emplea como terapia para la hipertensión pulmonar, una enfermedad con muy mal pronóstico. “Relaja los vasos sanguíneos del pecho, incrementa el flujo de sangre hacia los pulmones y reduce la carga de trabajo del corazón”, indican.

Cuando se utiliza para combatir la disfunción eréctil, Yolanda López puntualiza que el plazo para tomar el medicamento es de entre media hora y tres horas antes de mantener relaciones sexuales y debe tomarse con agua.

“Los efectos se producen aproximadamente entre 30 minutos y una hora después de la ingesta y se prolongan de 3 a 5 horas”. Asimismo, aclara que la dosis recomendada está “entre 25 y 50 miligramos. La dosis máxima al día es de 100 miligramos y nunca se debe superar esa cantidad”.

La farmacéutica manifiesta que no se debe tomar Viagra si se ha ingerido alcohol, se tiene la presión arterial alterada, se tienen problemas hepáticos o renales, ciertos problemas cardiacos, se es alérgico al sildenafilo, se padecen problemas graves en la visión o problemas de sangrado.

El Sol de Zacatecas

Los efectos se producen aproximadamente entre 30 minutos y una hora después de la ingesta / EFE

De igual modo, señala que tampoco es aconsejable tomarla cuando se ha consumido comida con un alto contenido en grasas.

Como cualquier fármaco, la Viagra puede tener efectos secundarios. Así, López precisa que puede haber “cefaleas, rubor facial, adormecimiento de extremidades, dispepsia (trastorno digestivo), visión borrosa, erupción cutánea, fotofobia y palpitaciones”.

López indica que, en casos muy raros, también pueden producirse arritmias, infarto de miocardio y pérdida de audición.

Los peligros de ingerirla para ir de fiesta

Sin embargo, muchos hombres utilizan el fármaco aunque no padezcan disfunción eréctil. Algunos lo hacen para tener erecciones más duraderas. Otros, porque no confían en lograr una erección lo suficientemente rígida. Esta falta de confianza puede ocasionar, a largo plazo, una dependencia del medicamento y una verdadera disfunción eréctil cuando no se toma.

En tal caso, podría ser necesario recurrir a tratamientos más agresivos para combatirla, como las inyecciones en el pene.

También hay quienes toman el medicamento cuando salen de fiesta para contrarrestar los efectos del alcohol y las drogas sobre el desempeño sexual.

No obstante, la mezcla de Viagra con alcohol y drogas es un cóctel peligroso. Una de las combinaciones que suelen darse en una noche de fiesta es la suma de alcohol, cocaína y Viagra.

En este sentido, Eduardo Carreño, médico especialista en adicciones, explica que el consumo de cocaína “puede producir problemas cardiacos como la fibrilación auricular”.

Además, el médico incide en que cuando se consume cocaína y alcohol, se forma “un metabolito llamado cocaetileno, que es más tóxico para el organismo que la suma de ambas sustancias”.

“Si también se añade Viagra, dado que el flujo sanguíneo se dirige primordialmente hacia los genitales, puede producirse un descenso de la temperatura corporal periférica que puede resultar muy peligroso”, agrega Carreño.

Por otro lado, tomar Viagra sin control médico también puede llegar a ser problemático, sobre todo para quienes padecen ciertas enfermedades o toman determinados fármacos.

“Su empleo simultáneo con vasodilatadores y ciertos antihipertensivos está desaconsejado por el riesgo de que se produzcan importantes caídas de tensión arterial”, manifiesta José Luis Palma, vicepresidente de la Fundación Española del Corazón.

El doctor Palma subraya que “antes de lanzarse a un consumo indiscriminado, todo paciente debe consultar con su médico las ventajas, desventajas, limitaciones, contraindicaciones e interacciones con otros fármacos para minimizar los riesgos potenciales”.

De igual modo, el cardiólogo puntualiza que la disfunción eréctil “puede ser el síntoma de alarma que esconda alteraciones vasculares más profundas, como una arteriopatía coronaria que, con el tiempo, puede expresarse clínicamente en un infarto de miocardio”.

Por todo ello, “no estaría de más una consulta al cardiólogo cuando la disfunción eréctil se haga presente, máxime si se pretende combatir con este medicamento”, recomienda.

Por último, otro riesgo asociado a este fármaco tiene que ver con su venta ilegal. “No se debe comprar por Internet en ningún caso ya que es un medicamento sujeto a prescripción médica y la farmacia es el canal seguro para adquirirlo”, manifiesta Yolanda López.

En este sentido, los distintos especialistas advierten que en el mercado negro (tanto “online” como venta física en la calle) abundan las falsificaciones, a menudo con una proporción menor del ingrediente activo y sin las necesarias garantías de seguridad.

No obstante, es necesario aclarar que existen fármacos genéricos con el mismo principio activo que la Viagra. Puesto que la patente del laboratorio Pfizer (empresa que descubrió el uso del sildenafilo para tratar la disfunción eréctil y lo comercializó con el nombre actual) venció hace algunos años, en la actualidad otros laboratorios también venden sildenafilo. Estos medicamentos, que se dispensan en farmacias con receta médica, son seguros y eficaces.

La Viagra, tal y como la conocemos, surgió casi por casualidad. Los investigadores trataban de encontrar un medicamento para la angina de pecho, pero no obtuvieron los resultados que pretendían. Sin embargo, durante los ensayos clínicos constataron que los voluntarios que tomaban el fármaco experimentaron un efecto inesperado: erecciones.

Pocos años más tarde llegaba a las farmacias la Viagra, un medicamento que hizo posible que hombres con disfunción eréctil pudieran mantener relaciones sexuales.

Provoca la dilatación de los vasos sanguíneos

“Viagra es el nombre comercial de un fármaco cuyo principio activo es el sildenafilo y está indicado para personas con disfunción eréctil, es decir, con una patología. Por lo tanto, debe utilizarse de manera racional, siguiendo las indicaciones del médico previo diagnóstico individual”, explica Yolanda López, farmacéutica adjunta de la farmacia Belén Rueda Bernaldo de Madrid (España).

Pero, ¿cómo funciona? Pues bien, lo que hace este fármaco es producir una dilatación de los vasos sanguíneos. Los especialistas del Servicio de Salud del Reino Unido manifiestan que, tras haber tomado el medicamento, se produce un incremento temporal del flujo sanguíneo hacia el pene cuando el hombre se excita sexualmente.

Además, el sildenafilo tiene otro uso menos conocido, pues también se emplea como terapia para la hipertensión pulmonar, una enfermedad con muy mal pronóstico. “Relaja los vasos sanguíneos del pecho, incrementa el flujo de sangre hacia los pulmones y reduce la carga de trabajo del corazón”, indican.

Cuando se utiliza para combatir la disfunción eréctil, Yolanda López puntualiza que el plazo para tomar el medicamento es de entre media hora y tres horas antes de mantener relaciones sexuales y debe tomarse con agua.

“Los efectos se producen aproximadamente entre 30 minutos y una hora después de la ingesta y se prolongan de 3 a 5 horas”. Asimismo, aclara que la dosis recomendada está “entre 25 y 50 miligramos. La dosis máxima al día es de 100 miligramos y nunca se debe superar esa cantidad”.

La farmacéutica manifiesta que no se debe tomar Viagra si se ha ingerido alcohol, se tiene la presión arterial alterada, se tienen problemas hepáticos o renales, ciertos problemas cardiacos, se es alérgico al sildenafilo, se padecen problemas graves en la visión o problemas de sangrado.

El Sol de Zacatecas

Los efectos se producen aproximadamente entre 30 minutos y una hora después de la ingesta / EFE

De igual modo, señala que tampoco es aconsejable tomarla cuando se ha consumido comida con un alto contenido en grasas.

Como cualquier fármaco, la Viagra puede tener efectos secundarios. Así, López precisa que puede haber “cefaleas, rubor facial, adormecimiento de extremidades, dispepsia (trastorno digestivo), visión borrosa, erupción cutánea, fotofobia y palpitaciones”.

López indica que, en casos muy raros, también pueden producirse arritmias, infarto de miocardio y pérdida de audición.

Los peligros de ingerirla para ir de fiesta

Sin embargo, muchos hombres utilizan el fármaco aunque no padezcan disfunción eréctil. Algunos lo hacen para tener erecciones más duraderas. Otros, porque no confían en lograr una erección lo suficientemente rígida. Esta falta de confianza puede ocasionar, a largo plazo, una dependencia del medicamento y una verdadera disfunción eréctil cuando no se toma.

En tal caso, podría ser necesario recurrir a tratamientos más agresivos para combatirla, como las inyecciones en el pene.

También hay quienes toman el medicamento cuando salen de fiesta para contrarrestar los efectos del alcohol y las drogas sobre el desempeño sexual.

No obstante, la mezcla de Viagra con alcohol y drogas es un cóctel peligroso. Una de las combinaciones que suelen darse en una noche de fiesta es la suma de alcohol, cocaína y Viagra.

En este sentido, Eduardo Carreño, médico especialista en adicciones, explica que el consumo de cocaína “puede producir problemas cardiacos como la fibrilación auricular”.

Además, el médico incide en que cuando se consume cocaína y alcohol, se forma “un metabolito llamado cocaetileno, que es más tóxico para el organismo que la suma de ambas sustancias”.

“Si también se añade Viagra, dado que el flujo sanguíneo se dirige primordialmente hacia los genitales, puede producirse un descenso de la temperatura corporal periférica que puede resultar muy peligroso”, agrega Carreño.

Por otro lado, tomar Viagra sin control médico también puede llegar a ser problemático, sobre todo para quienes padecen ciertas enfermedades o toman determinados fármacos.

“Su empleo simultáneo con vasodilatadores y ciertos antihipertensivos está desaconsejado por el riesgo de que se produzcan importantes caídas de tensión arterial”, manifiesta José Luis Palma, vicepresidente de la Fundación Española del Corazón.

El doctor Palma subraya que “antes de lanzarse a un consumo indiscriminado, todo paciente debe consultar con su médico las ventajas, desventajas, limitaciones, contraindicaciones e interacciones con otros fármacos para minimizar los riesgos potenciales”.

De igual modo, el cardiólogo puntualiza que la disfunción eréctil “puede ser el síntoma de alarma que esconda alteraciones vasculares más profundas, como una arteriopatía coronaria que, con el tiempo, puede expresarse clínicamente en un infarto de miocardio”.

Por todo ello, “no estaría de más una consulta al cardiólogo cuando la disfunción eréctil se haga presente, máxime si se pretende combatir con este medicamento”, recomienda.

Por último, otro riesgo asociado a este fármaco tiene que ver con su venta ilegal. “No se debe comprar por Internet en ningún caso ya que es un medicamento sujeto a prescripción médica y la farmacia es el canal seguro para adquirirlo”, manifiesta Yolanda López.

En este sentido, los distintos especialistas advierten que en el mercado negro (tanto “online” como venta física en la calle) abundan las falsificaciones, a menudo con una proporción menor del ingrediente activo y sin las necesarias garantías de seguridad.

No obstante, es necesario aclarar que existen fármacos genéricos con el mismo principio activo que la Viagra. Puesto que la patente del laboratorio Pfizer (empresa que descubrió el uso del sildenafilo para tratar la disfunción eréctil y lo comercializó con el nombre actual) venció hace algunos años, en la actualidad otros laboratorios también venden sildenafilo. Estos medicamentos, que se dispensan en farmacias con receta médica, son seguros y eficaces.

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