/ martes 17 de abril de 2018

Aeroméxico pide no interrumpir construcción del nuevo aeropuerto

Defiende que la terminal representa una oportunidad para convertir al país en un eficaz centro de conexión

Grupo Aeroméxico afirmó que el nuevo aeropuerto representa una oportunidad para convertir al país en un eficaz centro de conexión del continente americano y ante la saturación de la actual terminal aérea capitalina no se debe de interrumpir su construcción.

“Es un proyecto que debió iniciarse hace por lo menos 10 años. Ya vamos tarde y no podemos darnos el lujo de interrumpir su construcción”, explicó el presidente del Consejo de Administración de la aerolínea, Javier Arrigunaga, en una carta enviada a sus colaboradores.

En el documento, también signado por el director de la firma, Andrés Conesa, la compañía precisó que la apuesta de la línea área y por la que ha realizado importantes inversiones de 11 mil millones de dólares para renovar e incrementar su flota se deriva de dicho proyecto.

“Tenemos un gran futuro por delante, pero requerimos una infraestructura aeroportuaria moderna para seguir creciendo y aumentando nuestro número de destinos, operaciones diarias y red de conectividad. Este crecimiento sin duda nos permitirá mantener y generar empleos de calidad, como lo hemos hecho en los últimos años”, argumentó.

Por ello, insistió en que la conclusión oportuna del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) es un elemento crucial del plan de vuelo.

La aerolínea, recordó, ha participado a lo largo de casi dos décadas en el análisis y en los estudios para un nuevo aeropuerto, y más aún, dados los niveles de saturación del aeropuerto actual.

Sostuvo que la ubicación de una terminal aérea es una decisión técnica, el análisis comienza a partir del espacio aéreo –la dirección de los vientos y la orografía–, y por supuesto es fundamental también la proximidad a la zona donde se ubica la demanda de pasajeros.

El análisis lo ha realizado desde hace 20 años Mitre, la institución más grande del mundo de investigación y desarrollo en ingeniería de sistemas aeroportuarios y control de tráfico aéreo, y que concluyó que la mejor ubicación, desde el punto de vista aeronáutico, es Texcoco, donde actualmente se construye el nuevo aeropuerto, refirió.

Dijo que la propuesta de operar simultáneamente el AICM y la base militar de Santa Lucía fue también estudiada por este organismo internacional, que determinó que era inviable desde el punto de vista aeronáutico, debido a que entre otras cosas, a la aproximación a ambos aeropuertos que se hace usualmente por el mismo punto, con lo que no se conseguiría una descongestión del espacio aéreo.

Lo anterior, mencionó, fue avalado por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA) y la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).

De igual manera, el Instituto de Ingeniería de la UNAM ha estudiado las particularidades del suelo de Texcoco desde la década de los 50 y junto con otros especialistas han realizado numerosas pruebas y encontrado soluciones para la sólida y eficiente construcción de la nueva terminal aérea.

“Somos también promotores de que el aeropuerto tenga el mejor costo posible, que deberá redundar en un menor TUA (Tarifa de Uso de Aeropuerto) para los pasajeros, igualmente, de que se asegure la absoluta transparencia en su construcción y operación".

También permitirá brindar un mejor servicio a sus clientes y consolidar al aeropuerto como una opción ideal de conexión, “desde luego no sería posible si los pasajeros tuvieran que transportarse entre dos aeropuertos con 50 kilómetros de distancia”, añadió.

Grupo Aeroméxico afirmó que el nuevo aeropuerto representa una oportunidad para convertir al país en un eficaz centro de conexión del continente americano y ante la saturación de la actual terminal aérea capitalina no se debe de interrumpir su construcción.

“Es un proyecto que debió iniciarse hace por lo menos 10 años. Ya vamos tarde y no podemos darnos el lujo de interrumpir su construcción”, explicó el presidente del Consejo de Administración de la aerolínea, Javier Arrigunaga, en una carta enviada a sus colaboradores.

En el documento, también signado por el director de la firma, Andrés Conesa, la compañía precisó que la apuesta de la línea área y por la que ha realizado importantes inversiones de 11 mil millones de dólares para renovar e incrementar su flota se deriva de dicho proyecto.

“Tenemos un gran futuro por delante, pero requerimos una infraestructura aeroportuaria moderna para seguir creciendo y aumentando nuestro número de destinos, operaciones diarias y red de conectividad. Este crecimiento sin duda nos permitirá mantener y generar empleos de calidad, como lo hemos hecho en los últimos años”, argumentó.

Por ello, insistió en que la conclusión oportuna del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) es un elemento crucial del plan de vuelo.

La aerolínea, recordó, ha participado a lo largo de casi dos décadas en el análisis y en los estudios para un nuevo aeropuerto, y más aún, dados los niveles de saturación del aeropuerto actual.

Sostuvo que la ubicación de una terminal aérea es una decisión técnica, el análisis comienza a partir del espacio aéreo –la dirección de los vientos y la orografía–, y por supuesto es fundamental también la proximidad a la zona donde se ubica la demanda de pasajeros.

El análisis lo ha realizado desde hace 20 años Mitre, la institución más grande del mundo de investigación y desarrollo en ingeniería de sistemas aeroportuarios y control de tráfico aéreo, y que concluyó que la mejor ubicación, desde el punto de vista aeronáutico, es Texcoco, donde actualmente se construye el nuevo aeropuerto, refirió.

Dijo que la propuesta de operar simultáneamente el AICM y la base militar de Santa Lucía fue también estudiada por este organismo internacional, que determinó que era inviable desde el punto de vista aeronáutico, debido a que entre otras cosas, a la aproximación a ambos aeropuertos que se hace usualmente por el mismo punto, con lo que no se conseguiría una descongestión del espacio aéreo.

Lo anterior, mencionó, fue avalado por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA) y la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).

De igual manera, el Instituto de Ingeniería de la UNAM ha estudiado las particularidades del suelo de Texcoco desde la década de los 50 y junto con otros especialistas han realizado numerosas pruebas y encontrado soluciones para la sólida y eficiente construcción de la nueva terminal aérea.

“Somos también promotores de que el aeropuerto tenga el mejor costo posible, que deberá redundar en un menor TUA (Tarifa de Uso de Aeropuerto) para los pasajeros, igualmente, de que se asegure la absoluta transparencia en su construcción y operación".

También permitirá brindar un mejor servicio a sus clientes y consolidar al aeropuerto como una opción ideal de conexión, “desde luego no sería posible si los pasajeros tuvieran que transportarse entre dos aeropuertos con 50 kilómetros de distancia”, añadió.

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