La falta de promoción y de apoyo por parte del gobierno estatal, así como la alta percepción de inseguridad que inhibe al turismo, provocaron la caída de las ventas de los talleres y tiendas del Centro Platero.
Brisia Martel, representante de la Asociación de Artesanos de dicho centro, informó que las ventas actualmente están 30% por debajo de las que se registraban antes de la pandemia de Covid-19.
Comentó que el problema que se vive en el estado por inseguridad provocó la disminución de turistas, quienes representan uno de los principales mercados para la platería, situación que se agrava con la falta de promoción del lugar.
La gente piensa que hay personas armadas en todo el estado, antes de venir hay quienes nos preguntan si no hay riesgo de viajar en carretera, y la recomendación que les damos es que eviten viajar de noche
El complejo que hoy alberga 16 talleres se ubica en terrenos de la ex Hacienda de Bernárdez, que durante los siglos XVIII y XIX fue una de las más grandes de beneficio minero y que en la actualidad es la única en su tipo que puede ser visitada por turistas y público en general.
Brisia Martel lamentó que no se ha tomado en cuenta este espacio para realizar eventos culturales que atraigan visitantes. Mencionó que se le excluye de los programas de eventos importantes como el Festival Cultural y el Festival del Folclor Internacional, mismo que este fin de semana inició.
Opinó que el patio del Centro Platero y su Sala Magna son lugares óptimos para realizar conciertos, presentaciones de danza y otro tipo de eventos, pero que están siendo desaprovechados.
Agregó que tampoco se le ha dado el uso adecuado a otros salones del complejo, donde podrían impartirse cursos y talleres de forma continua “para darle vida a este lugar”.
Sin apoyo de Sezac
Jesús, quien atiende el taller “Maritza Macotela”, refiere que no hay difusión de este espacio por parte de la Subsecretaría de Desarrollo Artesanal de la Secretaría de Economía de Zacatecas (Sezac).
Comentó que el Ayuntamiento de Guadalupe es la única instancia que ha mostrado interés en promocionar el Centro Platero, sin embargo, no se tiene el mismo respaldo por parte del gobierno del estado.
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También dejó de prestarse el servicio de transporte que salía periódicamente de la Fuente de los Faroles, en el Centro Histórico de la Capital, para llevar a visitantes y zacatecanos al Centro Platero.
Destacó que quienes adquieren plata zacatecana son en su mayoría visitantes de Estados Unidos, mientras que, de otros estados de la República Mexicana, sobresalen las familias que llegan de Nuevo León.
Impacto de la inseguridad
Por su parte, Miguel Ángel Núñez, quien tiene un negocio familiar de platería, lamentó que las noticias de inseguridad se difunden a nivel nacional, y esto impacta a los comerciantes locales.
Subrayó que esto influyó para que se tuvieran los peores índices de ocupación hotelera en la última edición de Festival Cultural de este año.
Coincidió en que se requiere promoción, y puntualizó que no se debe dejar toda la responsabilidad al gobierno, pues los comerciantes organizados pueden generar promoción e información por medio de las redes sociales.
Más de tres décadas
Antes de que el Centro Platero se fundara en 1987, no había talleres formales de creación de piezas de plata, sólo algunos orfebres que hacían reparaciones pero que no diseñaban piezas originales.
En dicho espacio ubicado en el municipio de Guadalupe, el Patronato Mexicano de la Plata, encabezado por el gobierno del estado y un grupo de empresas privadas, formaron una escuela para capacitar artesanos, origen del actual centro.
En el complejo operan 16 talleres que representan una pequeña parte de la industria joyera del estado.
Hay cerca de 30 talleres de plata tan sólo en la capital y otros tantos en municipios como Jerez, Sombrerete y Fresnillo.
Gran parte de los artesanos zacatecanos fueron formados en la escuela del Centro Platero. Una parte de la infraestructura de la misma pertenece a la Subsecretaría de Desarrollo Artesanal del gobierno del estado, mientras que otra parte del equipo fue aportado por la Minera Fresnillo y por los mismos joyeros.