Son alrededor de 262 ganaderías distribuidas en 19 estados de la República Mexicana, las que están teniendo pérdidas económicas, debido a la inactividad dentro de la fiesta brava, a consecuencia de la emergencia sanitaria generada por el Covid-19.
Los festejos como ferias taurinas, corridas de toros, jaripeos, rodeos, entre otros, fueron suspendidos de hace ya varias semanas por lo que se han dejado de captar recursos económicos por la venta de cabezas de ganado, lo que se traduce como cuantiosa pérdidas millonarias pesos. Pues en el 2015, de acuerdo con la Sagarpa, el valor de la venta ascendió a los 6.054 millones de pesos.
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Cabe mencionar que el 50 por ciento de las ganaderías existentes en el país, se encuentran ubicadas en zonas de alta marginación, en base a los datos del INEGI, por lo tanto coadyuvan a la generación de empleos, tal como lo afirma el ganadero zacatecano, Manuel Fernando Sescosse Varela.
Quien agregó, que el valor de una hectárea en terreno propicio para la crianza y desarrollo del toro bravo oscila entre los 40 mil y los 60 mil pesos, los ganaderos como promedio ocupan una extensión de 650 hectáreas.
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Por lo que la inversión requerida en lo que se refiere al terreno abarca entre los 26 y los 39 millones de pesos, todo esto además de las instalaciones especiales como corrales de acopio, trampas, baños garrapaticidas, así como una plaza de toros o cortijo, que es donde se prueba la bravura de los toros.
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