Por │ Ignacio Valenzuela Valenzuela
El 10 de enero de 1977 es una fecha fatídica para laUniversidad Autónoma de Zacatecas, marca una de las más gravescrisis donde la confrontación extrema y polarizante entre laizquierda y la derecha, la TENDENCIA DEMOCRÁTICA y ALIANZAUNIVERSITARIA, provocaron el asalto perpetrado por encapuchadosarmados y que significó la violencia y rechazo contra laUniversidad Pública, además de la intromisión del poder públicoy los partidos políticos o facciones de poder, que atentaroncontra la autonomía, rompieron el equilibrio y la libertadacadémica, cerraron el diálogo e interrumpieron la oportunidad demayor ascenso democrático y plural entre los universitarios.
Para fortuna de nuestra Universidad y la sociedad entera que semanifestó indignada por los violentos acontecimientos, hace 40años dos notables académicos del Derecho, dos auténticosuniversitarios, maestros reformadores, ideólogos transformadores ypolíticos conciliadores, “tomaron la sonda de FRANCISCO GARCÍASALINAS en sus manos” y pronto alcanzaron los acuerdos entre lasfuerzas universitarias y lograron reorientar la vidauniversitaria.
En efecto, JESÚS REYES HEROLES, desde la Secretaría deGobernación y JESÚS MANUEL DÍAZ CASAS, en la Rectoría de laUAZ, operaron una negociación imparcial a través del prudenteanálisis crítico y el debate de las ideas e intensa comunicaciónpolítica, hasta cancelar las amenazas contra la UniversidadZacatecana.
Años después, en 1984 brotó el conflicto entre las izquierdasuniversitarias, el gobierno estatal intervino abiertamente parafavorecer a la corriente de LUIS MEDINA y RAYMUNDO CÁRDENAS, y launiversidad retomó el cauce hacia los intereses de partido y degrupo. Con el respaldo del gobernador JOSÉ GUADALUPE CERVANTESCORONA, ungieron rector a FRANCISCO FLORES SANDOVAL y de planoexpulsaron a los cuadros de JESÚS PÉREZ CUEVAS y JORGEHIRIARTT.
Recordamos que en esa etapa de transición rectoral, seintercambiaron ofensas, calumnias y graves descalificaciones quedegradaron el quehacer político entre los universitarios, seconvulsionó la vida universitaria, porque se dieron acciones deilegalidad y sinrazón.
Han sido escenarios conflictivos y desgastantes que losuniversitarios y la sociedad zacatecana no quieren que se repitan.Protagonista de procesos democráticos, la UAZ y sus estudiantes,maestros y trabajadores, conmueven a la sociedad y esta semanifiesta con atención a la convocatoria al respeto, a lacrítica responsable, a la vigencia de la legalidad; que sedemuestra la más elevada cultura política, se se aseguren eldesarrollo democrático, la excelencia académica y la extensióncultural hacia todos los horizontes y rincones del estado.
Orgullosa de la UAZ, la sociedad zacatecana exige que lascorrientes en su seno actúen con serenidad y prudencia, concalidad moral e inteligencia, con el más profundo respeto ytremenda creatividad, para que puedan profundizar en los gravesproblemas del Estado, que hoy padece las crisis financiera,económica y de inseguridad.
El contraste ideológico en la Universidad deben ser undeslumbrante haz de libertades, autonomía e independencia,principios alentadores del debate racional, crítico, competitivo yde enorme supremacía académica y científica, y sobre todo,actuar con sensibilidad para que no se rompa la unidad de esapluralidad, que es la más sólida fortaleza para enfrentar eldeterioro y la corrupción, y encarar hasta rechazar a las fuerzaspolíticas que pretendan subordinar a la UAZ.
