“Un año es tiempo suficiente para empezar a ver resultados”, dijo el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, quien se negó a calificar el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pero consideró que se alcanza a ver que la gente ha despertado y empieza a participar un poco más.
“Pareciera que un año es mucho tiempo o poco tiempo, depende cómo se haya vivido.
Hacer un juicio sobre la forma de gobernar y los resultados de este gobierno pues no me corresponde a mí”.
“Somos 130 millones de mexicanos, más los que están en el extranjero y cada uno puede tener su juicio, a veces percepción nada más”.
Dijo pensar que un país no se hace solo, “un país llega hasta donde los ciudadanos queremos llegar y los ciudadanos confiaron hace poco más de un año al presidente Andrés Manuel López Obrador, que fuera el que hiciera cabeza”.
“Un año es tiempo suficiente para ver, para empezar a ver resultados, ¿qué resultados? yo francamente no me atrevería a ponerlos en una canasta”.
“Simplemente a lo que alcanzo a ver es que la gente ha despertado, está despertando, que la gente empieza a participar un poco más y que nuestra gente, estoy seguro que lo que va mal va a buscar que se mejore”.
“Lo que va bien vamos a buscar también que vaya mucho mejor”.
“Todos los días yo pido a Dios por nuestras autoridades, que no es fácil gobernar para nadie, que dé la sabiduría, al menos una poca de la sabiduría que le dio a Salomón para que no solamente se busque el bien común, sino que se haga un buen gobierno.
Agregó que las expectativas en el segundo año, por el número empieza la tercera década del siglo XXI y parece que es un año que va a tener mucha más influencia del exterior en nuestro México.
“Recordemos que México no es único en el mundo, que hay alrededor de 200 países, lo que se alcanza a ver es que va a haber mucha más influencia de otros países”.
“También, por otra parte, está el movimiento que cada país tiende a cerrarse o va a tender a cerrarse”.
“El fenómeno de la globalización me parece que ya dio lo que tenía que dar, hay mucha más interdependencia, pero el costo ha sido la pérdida de identidad de los países”.
“Se ve para el año próximo, sin ser ningún adivino, mucho menos brujo, la tendencia porque los países van a luchar más por su propia identidad, no solamente por su soberanía, sino por la identidad como pueblo, que es donde están los valores que sostienen a un pueblo.
"Se ve, en ese sentido, a un México más despierto, un México más capaz de tomar decisiones por dónde queremos que vaya el país”.
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