“Zóquite hoy está en el mapa mundial por la imagen gigante del Niño Dios”, indicó el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, quien indicó que “la figura de seis metros es una manifestación de fe en la que los aportes fueron de los migrantes y tuvo un costo de 218 mil 800 pesos”.
Indicó que “es muy interesante el fenómeno, no sabía lo que se había hecho, hasta después, ya que se hizo viral”.
Algo que le pareció muy interesante, “fue que estuve en Zóquite a principios de julio de este año y la gente piensa en grande”.
“De ahí viene todo esto, piensa en grande y han construido un templo muy grande”.
“La primera vez que lo vi dije ah, caray, esta gente cómo le va a hacer para terminar este templo, ya después me platicaron que había mucha participación de paisanos, de gente migrante que está muy unida al pueblo”.
“El caso es que para un templo grande pensaron en una imagen del Niño Dios grande”.
“Primeramente, se ve como una manifestación de fe, que va más allá de lo artístico, de lo estético, una manifestación de fe y todo el respeto a la gente de Zóquite”.
“Es una obra que ellos quisieron, ellos mandaron a hacer, encabezados por su sacerdote, el padre Humberto”.
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Sobre el fenómeno en redes sociales, consideró que alguien llegó y tomó alguna foto antes de que estuviera bien acomodado, porque todavía lleva vestido.
“Si la imagen mide un poco más de seis metros, el vestido va a medir más de nueve metros. Entonces, todavía no estaba terminado y sale esta foto”.
“Dos cosas, primero es manifestación religiosa y merecen todo nuestro respeto.
Segundo, se hizo viral y esto ha ocasionado curiosidad, hay gente que va a verlo, que han dicho que lo han ido a visitar, yo todavía no he ido, voy a principios de enero Dios mediante y esto ha hecho que se piense en turismo”.
Zóquite está en el mapa mundial, no estaba antes de esto.
“Veamos esto como un fenómeno religioso, pero al mismo tiempo un fenómeno religioso que se hizo mediático gracias a las redes, y hay que aprovechar el momento, yo pienso que lo que es de fe va a perdurar, lo que es de curiosidad no va a perdurar”.
Hay un riesgo de las redes sociales, el anonimato, unos memes son respetuosos y otros se prestan para una falta de respeto.
“El templo se cerró, pero no es a causa de los memes, sino que el templo todavía no está dedicado, no está consagrado”.
“Los templos no se bendicen, se consagran como lugares sagrados”.
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