En un contexto de crecientes tensiones políticas y sociales, el obispo de la diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, lanzó fuertes críticas hacia la reciente reforma del Poder Judicial en México, calificándola como un “golpe de Estado” a uno de los tres poderes de la nación.
Noriega Barceló señaló que, a su juicio, esta reforma no solo afecta la autonomía del Poder Judicial, sino que también coloca a México en una situación de crisis constitucional sin precedentes.
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“El país está viviendo una crisis del Estado de derecho”, afirmó el obispo, subrayando que la independencia del Poder Judicial es fundamental para el equilibrio entre los poderes. En sus declaraciones, enfatizó que la influencia de los otros dos poderes, el Ejecutivo y el Legislativo, está “aplastando” la autonomía judicial. Desde su perspectiva, este cambio podría desencadenar injusticias, al debilitar el papel de la justicia en la vida pública mexicana.
Noriega Barceló reiteró el compromiso de la Iglesia en expresar su postura ante reformas que considera dañinas para el país.
“Queremos que la justicia sea justicia para todos”, declaró, aludiendo a los principios de equidad y progreso que, según él, deberían caracterizar el sistema judicial. A su juicio, el México actual, bajo el impacto de esta reforma, se aleja de esos ideales de progreso social y económico, generando un clima “inédito” en la historia reciente.
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