Tras señalar que una cárcel no puede ser un “hotel de cinco estrellas”, el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, lamentó los hechos ocurridos en la cárcel distrital de Calera, donde se violentó sexualmente a una mujer y pidió que se haga justicia, que este hecho no quede impune.
Indicó que hace días se realizó en Zacatecas un Encuentro Nacional de Capellanes de Cárceles y vinieron de las cárceles más grandes de México.
“Estuvo en Zacatecas el obispo de Tuxtla Gutiérrez, Fabio Martínez, que es quien coordina todo eso y platicando con los sacerdotes, la experiencia que ellos tienen es que una cárcel es una cárcel, es muy dura la situación, muy difícil la situación y también con muchas limitaciones, las cárceles no pueden ser hoteles de cinco estrellas”.
“Se tienen muchas limitaciones y en general se ve bastante esfuerzo por superarlas”.
Comentó que no hace mucho estaba platicando con el secretario de Seguridad Pública, Ismael camberos Hernández sobre todo lo que se está haciendo de esfuerzos.
“Desgraciadamente, hay situaciones que se salen de control y provocan esos esos que son totalmente lamentables y condenables”.
“Yo pienso que todo el respeto a cualquier persona, en cualquier situación en la que se encuentra, eso tiene que estar fuera de duda, es uno de los principios básicos, la dignidad humana, los derechos humanos, eso tiene que estar fuera de toda duda”.
“Se tiene entendido que es el valor fundamental del cual se van a derivar formas de trato en las cárceles”.
“El problema es qué hacer cuando se dan este tipo de situaciones, a veces hay descuidos, a veces hay errores, a veces hay gente que no se sabes cómo va a reaccionar”.
Lo que ha ocurrido en el sistema penitenciario de Zacatecas, con la mujer violentada sexualmente por un custodio, señaló que “es un hecho muy lamentable y tenemos que aprender de él, hacer justicia, obviamente, que no quede impune”.
“Pero también se tiene que aprender qué más tenemos que hacer en los protocolos, en el cuidado que debe que haber en toda cárcel y, también en la esperanza de que la gente pueda mejorar, no sólo las condiciones mínimas de las cárceles, tiene que haber condiciones dignas de vida, de todo ser humano, pero también lo que sigue después, que es la rehabilitación”.
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