El obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, informó que a partir de este primero de junio se reabrieron los templos, aunque no se tendrán ceremonias religiosas, siendo las únicas las de exequias con un máximo de 20 personas y, dependiendo del semáforo de riesgo del Covid-19, el día 15 de junio podrían reiniciar las celebraciones presenciales.
Así será la reapertura de las actividades religiosas
La normalidad previa a la pandemia no regresará. Por eso, es importante distinguir la semaforización que indicará la evolución hacia la llamada “nueva normalidad”.
• Semáforo rojo: Se trata de la emergencia sanitaria actual. Los Templos permanecen abiertos. Las celebraciones siguen siendo a puerta cerrada.
Sin embargo, con el fin de acompañar el dolor dramático ante la muerte, se puede hacer la celebración exequial de aquellas personas que no hayan muerto por Covid-19, garantizando las debidas medidas de prevención e higiene, con un cupo máximo de 20 personas. Es tiempo para preparar, difundir y promover las etapas siguientes.
• Semáforo naranja: Se permite la asistencia grupal, no masiva, a las celebraciones litúrgicas. En esta fase es deseable que las celebraciones donde sea posible, se realicen en espacios abiertos, con un 50 por ciento de su capacidad, cuidando diligentemente la limpieza. En espacios cerrados se admitirá un cupo máximo del 30 por ciento de la capacidad del lugar. Se retoman las actividades de notaría y administración. Se deberán implementar las medidas de higiene y prevención: uso de gel antibacterial, cubreboca y distanciamiento de persona a persona.
• Semáforo amarillo: Se admitirá un cupo máximo del 60 por ciento de la capacidad de los espacios. Se reactivarán las demás actividades pastorales (atención a grupos, reuniones presenciales de los distintos consejos), observando estrictamente la sanitización de espacios físicos y muebles, las medidas de higiene y distanciamiento.
• Semáforo verde: se trata de retomar con normalidad la vida pastoral de las Parroquias y comunidades, tomando en cuenta las medidas de prevención necesarias para evitar riesgos y contagios.
- La semaforización será regionalizada y va a ser proporcionada por el Gobierno Federal.
- El Gobierno del Estado y la Secretaría de Salud proporcionarán y coordinarán los lineamientos generales para la reapertura y la evolución de la pandemia.
- La comunicación con las Autoridades Municipales será vital; ellas serán quienes adaptarán las indicaciones generales a la particularidad de cada Municipio.
- La Diócesis de Zacatecas dedicará las primeras dos semanas de junio para preparar integralmente personas y espacios, para el reinicio de las Misas presenciales.
- A partir del 15 de junio, se podrá retomar la celebración de la Misa presencial de acuerdo al color del semáforo indicado.
Estrategias sanitarias indispensables
a. Formar un Equipo de Discernimiento y Logística para organizar las acciones a seguir en cada una de las fases, en las distintas realidades, lugares y situaciones.
b. Planear la capacitación de todos los agentes para llevar a cabo las medidas de higiene necesarias y la sanitización de todos los espacios físicos.
c. Planear cuidadosamente el cupo de personas en cada Templo, el acomodo y espaciamiento de los lugares en los que se situarán los fieles, el modo en que se hará la recepción de las personas para garantizar que se cumplan las medidas de higiene, la instrucción a los fieles en caso de ser necesaria la movilidad, como es la recepción de la comunión, y la salida organizada, y, finalmente, la sanitización de los diferentes lugares después de cada celebración.
d. Hacer una campaña de comunicación en la que se dé a conocer el modo en el que se dará y organizará la reapertura de las actividades, especialmente la celebración de las Eucaristías dominicales, que son las que congregan a un número elevado de fieles.
e. El cupo a los Templos será limitado, por lo que se debe invitar a los fieles a participar entre semana, y a seguir las celebraciones por los medios de comunicación ordinarios o digitales, si no tuvieron la oportunidad de asistir de manera presencial.
f. Invitar a las personas en situación física vulnerable, mayores de 60 años, niños, mujeres embarazadas, diabéticos, hipertensos, y otras enfermedades crónicas, a no acudir a las celebraciones o reuniones, para cuidar su salud.
g. Que las pilas de agua bendita permanezcan en desuso hasta la superación total de la epidemia.
Asimismo, evitar que las personas toquen o besen las imágenes.
Para las celebraciones
a. Hacer conscientes a los fieles que aún estamos en riesgo epidémico y la necesidad de su disponibilidad.
b. Solicitar que, si alguno tiene síntomas de enfermedad, no acuda al Templo.
c. Asegurarse que todos los fieles porten correctamente el cubrebocas para poder estar en el Templo.
d. Que haya solo una puerta de acceso o si hay más, asegurar que en cada una de ellas se verifiquen los protocolos de ingreso y se garantice no sobrepasar el cupo máximo.
e. Que haya personas voluntarias para recibir a los fieles, dándoles la bienvenida y ofreciéndoles sin excepción el gel antibacterial para sus manos, así como asegurarse de que no muestren síntomas visibles de enfermedad.
f. Que otros voluntarios se encarguen del correcto acomodo de las personas y de vigilar que no se sobrepase el cupo, para garantizar la sana distancia.
g. Es importante, si en la comunidad hay personas con discapacidad física, reservar un espacio adecuado para el acomodo de las sillas de ruedas.
h. Que la duración de la celebración sea conveniente, tomando en cuenta, que después de ésta se debe realizar la limpieza de bancas y reclinatorios.
i. Que no se usen hojas dominicales, ni ninguna otra información en papel.
j. Que a lo largo de toda la celebración esté una o más personas en las áreas de acceso para asegurar la higiene al ingreso o para restringir la entrada si se ha llegado al cupo máximo o tiene algún síntoma de enfermedad.
k. Que solo haya un cantor o, si hay coro litúrgico, que se reduzca al mínimo, manteniendo una sana distancia.
l. Que la recolección de la ofrenda económica se realice al final de la celebración a la salida del Templo.
m. Que todos los ministros, a lo largo de la celebración, cuiden la higiene de sus manos y los objetos que manipulen.
n. Que de modo organizado se guarde la sana distancia para tomar la comunión.
o. Que la salida se dé de un modo ordenado y espaciado, e invitar a las personas a no aglomerarse en el atrio.
p. Que se realice la limpieza de bancas, micrófonos y los demás objetos con los que se tuvo contacto.
La reapertura y el reinicio de las actividades en las parroquias es un reto que exige espiritualidad, planeación, preparación y recursos humanos y materiales, se hace hincapié en un comunicado.
"Posiblemente algunas propuestas parecen irrealizables, sin embargo, lo que aquí se propone, no impide el discernimiento responsable, prudente y solidario que tiene como único objetivo cuidar el bien integral de las personas que nos han sido encomendadas".
